Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Apenas hace un mes el alcalde suplente de Xalapa, Alberto Islas Reyes prometió
a los vecinos, que el muro de contención que se reconstruye junto al puente
Macuiltépec será seguro y no correrán ningún peligro. *** En esa misma ocasión
admitió que los trabajos de rehabilitación no se habían concluido, pero les aseguró
que no habrá peligro quienes radican esa zona. *** El pasado 17 de junio, luego
de una jornada de intensas lluvias, ese muro de contención -que apenas había
sido construido- se desplomó. El ayuntamiento de Xalapa aseguró que la empresa
encargada de la obra tendría que hacerse responsable y repararlo, sin embargo,
los trabajos de rehabilitación no han concluido. *** En realidad el muro de
contención se tuvo que volver a construir, pues el proyecto original estuvo mal
planteado y permitió que el agua se filtrara por debajo de la cimentación y
provocara el desplome. *** La Dirección de Obras Públicas del ayuntamiento, a
cargo del arquitecto Guillermo Ávila Devezze, no ha informado si los trabajos se
realizan con recursos de la empresa constructora, o si el ayuntamiento está
invirtiendo en reparar una obra que ya había sido pagada. *** Mientras tanto, al
menos una decena de compañías que realizaron trabajos de construcción este
año para el ayuntamiento xalapeño siguen sin poder cobrar por sus servicios. ***
Se quejan de que unas cuantas empresas -las favoritas del titular- son las que
cobran puntualmente y hasta por adelantado, mientras que a las otras les insinúan
que mediante “un acuerdo” (algunos le llaman “moche”) los trámites para el pago
se pueden agilizar. *** ¿Estarán enterados de eso el alcalde suplente Alberto Islas
y el alcalde con licencia Ricardo Ahued?
Alguien le tendría que explicar a la gobernadora Rocío Nahle que -salvo que esté
plasmado en los convenios de publicidad que su administración tenga con algunos
medios, lo que también sería criticable- ella no dicta la línea editorial de los medios
de comunicación, ella no decide qué “es tema” y qué no lo es.
Por supuesto. Todos en Veracruz saben que Rocío Nahle no vive de su sueldo; de
hecho, en la conferencia de prensa que ofreció este lunes, admitió no recordar
cuánto ganaba en la Secretaría de Energía o en el brevísimo lapso en el que
ejerció como senadora.
Alega que ella no estaba enterada de que en el proyecto de presupuesto para el
2026 su secretario de Finanzas, su subalterno, había incluido un aumento salarial
para la gobernadora. Se entiende que el aumento que se plantea -y que,
seguramente, será aprobado con la aplanadora de Morena y sus aliados- está
considerado un aumento en los tabuladores de los funcionarios de la
administración estatal y, en consecuencia, aparece incluida la gobernadora.
“Yo no sabía que iba a haber aumento salarial, ni siquiera está en el presupuesto”,
alegó, pero se equivoca. En la propuesta de presupuesto de egresos para el
próximo año fiscal, la Secretaría de Finanzas y Planeación incorpora un tabulador
salarial. En ese apartado se establece que quien ejerce el cargo de gobernador –
en este caso Rocío Nahle- pasaría (aun no se aprueba) de percibir 67 mil 800.42
pesos mensuales netos en 2025 a 84 mil 750.53 pesos en 2026, lo que representa
un incremento de 16 mil 950.11 pesos, esto es, de un 25 por ciento, mucho más
que la inflación.
Ya lo advertimos en la edición de ayer: en realidad el salario de gobernadora sería
apenas la mitad de lo que ganaba como secretaria de Energía, pero -hay que
insistir- para ella, para Rocío Nahle, lo que aparece en su cheque quincenal “no es
tema”. Mucho más de lo que ganará en todo el sexenio deja el negocio de la
importación de autobuses híbridos, o la renovación del parque aéreo, o la
concentración de toda la obra pública del estado en la oficina de su operador de
confianza, Leonardo Cornejo Serrano.
Y aunque el salario sea lo de menos, esa sola propuesta pinta de cuerpo entero lo
que es este gobierno: habla de economías, pero no duda disponer de los fondos
públicos para llenar aún más las alforjas de quienes hoy ejercen el poder en la
entidad.
Si el aumento salarial a los servidores públicos de primer nivel llegara
acompañado de una exhaustiva y determinante campaña contra la corrupción,
hasta se aplaudiría, pero en cada sector de la actual administración se pueden
apreciar los grandes hoyos que se le han hecho a las arcas estatales.
El salario, gobernadora, sí es tema.
Epílogo.
Para nadie es un secreto que, con más de un año de anticipación, el
exgobernador Javier Duarte hizo público su respaldo a la entonces secretaria de
Energía, Rocío Nahle, para que compitiera por la gubernatura de Veracruz. *** En
la etapa previa a la postulación de candidatos y durante la campaña electoral,
desde la prisión donde sigue purgando su condena, Javier Duarte se dijo
convencido de que Rocío Nahle era “la mejor opción” y se atrevió a sugerirle
algunas acciones en contra de enemigos en común: los Yunes de El Estero. *** En
vísperas de la salida de prisión de Duarte de Ochoa, la gobernadora de Veracruz
dice no estar muy enterada del tema. “Hasta donde ella sabe -dijo- eso le
corresponde al Poder Judicial y a la Federación. *** En realidad la eventual
libertad anticipada de Javier Duarte no sólo atañe a esas dos instancias. Se
requería que fuera desechada la imputación que hizo la Fiscalía General del
Estado (FGE) en su contra, por el delito de desaparición forzada, lo que sucedió
en septiembre del año pasado, cuando ya había sido declarada “gobernadora
electa” Rocío Nahle. *** La percepción de los veracruzanos es que Duarte “se la
jugó” con Nahle y está por cobrar su recompensa: la libertad.
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