EL GRAN LOGRO FINANCIERO DEL GOBIERNO DE CUITLÁHUAC.

Ene 9, 2024 | Columnas

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Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
Los pasados 5 y 8 de enero, respectivamente, los dos diarios de México
especializados en economía y finanzas, El Financiero y El Economista, publicaron
sendas notas sobre una de las áreas en la que mejor desempeño tiene el gobierno
de Cuitláhuac García Jiménez: la financiera.
Las notas informativas se dieron con toda la oportunidad tanto porque corren ya los
últimos 11 meses del actual gobierno como porque se ha iniciado el proceso
electoral que renovará el mandato, y la información apunta precisamente a un
tema toral que tiene que ver con quien recibirá la administración.
Un poco de historia
Al asumir la gubernatura en 2016, el entonces gobernador Miguel Ángel Yunes
Linares declaró a Veracruz en “emergencia financiera”. Dijo que la crisis en que
recibía el gobierno superaba “todo lo imaginable”. En diciembre de aquel año no
había ni para pagar los sueldos y las prestaciones de fin de año de los
trabajadores del gobierno del estado, incluido el aguinaldo.
En un mensaje que transmitió a través de la televisión local el 13 de diciembre de
ese año, informó de la imposibilidad de cumplir con esos compromisos debido a lo
colapsada que había dejado las finanzas estatales su antecesor Javier Duarte.
Comentó entonces que requería de 10 mil millones de pesos para hacer frente a la
situación.
Finalmente resolvió el problema en forma provisional solicitando un crédito de corto
plazo (quirografario) por 4,300 millones de pesos, que pagó en el ejercicio fiscal
siguiente. Y cuando Cuitláhuac García Jiménez lo sustituyó en diciembre de 2017
se encontró con la misma situación y se volvió a repetir el esquema con otro
préstamo quirografario por la misma cantidad.
Nahle o Pepe no necesitarán préstamo de fin de año
La buena nueva, porque sin duda es una buena noticia, es que cuando asuman el
gobierno Rocío Nahle o Pepe Yunes el 1 de diciembre próximo, se encontrarán con
la novedad de que la administración cuitlahuista disminuyó progresivamente esa
necesidad financiera de fin de año, por lo que ya no habrá necesidad de solicitar
esos fondos extraordinarios, además porque les dejarán recursos disponibles.

De acuerdo a la información que se publicó en los medios citados, de 4,300
millones de pesos que se solicitaron en préstamo bancario en 2017, la cifra se
redujo a 2,500 millones de pesos en 2018, bajó a 2,400 millones en 2019, se
redujo a 1,800 millones de pesos en 2020, disminuyó a 1,600 millones en 2021,
pasó a solo 1,000 millones en 2022, y en 2023, el año pasado, ya no hubo
necesidad de pedir prestado más.
Creo que en solo dos años, en el que llegaba y en el que se iba, el gobernador
Yunes Linares no podía hacer prácticamente nada más que lo que hizo:
administrar el déficit, de ahí que el mérito de lo que se ha logrado es del gobierno
de Cuitláhuac García, y tiene que reconocerse.
Duarte colapsó las finanzas estatales
Durante el gobierno de Duarte, los créditos a corto plazo fueron registrados como
créditos simples, por lo que pasaron a engrosar la deuda general que se tenía y
que se tiene ahora. Ese sobreendeudamiento llevó a que la Federación
implementara mecanismos de control y evaluación, y a partir de 2016 la Ley de
Disciplina Financiera obliga al registro de los créditos de corto plazo.
Un año previo a aquel año convulso de 2016, el entonces secretario de Hacienda y
Crédito Público, Luis Videgaray, en una reunión en su casa con el entonces
dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones; con el secretario de
Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y con el presidente de la Comisión de
Hacienda y Crédito Público del Senado, José Francisco Yunes Zorrilla, les confesó
en corto que ya le había dado muchas vueltas al asunto y que no le encontraba la
“cuadratura al círculo”, a la enorme deuda que tenía ya el gobierno de Duarte, es
decir, que no encontraba cómo enfrentarla.
(Aquí he publicado que desde entonces coincidían en que había que sacar del
gobierno a Javier, que había que alertar e informar de la situación al presidente
Peña Nieto, además advertirle que se veía venir una derrota del PRI en Veracruz,
pero que nadie quería hacerlo, hasta que Osorio Chong aceptó la encomienda.
Cuando la cumplió, Peña Nieto se negó a moverlo y su principal argumento fue
que Duarte sabía ganar elecciones. El tiempo les dio la razón.)
En realidad, Duarte actuó con irresponsabilidad desde que al asumir al gobierno
aceptó recibir la deuda que le dejaba Fidel Herrera Beltrán por 25 mil millones de
pesos sin decir nada. Él casi la dobló después. Aunque en su primer año pudo
haberla disminuido y poner en orden, pero no se apegó al esquema que le diseñó
el entonces secretario de Finanzas, Tomás Ruiz, con quien terminó mal debido a
ello.

