Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Ya se había advertido en este mismo espacio: a pesar de la autonomía que le
concede la Constitución local, la definición del rector de la universidad
Veracruzana (UV) pasa, sin excepciones, por el escritorio del Jefe del Ejecutivo.
*** Llamaba la atención que la gobernadora no se hubiera expresado sobre el
debate que lleva ya varias semanas, a partir de que se supo que Martín Aguilar
pretendía mantenerse en el cargo, incluso pasando por encima de las normas
jurídicas que rigen la vida de esa institución educativa. *** Finalmente la
gobernadora hizo pública su postura. Llamó a la Junta de Gobierno a apegarse a
lo que establece la Ley Orgánica de la UV. *** Rocío Nahle estaba preparada para
que la cuestionaran sobre ese tema (quizá, incluso, sus colaboradores
“sembraron” la pregunta entre los reporteros) y mostró gráficas para explicar lo
que ella entiende sobre el procedimiento para la designación del rector. *** Puso
especial énfasis en la importancia de que el titular de la rectoría “no tenga
intereses políticos y económicos” y aunque insistió en que su administración será
respetuosa de la autonomía universitaria, recordó los requisitos para ocupar ese
cargo, entre los que mencionó “más de 30 y menos de 65 años”, que no lo cumple
Martín Aguilar. *** Antes de esta declaración de la gobernadora se daba por hecho
que la Junta de Gobierno le otorgaría a Martín Aguilar la prórroga solicitada, lo que
-se anticipaba- generaría una gigantesca movilización de estudiantes, académicos
y empleados de la UV. *** Una vez que Rocío Nahle hizo pública su postura, se
prevé que, en las próximas horas, o esta misma semana, el propio rector retire su
solicitud o, en caso de persistir en su intención de mantenerse en el cargo, que la
Junta de Gobierno le niegue tal posibilidad. *** Y entonces sí. Los que han
manifestado públicamente su aspiración al cargo y aquellos que decidieron
esperar hasta que se emita la convocatoria, estarán en posibilidades de demostrar
ante el órgano colegiado sus méritos para llegar a la rectoría. *** Hoy por hoy
quien parece perfilarse con más posibilidades es el doctor Jorge Manzo Denes.
Los habitantes de Papantla no van a permitir que les impongan a un candidato que
ellos no eligieron.
El pasado domingo centenares de ciudadanos salieron a las calles a exigir que se
respete la voluntad popular y se reconozca la victoria de Mariano Romero
González, candidato de Movimiento Ciudadano (MC) a quien le pretenden
arrebatar el triunfo mediante artimañas grotescas que están plenamente
documentadas.
Mariano Romero lo dejó muy claro: “No nos vamos a rajar. Papantla ya eligió y
quiere que se respete su voluntad”.
El coordinador estatal de Movimiento Ciudadano, Luis Carbonell, afirmó: “Esta
lucha no termina aquí. Hay una campaña permanente para defender lo que
legítimamente nos pertenece. No nos vamos a dejar. No exigimos más pero
tampoco permitiremos menos”.
Tanto en la elección de Poza Rica, como en la de Papantla quedó en evidencia la
intención de Morena y del propio gobierno por imponer a sus candidatos, a pesar
de que en ambos procesos la voluntad popular favoreció a los candidatos de MC.
Y el afán del partido en el poder de mantener la hegemonía en aquella zona no
tiene que ver con intereses políticos. Se trata de un estratégico corredor dominado
por grupos delincuenciales que han concretado acuerdos muy ambiciosos con
actores políticos afines a Morena.
De ese tema saben mucho el subsecretario de Administración, el exalcalde de
Papantla Éric Domínguez, y el magistrado Esteban Martínez Vázquez, oriundo
también de aquel municipio.
Papantla es la puerta de acceso al Totonacapan, región que en los años recientes
ha visto crecer la violencia vinculada a organizaciones criminales.
