¿AMLO JUEGA A PERDER?

Abr 17, 2024 | Columnas

WEB MASTER
Últimas entradas de WEB MASTER (ver todo)

Sin tacto.

Por Sergio González Levet.

Dicen quienes han estudiado con cierta profundidad el tema que los dictadores
llegan a un momento de su gloria en el que empiezan a actuar como si quisieran
perder todo lo que pudieron acumular durante su larga o corta estancia en el
pináculo del poder.
Relatan, por ejemplo, la manera en que por sus corruptelas sin freno Fulgencio
Batista consiguió perder el apoyo de los gringos en 1958 y por eso lograron entrar
triunfantes a La Habana las fuerzas de Fidel Castro, o cómo Anastasio Somoza en
1979 mandó a bombardear Managua y sacó a la calle en su contra a los
ciudadanos que temían ir a pelear junto a los sandinistas.
Cuando la potestad se le acaba al Patriarca, él mismo parece percibirlo de
manera inconsciente, y comete errores y exageraciones que lo condenan a perder
toda su fuerza y su preeminencia.
En México y en este convulso 2024, estamos asistiendo al espectáculo de un
gobernante autoritario que pretendió perpetuar su movimiento y -aunque diga lo
contrario como buen mentiroso- a él mismo en el Gobierno de la República.
Bien dice el dicho: te puedes salvar del rayo, pero no de la raya, y pareciera que
Andrés Manuel López Obrador y su Cuarta Transformación tuvieron una vida
efímera que está llegando a su límite en buena parte gracias a los yerros
continuos y permanentes de su propio engendrador.
Dígame usted si no el émulo de Mesías tropical cada día que pasa hace una
barbaridad que echa una nueva palada en la tumba de su sueño guajiro.
Pongo tres ejemplos.
1. Para que fuera la candidata a la Presidencia de la República, estuvo
promoviendo a Claudia Sheinbaum por cinco años, pero ella nunca creció. La

tiesura de su imagen nadamás no levantó ninguna simpatía entre el pueblo bueno
y honrado, de modo que debió haber sido hecha a un lado para que entrara el
mejor candidato de Morena, que era con mucho Marcelo Ebrard. Si él hubiera
quedado, tal vez los 25 puntos de ventaja que presume Claudia serían una
realidad y no una invención, y no estarían temblando ante el crecimiento pasmoso
de Xóchitl Gálvez.
2. En la Ciudad de México, la mejor carta con mucho era Omar García Harfuch,
con su apostura y sus logros en el manejo de la seguridad. Pero el Presidente
mandó a decir que no, y quedó como candidata del frente Juntos Haremos Historia
una impresentable Clara Brugada, mala alcaldesa de Iztapalapa, que ya está
debajo de Santiago Taboada, el abanderado del PAN, el PRI, el PRD y un ciento
de organizaciones ciudadanas.
3. Y en nuestro querido Veracruz, quien ganó de calle la encuesta interna de
Morena fue Manuel Huerta Ladrón de Guevara, que con su experiencia y su
trabajo al frente de los programas sociales hubiera sido un candidato muy
competitivo incluso frente al despertar ciudadano en favor de Pepe Yunes.
Pero Andrés mandó que fuera la nada carismática Rocío Nahle, que no es
veracruzana, que traía encima el fardo de los gastos excesivos en la refinería de
Dos Bocas que no concluyó, y una debilidad enorme por sus gastos excesivos de
campaña y por su suntuoso estilo de vida.
¿Qué pasa con Andrés Manuel? ¿Será que está jugando a perder?

sglevet@gmail.com