Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Desde que se fue Miguel Alemán de la gubernatura
llevándose la bonita cantidad de 3 mil 500 millones de pesos
y no tuvo la decencia de decirnos que los pagaríamos
nosotros, los veracruzanos nos agarramos a una frase
esperanzadora: “Lo bueno es que ya no nos puede ir peor”. Y
la repetimos con más fe cuando se fueron Fidel, Javier y
Miguel Ángel porque nos fue mucho peor.
Para cuando llegó Cuitláhuac García, nadie levantó la mirada
al cielo dando gracias al Señor quizá porque imaginábamos
la que se nos vendría. Y como fue. El tipo resultó ser más
ignorante, déspota, arbitrario, pusilánime, sectario, abusivo,
represor, autoritario y corrupto que sus antecesores, pero con
un plus: ha sido el más despistado de cuantos han pisado la
oficina principal del Palacio de Gobierno. Y el siguiente
ejemplo lo pinta de cuerpo entero.
Este lunes fue hallado el cadáver desmembrado de un
hombre en dos casas abandonadas del centro de Xalapa y
como sucede en estos casos, la Fiscalía estatal abrió una
carpeta de investigación y agregó que había un detenido.
Pero Cuitláhuac, al que le subyuga el papel de Fiscal
Adjunto, dio más información. Dijo que en efecto había un
detenido, que éste conocía a la víctima y que entre ellos
había “un tema muy personal”, con lo que abrió la puerta a
las especulaciones y a los malos pensamientos.
Aseguró enfático que el desmembrado no era cineasta como
se comentó por ahí, sino que ambos eran iluminadores. Y tan
minimizó este oficio que poco faltó para que dijera que eran
electricistas.
Pero resulta que la víctima sí era cineasta, se llamaba Víctor
Muro Velázquez, era integrante de la empresa “Aluxes Casa
Productora” y participó (entre otras) en las películas “Roma”
y “El crimen del padre Amaro”, por lo que el Fiscal Adjunto
tuvo que modificar su versión. Ahora ya no eran
iluminadores ni traían un tema muy personal, sino que
andaban buscado locaciones para una película cuando surgió
un diferendo que resultó fatal.
¿Qué motivó el pleito? ¿Por qué el asesino desmembró a su
víctima con tanta saña? ¿Sólo una persona hizo pedazos al
cineasta? ¿Cómo fue que lo escondió en dos casas? Nada de
esto contestó Cuitláhuac que dejó las respuestas a la Fiscalía
para cuando termine la investigación.
Es decir, el gobernador se concreta a dar la primicia, lo
demás no es asunto suyo, lo que mueve a preguntar: ¿de
dónde saca información que echa a volar sin ningún
sustento?
Sus cercanos dicen que de los primeros reportes que recibe la
propia Fiscalía que generalmente son poco claros. El resto lo
toma de aquí y de allá y con eso cocina un potaje que ofrece
a los reporteros y que invariablemente lo hace quedar en
ridículo.
Y así se la ha llevado por casi seis años; de mentira en
mentira. Pero no le hablen de realidades porque lo dislocan.
En la primera semana de gobierno de Claudia Sheinbaum
hubo en Veracruz una balacera que dejó dos muertos y dos
heridos; se perpetraron tres feminicidios, cuatro asesinatos
violentos y se reportó un desaparecido. Pero cuando le
preguntaron si el desmembrado en Xalapa aumentará la
percepción de inseguridad contestó molesto: ¿Cuál
inseguridad?
Futa…
Cuitláhuac se va dejando un estado más violento, inseguro,
desamparado y desprotegido que el que recibió. Un estado
pésimo en todos los aspectos.
En lo único que se parece a sus cuatro antecesores es que se
va detestado. Y era en ese punto que expresábamos: “Lo
bueno es que ya no nos puede ir peor” porque realmente
sentíamos que habíamos tocado fondo.
Pero no ha sido así, lector.
Por eso y muchas cosas más, no pienso volver a decir esa
frase. No vaya a ser que el fondo se abra y caigamos todos
en el meritito infierno.
bernardogup@hotmail.com