Cuitláhuac ha respetado el esquema de Lima Franco
Aquí entra un pequeño gran detalle que tiene que reconocérsele a Cuitláhuac: a
diferencia de Duarte, él sí ha respetado el esquema o los esquemas diseñados por
el secretario de Finanzas de su administración, José Luis Lima Franco, y ahora se
tienen los resultados.
Una sola vez, al inicio del gobierno, tuve un encuentro con Lima. Recuerdo que en
el transcurso de un café me platicó su amistad con el gobernador, desde que
estudiaban en Europa, uno en Inglaterra y el otro en Alemania, y mi gran sorpresa
fue cuando me dijo que Cuitláhuac no daba un paso en materia económica si no se
lo consultaba. Para mí, eso explica por qué este gobernador se va en medio de un
ambiente menos agitado en materia económica y financiera en comparación con
Duarte.
Qué duda cabe que la de Lima Franco ha sido una gestión financiera eficiente. En
esta columna he comentado en diversas ocasiones que es uno de los puntales del
gobierno de Cuitláhuac, que le ha dado buenos resultados.
Lo que me extrañó fue que en el gobierno nadie cacareara el huevo, la información
que se publicó en los medios mencionados al inicio, que moviera en los medios
locales, en declaraciones, uno de los pocos logros que verdaderamente cuentan,
más cuando se está en año electoral y en cosecha de votos. Fidel Herrera Beltrán
no hubiera soltado el logro en muchos días y hubiera hecho el mayor ruido posible
presumiéndolo.
Nahle rehúye a la prensa del puerto
No parece precandidata en campaña. Parece más ya una gobernadora.
Compañeros reporteros del puerto, en medio del mal tiempo que prevalecía,
esperaron ayer a Rocío Nahle afuera del edificio del Consejo Coordinador
Empresarial para entrevistarla, pero cuando llegó los ignoró.
En un principio, la señora hablaba en su discurso de discriminación. Nadie la ha
discriminado. Por el contrario, cuando los medios les ofrecen sus espacios sin
costo alguno, para que hable, para que diga su mensaje, para que se luzca, si se
quiere, los trata con indiferencia y hasta con desprecio. ¿Qué quiere entonces?
Una de dos: o se siente muy segura de que lleva y tiene ganada la elección y por
lo mismo que ya es la futura gobernadora, o es demasiado su soberbia.

A la señora lo que más le pesa es su origen zacatecano, lo que provoca el rechazo
de los veracruzanos, pero no hace nada por congraciarse con ellos, ni siquiera
permite el acercamiento de la prensa, que le puede servir.
Si así se comporta como precandidata, ¿qué no irá a hacer cuando sea candidata
y, eventualmente, gobernadora?
Con justa razón, los compañeros del puerto criticaron su actitud en las redes
sociales y sus malquerientes aprovecharon para repercutir su mal comportamiento
con la prensa veracruzana.