Sin tacto
Por Sergio González Levet
Cuando atendemos a las difíciles y complicadas condiciones en que se tiene que
ejercer el periodismo en México y particularmente en Veracruz, no es nada
gratuito que deba existir una instancia oficial que se encargue de dar atención a
los reporteros y comunicólogos que por una de tantas razones caen en alguna
situación delicada.
En nuestro estado funciona desde el 29 de noviembre de 2012 la Comisión
Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), cuya primera
titular fue la doctora Namiko Matsumoto Benítez, una académica de altos vuelos,
especializada en el asunto pedregoso de los derechos humanos, que le infundió a
la naciente área su personalidad y su ímpetu. Debe decirse que esos tiempos eran
de violencia inusitada en contra de los periodistas veracruzanos y la Comisión tuvo
que entrar al quite en situaciones de extrema peligrosidad, cuando perdimos a
muy valiosos colegas que dieron la vida en las batallas para garantizar la
comunicación.
Lo que pudo hacer Namiko Matsumoto en esas condiciones fue mucho dentro
del clima de enfrentamiento entre las autoridades responsables y las células del
crimen organizado que pululaban y se peleaban la plaza de Veracruz con especial
violencia.
Con el término de la administración de Javier Duarte en 2016, la inseguridad
para los comunicólogos pasó de insoportable a simplemente altísima y la CEAPP
siguió cumpliendo su función de atender y en lo posible proteger a reporteros y
fotógrafos que seguían teniendo que arriesgar la vida para poder contarle a la
gente y registrar en la memoria colectiva las historias de nuestra terrible realidad.
Tiempo después, el ligero descenso de la peligrosidad dio pábulo a que la
CEAPP pudiera dedicarse también a otras necesidades de la prensa, y así
muchos reporteros se vieron beneficiados -y lo siguen haciendo- con otro tipo de
atenciones que si no son tan estruendosas como la protección de la vida, sí hacen
mella en ciertas condiciones profesionales y cotidianas que mejoran
sensiblemente las oportunidades para desarrollar su trabajo en condiciones más
aceptables.
Cursos de capacitación, diplomados sobre temas de gran actualidad, apoyo en
situaciones de enfermedad, seguimiento en algunos trámites, asesoría y apoyo
jurídico son acciones que se enderezan en favor de los reporteros de a pie, ésos
que cotidianamente hacen su labor con vocación y sacrificio, pero también con un
fervor digno de uno de los mejores derechos del hombre, el de estar debidamente
informado.
No pongo nombres para evitar olvidos injustos, pero quienes ahora están al
frente de la Comisión -consejeros y funcionarios- han conseguido que se
mantenga un nivel de atención a la altura de las crecientes necesidades de la
prensa en el estado.
Hay CEAPP para rato, y lo pueden signar quienes han sido objeto de sus
atenciones y su protección, que no son pocos.
sglevet@gmail.com
