Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
En el Evangelio según San Mateo quedó consignado un principio que debiera ser
un mandato obligatorio para todo cristiano: “… cuando tú des limosna, no sepa tu
izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre
que ve en secreto te recompensará en público” (6: 3-4). Antes, se dice también
que: “Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como
hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para ser alabados por los
hombres…” (6: 2).
Recordaba lo anterior mientras compañeros míos, conocidos de muchos años,
ahora en áreas de comunicación social de dependencias federales, me
comentaban, sorprendidos, el afán desmedido de protagonismo que han
observado en los funcionarios del Gobierno del Estado, o delegados o directores
de secretarías del Gobierno federal, así como en diputados, lo que, me
aseguraron, no se ve en otros estados del país, con sus excepciones, donde están
atendiendo situaciones de emergencia a causa de las inundaciones.
Me hacían ver, por ejemplo, que en Veracruz las carreteras federales no sufrieron
daños mayores, pero que, no obstante, la presidenta Claudia Sheinbaum instruyó
al titular de la SICT, Jesús Antonio Esteva Medina, que entrara con todo en apoyo
a los damnificados del norte del estado y que por eso se ha visto maquinaria
pesada limpiando avenidas y calles en Poza Rica, así como abriendo caminos que
comunican pueblos de la Huasteca, pero, que, ¡oh sorpresa!, han visto a los
funcionarios estatales junto a las máquinas tomándose fotos y subiéndolas a las
redes como si el trabajo y el mérito fuera suyo.
A decir de mis interlocutores, eso le repatea a la Presidenta que se haga, por eso
en todas las fotos suyas que ha difundido ha procurado que no se vea la
gobernadora Rocío Nahle y por eso, porque la conocen bien y además lo practican
desde el sexenio pasado, los titulares de Bienestar, Carlos Torres, Coordinador
General de los programas, y Ariadna Montiel Reyes, la secretaria del ramo, jamás
se promueven ni suben alguna foto suya a las redes donde se les vea auxiliando a
damnificados o entregando apoyos.
Me han dicho que no entienden cómo es que la gobernadora no ha ordenado a
sus colaboradores, de todos los niveles, que se dediquen a trabajar sin estarse
promoviendo en las redes, pues se trata de ayudar a quienes lo necesitan y no de
usar las escenas de desastre como escenografía para lucirse; que esa no es la
mística de trabajo que quiere Sheinbaum, por lo que han ido tomando nota de lo
que han estado observando y que no dudan que habrá consecuencias.
Un amigo mío, que vive en Poza Rica, me platicó que el martes 14 llegó el titular
de la CAEV, Luis Fernando Cervantes Cruz, acompañado de un fotógrafo, a la
colonia Lázaro Cárdenas, una de las más afectadas, hizo atravesar un camión
vactor en una calle ligeramente mojada, y sin más se puso a posar para la foto
lucidora y apantalladora haciendo como que recogía una bolsa negra con basura,
pero que cuando lo vieron los vecinos salieron indignados a correrlo (me envió un
video, de la que medio pude sacar una foto), y como él, otros, y nadie les dice
nada.
Nahle: hay pueblos incomunicados; Manuel Huerta: va para largo
Sobre la situación en el norte, la gobernadora Rocío Nahle confirmó el martes por
la tarde que Ilamatlán, en la Sierra de Huayacocotla, continúa incomunicada. Ella
fue, llegó en helicóptero y dijo que supervisó el avance de la apertura del camino.
Por su parte, el “senador del pueblo” Manuel Huerta, desde Xalapa hizo un
llamado a la solidaridad con aquella gente ya que “la necesidad es muy grande y
esto se prolongará por un largo período”. De tal forma que 12 días después, hay
pueblos todavía incomunicados y la situación va para largo. En el caso de
Ilamatlán y muchos pueblos de aquella sierra, la situación pronto se complicará
más con la llegada del preinvierno, pues quienes conocemos el lugar sabemos
que no tarda en llegar la humedad permanente que reblandece el terreno y que
lleva consigo la neblina cerrada y hasta el piso que impide la visibilidad a un
metro.
