Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
En plena etapa de intercampañas y a menos de veinte días de que Morena dé a conocer
su lista de candidatos a las presidencias municipales, el dirigente estatal del partido
guinda, Esteban Ramírez Zepeta, Zepeta, se sumó ayer a las críticas del delegado de
Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín, Cazarín, en contra del senador Manuel Huerta a
quien reprochan que no protestó contra la afiliación del también senador Miguel Ángel
Yunes Márquez a su partido.
Ayer domingo, cinco días después de que Cazarín se le fue encima sin que él lo hubiera
provocado, Manuel aprovechó una entrevista con reporteros para descalificarlo
considerándolo un “adversario chiquito que no vale la pena” mientras que, a su vez,
Zepeta replicó a Juan Javier y aunque no lo mencionó en forma directa, fue más que clara
la alusión a Huerta a quien calificó de “simulador”, dijo que anda “a medias tintas”, que es
“tibio” y “acomodaticio” pues mientras que declara “contra los verdaderos morenistas” se
muestra “tibio” frente a los Yunes y su corrupción y sus agravios en contra de los
veracruzanos.
El miércoles pasado el actual delegado de Bienestar soltó de su ronco pecho: “El senador
Manuel Huerta, que muchas veces se manifestó con la carpeta azul, nunca la presentó.
Yo no veo que se manifieste en contra de la llegada (a Morena) de Miguel Ángel Yunes
Márquez, yo no veo que levante la voz. Habla de todo, pero en este caso se esconde y
agacha la cabeza”. Pero no paró ahí. Volvió a la carga: “Yo lo quiero ver que se manifieste
en contra de los Yunes. Por qué no lo ha hecho. No podemos tener doble discurso, eso es
ser incongruente”.
Apenas un día antes los dirigentes nacionales de Morena habían afiliado a Yunes
Márquez y entonces la única que se inconformó fue la gobernadora Rocío Nahle. Cazarín
arremetió contra su ¿compañero? de partido no obstante que dos días antes, durante la
visita de la presidenta Claudia Sheinbaum al estado, se habían tomado una selfie juntos,
sonrientes, como si fueran buenos amigos, testimonio de la hipocresía que caracteriza a
los políticos, del partido que sean.
Pero adentro de Morena se comenta que la declaración del expresidente de la Jucopo del
Congreso local es porque está resentido en contra del exdelegado de Bienestar porque lo
responsabiliza de haber influido en la Ciudad de México para impedirle que hiciera una
serie de movimientos dentro de la delegación para colocar a sus allegados, como el
exdiputade local Ky Durán Chincoya, quien de hecho funciona como delegado regional en
el puerto de Veracruz pero sin nombramiento oficial, porque no lo aprobaron en la capital
del país (su único logro como legislador fue haberse cambiado el nombre, pues antes se
llamaba Iván Chincoya Durán).
Ayer, cuando los reporteros le pidieron su opinión sobre las críticas de Cazarín, Manuel
reaccionó con un: “… no, no, yo ya no, yo (soy) de Televisa para arriba (en clara alusión a
que el jueves Televisa le dedicó un “Las mangas del chaleco”), no, ya no. Quieren hacer
fama a costa de un servidor, que me paguen las regalías y con mucho gusto. Yo ya no,
adversarios chiquitos no, no valen la pena, yo mis respetos por los tamaños y los pesos”.
Afirma que no está peleado con la gobernadora
Cuando, por el momento, disminuyó el escándalo por la afiliación de Miguel Ángel Yunes
Márquez a Morena, Manuel Huerta aprovechó para aclarar su posición respecto al tema.
Acusó que tanto la Fiscalía General del Estado como la General de la República no han
actuado en contra de los Yunes, no obstante que fueron denunciados desde 2012 con
base en la famosa Carpeta Azul, que contiene todos los elementos acusatorios. Recordó
que fue el expresidente Andrés Manuel López Obrador quien la presentó y que cuando él
le preguntó si volvían a presentarla, AMLO le dijo que no porque ya estaba hecha.
Afirmó que no está peleado con la gobernadora Rocío Nahle, que tan es así que la apoyó
para que fuera la titular del Poder Ejecutivo, pero que no es su empleada, sino “empleado
del pueblo”, de suerte que los que están acostumbrados a ser «serviles» del poder,
incluidos algunos medios de comunicación, «allá ellos», y que por lo que hace a la solicitud
de Nahle para que no se afilie a Yunes Márquez, coincidió y dijo que fue una afiliación
precipitada o adelantada. «!Qué necesidad!, Rocío lo acaba de decir: no era el momento y
hasta da una ruta que yo no sé qué va a hacer la Comisión de Honestidad y Justicia. La
ruta la vamos a ver».
Preguntado si le corresponde a él avalar la afiliación de Yunes Márquez o si fue él quien lo
llevó o le pidió que se afiliara, expuso: «Ya di mi lucha, ya está mi batalla, ya están los
casos, si ustedes quieren seguirle investiguen sobre Odebrecht, sobre las aguas y las
privatizaciones». Expresó que no teme que la familia Yunes se meta a Morena hasta
tomar el control del partido como sucedió en el PAN (con información de Ángeles
González y Verónica Huerta).
Al haberse lanzado contra el senador, el dirigente estatal Ramírez Zepeta, quien debió
haber mediado para evitar enfrentamientos y rupturas entre sus compañeros de partido,
dejó como única interlocutora a la gobernadora Rocío Nahle, o sea que en lugar de
descargarle problemas y preocupaciones, le complica su trabajo, con lo que demuestra,
una vez más, que no es el operador político idóneo y que sigue actuando como lo hizo
con Cuitláhuac García Jiménez, cuando cargaba contra sus propios compañeros de
partido por no aliarse a sus intereses.
Por lo que hace a Gómez Cazarín, tampoco ayuda a la gobernadora con sus
declaraciones, pues es innegable la influencia que mantiene Manuel Huerta en la
coordinación nacional y en la Secretaría de Bienestar, en la Ciudad de México, donde le
tienen confianza y le creen por el trabajo que hizo, pero también por su influencia en la
estructura humana de Morena en el estado, por lo que con mucha facilidad podría
desestabilizar el trabajo de los programas de Bienestar si quisiera, lo que para nada les
conviene estando en pleno proceso electoral municipal.
Si, sobre todo, Zepeta no allana su actitud belicosa en contra del senador, entonces será
inevitable el choque por la solución que se dé a quiénes serán candidatas y candidatos a
alcaldes, síndicos y regidores, proceso en el que Manuel juega con muchos de sus
seguidores, y entonces sí, si desde la dirigencia de su partido se quieren agandallar
posiciones, ahí sí va tener el Huerta respondón que quieren.
Y el causante de todo, ¡ay!, Yunes Márquez, seguramente ayer se la pasó tranquilo en el
puerto, en la alberca, con unos drinks al lado, enterándose cómo sus nuevos
“compañeros” de partido se estaban destrozando por su travesura de afiliarse a Morena.
Ahora sí, como decía don Rubén Pabello Acosta, quien fue dueño y director del Diario de
Xalapa, sea por Dios y venga más, como decía mi abuela.
Por otra parte, el senador Huerta también denunció en su conferencia de prensa que en
más de 100 municipios Morena, su partido, apoya el nepotismo e inclusión de
delincuentes, una muy grave acusación que comentaremos aparte, denuncia a la que, en
cambio, para nada se refirió Zepeta.