Para ejemplo ahí está Coxquihui.
El 29 de abril del presente año, justo cuando iniciaban las campañas por las
presidencias municipales, en Coxquihui fue asesinado Germán Anuar Díaz, más
conocido como “El Napo”, candidato de la alianza Morena-Verde a la alcaldía de
esa demarcación.
Horas después, la Fiscalía de Veracruz confirmó los hechos, anunció que se había
iniciado una carpeta de investigación y advirtió que la víctima “presuntamente”
estaba vinculada a los homicidios registrados una semana antes, en los que
fallecieron un hombre y una mujer.
Al día siguiente del ataque, la propia gobernadora, Rocío Nahle, salió a desmentir
el comunicado de la Fiscalía, pues afirmó que no había una investigación contra el
candidato recién asesinado.
“Pregunté a la Fiscalía si esta persona había sido citada, tenía una denuncia, una
orden de aprehensión, no. Ni tenía denuncia ni orden de aprehensión ni nada, sino
que en hechos del día 24 de abril algunas personas lo habían señalado, nada
más, sin pruebas ni nada lo habían señalado”.
Un par de días después del asesinato de “El Napo”, Morena y el Partido Verde
anunciaron que en su relevo entraría a competir por la presidencia municipal
Ramón Valencia Pérez, hijo del finado. De todas formas, los ciudadanos de
Coxquihui no le dieron su apoyo. El candidato del PAN, Lauro Becerra García, le
sacó más de 20 puntos de ventaja.
Una vez que pasó la jornada electoral, cuando la gobernadora dio la cara y trató
de explicar las razones de que su partido (Morena) hubiera caído tanto en la
preferencia de los veracruzanos, optó por culpar a la organización política que
más creció en este proceso: Movimiento Ciudadano (MC).
Acusó a sus dirigentes de “postular delincuentes” y, aunque mencionó algunos
casos, en ninguno pudo demostrar que existieran sentencias firmes contra ellos,
con lo que pasó por alto un principio fundamental del derecho, que es la
presunción de inocencia.
Pero la realidad volvió a exhibir a la gobernadora.
El pasado domingo, cerca de las 7 de la noche, fue atacado a balazos Samuel
Everardo Valencia Díaz, hermano de Germán Anuar, “El Napo” cuando viajaba en
su camioneta por la comunidad Ojite de Matamoros. Recibió dos disparos, uno de
ellos en el pecho y fue llevado aún con vida al hospital de Entabladero, de donde
se le llevó a Poza Rica.
Desde que ocurrió el ataque contra “El Napo”, la gobernadora pidió al gobierno
federal que se reforzara la seguridad en aquella región. La presencia de la
Guardia Nacional fue evidente durante todo el período de campaña electoral y el
día de las elecciones. Una vez que todo eso pasó, las fuerzas del orden se
retiraron y los delincuentes volvieron a hacer de las suyas.
Si Rocío Nahle quiere limpiar de criminales a los próximos ayuntamientos, debería
empezar por los que llegaron con el aval de Morena y respetar cada triunfo de la
oposición.
Epílogo.
Lo que no se atrevieron a decir los consejeros del OPLE, lo soltó, sin el menor
rubor, la gobernadora Rocío Nahle: que la falla en “el sistema” con el que
pretendía el OPLE Veracruz computar la elección judicial presentó fallas tan
graves, que en el arranque del conteo un candidato ya tenía 180 mil votos. ***
“Qué bueno que lo pararon”, comentó la gobernadora, quien aclaró que no importa
el tiempo que se tarden en realizar el cómputo, con tal de que “salga bien”. ***
Decisión acertada, la de Rocío Nahle de invitar a Igor Rojí a integrarse a su equipo
de trabajo en la Secretaría de Turismo. A su paso por la alcaldía de Orizaba, Rojí
demostró que tiene el pulso para entender lo que se les debe ofrecer a los
visitantes.
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