En Xalapa, también en conferencia de prensa, el profesor Rogaciano Cortés, que
logró salir de aquella sierra, dijo que la comunidad Xaltipa desapareció “al cien por
ciento” y que Chahuatlán y Atempa están destruídas en un 70 por ciento, las tres
del municipios de Ilamatlán, además de que hay personas desaparecidas, con un
problema adicional, cultural diría yo: que aunque les han llegado despensas, la
gente no está acostumbrada a comer enlatados y quiere maiz, frijol, chiles y
tomates, “les urgen”. ¿Llegarán algún día allá aquellos que han ido un día a Poza
Rica solo para tomarse fotos y a hacer como que hacen?
Dañadas, 80% de hectáreas dedicas al cultivo de naranja
El diario La Jornada informó el lunes, en nota de su enviado Fernando Camacho
Servín, que en Álamo, de acuerdo a los habitantes, quedó dañado el 80 por ciento
de las hectáreas dedicadas al cultivo de la naranja, y apuntó algo grave y
preocupante: que los afectados pueden verse obligados a emigrar, a contraer
deudas para sobrevivir y, en el peor de los casos, ingresar a las filas del crimen
organizado para obtener ingresos.
Lo cito como un detalle de lo complejo de la situación, pues no solo se trata de
limpiar calles, abrir caminos y reconstruir, pues sembradíos de otros productos
también se vieron afectados.
Loret pinta el desilusionador panorama en el PAN
Publicó Carlos Loret de Mola en su columna de El Universal del martes que ante el
relanzamiento del PAN nada parece entusiasmar. “No hay nuevas figuras que
prendan, la nueva imagen tampoco fue disruptiva ni existe un discurso que
despierte a la ciudadanía inconforme tras el nocaut del 2024. No se ve caudillo, no
se siente frescura ni existe un concepto que contagie”. Apuntó algo más: “…
desde hace años el reparto de candidaturas es privilegio de un puñado que
garantiza su propia supervivencia, pero nada más. Por eso son los mismos de
siempre”.
Quienes mejor pueden confirmar que es cierto lo que dice son los propios
panistas, por lo menos en Veracruz. En “Prosa aprisa” del lunes comenté el hecho
de que ante el próximo renuevo (es un decir) de la dirigencia estatal este fin de
año o a inicios del que viene, ya alzaron la mano los exdirigentes estatales
Joaquín Guzmán Avilés y José Mancha Alarcón, viejas figuras que ya no prenden,
atraen salvo a unos cuantos interesados que buscan a ver qué obtienen con ellos,
no proyectan ni transmiten frescura y si llegaran de nuevo sería para repartir
candidaturas entre los suyos.
El Chapo y Mancha, Cabranis y los Yunes
De todos modos, van a una contienda que los va a desangrar, porque el grupo
opuesto a ellos, que encabeza el diputado local Enrique Cambranis Torres, que
tiene la mayoría de los consejeros, no se va a cruzar de brazos, y no dudo que a
su lado seguirá estando el grupo de la familia Yunes Linares-Márquez, que aunque
los dos mayores, Miguel Ángel padre y Miguel Ángel hijo, están expulsados por la
dirigencia nacional, en Veracruz mantienen su cuota de poder apalancados en el
municipio de Boca del Río donde ganaron la alcaldía a través de Maryjose
Gamboa, una de las suyas.
Aunque el dirigente nacional Jorge Romero anunció el rompimiento de su partido
con el PRI, dudo que en Veracruz lo secunden, como está ocurriendo en Nuevo
León y Durango, por lo menos mientras Federico Salomón esté al frente de la
dirigencia estatal. Romero ofreció el sábado que “en esta nueva etapa no habrá
designaciones entre cuates, sino apertura total a hombres y mujeres que
representen las causas ciudadanas”. ¿Alguien le cree? Yo tampoco.
El relanzamiento dejó claro a todos que el PAN deja el centro, en el que se ubicó
con el PRI, y la derecha moderada para irse al extremo, a la derecha radical o la
ultraderecha. Aparte mi posición como columnista, porque nunca he comulgado
con la derecha y ahora menos cuando el “nuevo” PAN con su nuevo lema “Familia,
Patria, Libertad” rescata el grito de Mussolini: “Dios, Patria y Familia”, no sentí ni vi
entusiasmo por el relanzamiento.