AL PIE DE LA LETRA
Raymundo Jiménez
Como si no fuera suficiente con la desbordada inseguridad que venían padeciendo con las
extorsiones y ejecuciones de los grupos criminales asentados en Poza Rica, Álamo, Tuxpan
y Papantla, ahora los pobladores de esos y otros municipios de la región norte de Veracruz
sufren la peor tragedia con las torrenciales lluvias que, según el último reporte oficial,
habían provocado hasta ayer domingo 18 muertos y seis personas no localizadas, más de 16
mil viviendas dañadas, 42 comunidades con acceso limitado, 25 vías de comunicación
averiadas y 51 derrumbes.
En total, suman 70 municipios afectados en la entidad veracruzana, de los cuales, 23 son
considerados para atención prioritaria.
Pero las autoridades del gobierno del estado también han salido damnificadas por haber
minimizado inicialmente la magnitud del fenómeno meteorológico y no haber tomado a
tiempo las medidas obligadas de prevención para evitar principalmente la pérdida de vidas
humanas.
Este sábado, el colectivo Académicos por la UV –surgido hace un par de meses en la
máxima casa de estudios del estado para impugnar la ilegal prórroga de cuatro años más
que la oficiosa Junta de Gobierno de la Universidad Veracruzana acaba de concederle al
rector Martín Aguilar Sánchez– difundió un comunicado para expresar su “profunda
tristeza y consternación” así como su “solidaridad con las víctimas y sus familias por la
reciente tragedia ocurrida en la región Poza Rica-Tuxpan”, lamentando particularmente “la
pérdida de valiosas vidas, entre ellas estudiantes de nuestra Universidad Veracruzana”.
Manifiestan también que “esta tragedia obliga a una reflexión institucional profunda” y
exigen “a las instancias correspondientes, tanto estatales como federales, que investiguen a
fondo lo sucedido y se deslinden responsabilidades, específicamente sobre la posible
demora para activar los protocolos de protección civil y emitir comunicados oficiales de
suspensión de actividades en las regiones más vulnerables”.
“Nuestro objetivo –concluyen– es que, con base en los resultados de esa investigación, se
rindan cuentas con verdad y justicia, y se adopten las medidas correctivas necesarias para
que una tragedia como ésta no vuelva a repetirse. Hoy más que nunca, la Universidad debe
actuar con transparencia, sensibilidad y compromiso con la vida y la verdad”.
Por otra parte, en las redes sociales le llovieron críticas a la gobernadora Rocío Nahle y a su
secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno, quien fue exhibida no solo por los
impecables tenis blancos que portaba sin manchas de lodo sino porque desde el 1 de junio
pasado el gobierno de Veracruz se quedó sin cobertura de seguros catastróficos por
fenómenos meteorológicos al no renovar la póliza que la administración del exgobernador
Cuitláhuac García tenía con Seguros BX+, lo que ella sabía porque también ocupó el
mismo cargo en el sexenio anterior.
¿Qué información le pasó a la gobernadora, que un día antes de la tragedia declaró a los
medios que sólo se había desbordado “ligeramente” el río Cazones y que únicamente había
algunas colonias anegadas? Nahle dijo, además, que sabían de una vaguada que se dirigía
hacia esa región, pero que aún no estaban ocupados los albergues y que “el DIF estatal
estará presente mañana para atender a toda la población”.
Sin embargo, informó que se estaba atendiendo por Protección Civil y que las fuerzas
federales habían aplicado el operativo DN-III, pero, por lo que se ve, no evacuaron a
tiempo a la población que estaba en riesgo. A ellos, los rabiosos veracruzanos más
vulnerables de las regiones totonaca y huasteca les cargan sus muertos y desaparecidos.
Para colmo de la mandataria veracruzana, sus aliados políticos tampoco le han aportado
gran ayuda. Al contrario, solamente han provocado mayor repudio popular que ayer
constató en carne propia la presidenta Claudia Sheinbaum en su visita a Poza Rica.
El caso más patético es el de la diputada local de Morena, Adanely Rodríguez, quien le
acaba de arrebatar en los tribunales electorales local y federal el triunfo al excandidato de
Movimiento Ciudadano a la alcaldía pozarricense, Emilio Olvera, la cual fue abucheada por
los damnificados cuando recorría como “reina de carnaval”, a bordo de una camioneta pick-
up, las colonias siniestradas. Inclusive, donadores que llevaban víveres, escobas y artículos
de limpieza para entregar a las familias afectadas, denunciaron en redes sociales que un
grupo de personas, supuestamente ligadas a la próxima munícipe, les prohibieron el paso y
les quisieron quitar los apoyos argumentando que ella los iba a repartir.