AMLO DIJO QUE SABÍA TODO, ENTONCES TAMBIÉN QUE VECTOR LAVABA PARA LOS CARTELES

Jul 2, 2025 | Columnas

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Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro
El 3 de octubre de 2019, con el encabezado: “Estoy enterado de todo, advierte AMLO”,
comenté en “Prosa aprisa”: “El sábado pasado, en un mensaje en Guachochi, Chihuahua,
Andrés Manuel López Obrador dijo en un mensaje que ningún acto de corrupción se
comete sin el visto bueno del presidente y de los gobernadores, en los casos de los
estados.
“Al volver al tema central de su gobierno de que el principal mal de México es la
corrupción, insistió en que va a acabar con ella y expresó que ya empezaron ‘de arriba
para abajo y hay que hacerlo así para dar el ejemplo’.
“’Porque nada de que el presidente no sabe, el presidente no se enteró, el presidente no
tiene buenos colaboradores, lo engañan, el presidente es bueno pero sus funcionarios no
le ayudan, son corruptos. Mentira, el presidente de México se entera de todo y no hay un
negocio jugoso que se haga sin el visto bueno del presidente, para que quede claro’.
“Añadió: ‘Si hacen una transa grande, grande, grande, es porque el presidente lo permitió.
Es lo mismo en los estados, si hay un negocio jugoso es porque lo permite el gobernador,
nada que no se enteró’”.
Días después, el 15 de ese mismo mes y año, al inaugurar el hospital rural del IMSS “Los
Hernández”, en Villa de Ramos, San Luis Potosí, volvió al tema: expresó que aunque no
firmaran, los presidentes estaban enterados de las grandes transas que se llevaban a
cabo al amparo del poder público.
Manifestó: “Nada de que el presidente no sabía, no se enteraba, lo engañaban, eso es
falso, el presidente de México está informado de todo lo que sucede y de las transas
grandes que se llevaban a cabo y que pudiesen realizar… todas esas transas llevan el
visto bueno del presidente, aunque no firme”.
Sus palabras hoy lo incriminarían
Sus palabras quedaron registradas en audios, video y notas de los medios y hoy cobran
plena actualidad y son de gran valor testimonial porque presuntamente lo incriminan en la
acusación que hizo el Gobierno de Estados Unidos en contra de la casa de bolsa Vector,
del cual es accionista el empresario Alfonso Romo, quien fue Jefe de la Oficina de la
Presidencia de la República entre 2018 y 2020, en el gobierno de AMLO, y cuando
renunció siguió como consejero empresarial… ¡de López Obrador!
Ayer, el diario El País, insospechable por su altos estándares éticos y profesionales,
informó que la Fiscalía General de la República (FGR) inició una investigación en torno a

transferencias millonarias pagadas a Vector por parte de Prestadora de Servicios Murata,
S.A. de C.V., que resultó una empresa fachada que encabeza una red de blanqueo de
dinero al servicio del Cartel de Sinaloa.
De acuerdo con información fiscal que obtuvo ese medio y que forma parte de la
indagatoria, Murata depositó a Vector 97.6 millones de pesos (casi 100 millones de pesos,
5.2 millones de dólares) mediante 53 transferencias realizadas en 2017.
El País recuerda que el Departamento del Tesoro de EEUU acusó la semana pasada a
Vector –y a CI Banco e Intercam– de desempeñar “un papel clave y prolongado” en el
blanqueo de millones de dólares de los carteles de la droga mexicanos.
“El Gobierno estadounidense documentó que Vector presuntamente ha prestado sus
servicios al Cartel de Sinaloa y al Cartel del Golfo. Según esas pesquisas, entre 2013 y
2021, un empleado del cartel de Joaquín El Chapo Guzmán lavó dos millones de dólares
mediante envíos desde EE UU a México a través de Vector. La casa de bolsa también
sirvió para que el cartel gestionara pagos por precursores de fentanilo, según la
acusación”.
La nota informativa abunda en datos y detalles, pero para efectos de esta columna
considero que con lo anterior es suficiente. Entiendo que El País destacó el resultado de
su investigación luego de que la presidenta Claudia Sheinbaum exigió a Gobierno
norteamericano pruebas de las acusaciones. El medio dijo que incluso la FGR turnó ya el
expediente a la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada (FEMDO).
Si el morenismo acusa corrupción, podría escupir para arriba
Según lo que dijo López Obrador en Chihuahua y luego en San Luis Potosí en aquel
octubre de 2019, sabía todo, estaba enterado, él lo permitió, tenía su visto bueno aunque
no llevara su firma. ¿Lo sabía pero se hizo el occiso porque los carteles financiaron su
campaña, como le han hecho muchas acusaciones? ¿Por eso no los persiguió ni los
combatió y al contrario les ofreció abrazos en lugar de balazos, e incluso fue a saludar a
la mamá de El Chapo?
El pez por su boca muere, dice el famoso dicho. Pero aunque no lo dijera, siempre se
supo que en nuestro sistema político tanto el presidente como el secretario de
Gobernación en turno, ahora secretaria, eran o son los hombres y mujeres más y mejores
informados de México. Se duda que en México se llegue a fondo en la investigación y
más que alguna vez algún gobierno de Morena toque a su mesías tropical, pero no se
cree que el Gobierno de Estados Unidos se va a quedar callado si encuentra elementos
para hacer una denuncia pública.
Ya habremos de ver y de saber, pero creo que por lo pronto los gobiernos morenistas y
sus actores más destacados habrán de tener cuidado en hablar de corrupción contra
gobiernos pasados o sus opositores, porque pende sobre ellos un pesado mazo que les
puede caer encima en cualquier momento y hasta triturarlos políticamente.

¿Mejor pónganse a trabajar?
Mejor pónganse a trabajar, recomendó el senador Manuel Huerta a sus críticos dentro de
Morena. Otro morenista, también autocrítico, Esteban Bautista Hernández, parece que
quiso ejemplificar cómo y mostró testimonios.
El martes publicó en las redes: “Siempre es bueno tomarse un tiempo de paz, para
descansar la mente y estar en familia, en casa, en nuestro pueblo, lejos de las grandes
ciudades. Trabajar y disfrutar del campo, de sus paisajes y de la buena compañía de
nuestra gente, nos recarga de energía y nos recuerda lo valioso que es nuestro origen y
nuestras raíces”.
El diputado local y presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso local
acompañó su texto con un video donde se le ve conducir un pequeño tractor y fotografías
en medio de un maizal verde, en plena producción, que tiene en Tatahuicapan, su
municipio, del que ha sido alcalde.
El profe Esteban, como le dicen, muestra que no está atenido a vivir del presupuesto
público, que sabe sembrar el campo y, según quienes lo han escuchado en corto, no pasa
por su cabeza terminar como un parásito de la política viviendo a costa del impuesto de
los veracruzanos.
El hombre de la sierra del sur del estado ofrece audiencia pública los miércoles y atiende
a todos quienes lo buscan, no pierde su sencillez, sabe muy bien, como dice la
gobernadora Rocío Nahle, de quien es un gran aliado, que el poder es prestado y, según
repite, quiere irse con la satisfacción de haber tratado de servir a sus paisanos los
veracruzanos, y con ello a su partido.