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May 6, 2025 | Columnas

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Desde el Café

Bernardo Gutiérrez Parra
Cuando Fidel Herrera sufrió su primer derrame cerebral en marzo
del 2018, su imagen, la de Javier Duarte y la del PRI ya estaban por
los suelos. Al nativo de Nopaltepec se le señalaba de andar en malos
pasos, a Javier de corrupto y ladrón y al PRI de haberlos hecho
gobernadores a los dos.
El ambiente en Veracruz era tenso, los veracruzanos estaban
iracundos porque ambos individuos los habían engañado. Nadie
quería saber nada sobre la enfermedad de Fidel, tampoco sobre
Javier que ya estaba en prisión y menos sobre el PRI al que
calificaban de partido corrupto y hacedor de corruptos. Lo único que
querían era que se acabara la violencia.
En esa atmósfera de cortocircuito, un alto dirigente del tricolor me
dijo un año después, cuando el exgobernador estaba convaleciente:
“Si por desgracia se muere Fidel Herrera, hablaremos con su familia
para que lo traigan aquí (al edificio del PRI estatal), donde lo
arroparemos y le haremos un homenaje como lo que fue; uno de los
mejores gobernadores de Veracruz”. Y por varios minutos estuvo
ponderando sus virtudes.
Confieso que me pasmé. Fidel no era pero ni con mucho el político
carismático que una vez fue, por el contrario; estaba acusado de
endeudar a la entidad con más de 20 mil millones de pesos y dejarla
en manos de la violencia y la inseguridad. Homenajearlo en el PRI
(o donde fuera) hubiera armado la tremolina.
El ex gobernador sobrevivió a dos derrames cerebrales y el pasado
viernes falleció en la Ciudad de México. Y no hubo aquel homenaje,
sino una esquela sobria donde el tricolor y sus militantes lamentan

su sensible fallecimiento y envían “sentidas condolencias a sus
familiares y amigos deseándoles pronta resignación”. Eso fue todo.
Su más enconado enemigo Miguel Ángel Yunes Linares escribió en
sus redes: “Mis más sinceras condolencias a la familia Herrera
Borunda por el sensible fallecimiento del Licenciado Fidel Herrera
Beltrán, quien fuera Gobernador de Veracruz y legislador federal.
Que descanse en paz”. Y con ello cerró una historia de
confrontaciones que comenzaron en 1992, durante la campaña de
don Patricio Chirinos; hace más de 30 años.
Más sinceras fueron las condolencias de la gobernadora Rocío Nahle
que escribió en sus redes: “A nombre del pueblo de Veracruz y de
una servidora, extiendo las sentidas condolencias a familiares del
exgobernador Fidel Herrera Beltrán ante su sensible fallecimiento.
Fue un destacado político y representante de Veracruz en varios
escenarios de la vida pública. QEPD”. Además del mensaje, mostró
su calidad humana al enviar una corona a nombre de ella y de su
familia a la capilla ardiente donde velaron los restos del ex
gobernador.
En contraste, los veracruzanos de a pie no fueron generosos con sus
comentarios. Por el contrario, hubo hasta palabras infamantes y
llenas de rencor en las redes. El reclamo principal; la violencia “que
nos dejaste de herencia”.
Y uno pensaría, al margen de reconocimientos y denuestos, ya murió
Fidel y la vida sigue, pero no.
Este lunes, la gobernadora informó que la familia del difunto solicitó
que se le rinda un homenaje protocolario en el Congreso local. Y
aunque la petición fue hecha al secretario de Gobierno, Ricardo
Ahued, la respuesta depende del Congreso.

Cuando le preguntaron si un personaje señalado por presuntos nexos
con la delincuencia debe recibir ese tipo de homenajes contestó: “Yo
no soy quien para decir si es justo o no el homenaje; yo actúo como
gobernadora”.
Pero en el Congreso local la petición sacó ronchas.
La presidenta de la mesa directiva, Tanya Viveros Cházaro, dijo que
sería “anticlimático” homenajear de esa manera a Fidel. “Nadie le
desea la muerte a nadie y, sobre todo, en el humanismo mexicano
buscamos tener mucha sensibilidad, pero también no olvidamos…
Yo creo que hay cosas que han marcado la vida de nuestro Estado
para bien o para mal, y en ese sentido, no creo que sea prudente
rendirle honores”.
Mientras en las redes los denuestos y descalificaciones suben de
tono, en el Congreso local se tomó una decisión más o menos
salomónica.
El presidente de la Jucopo, Esteban Bautista Hernández, dijo que no
será un homenaje sino un acto póstumo. “Se tendrán (en el recinto
del Congreso) las cenizas del ex gobernador y lo haré público para
quienes gusten ir a despedirlo”. ¿Cuándo? “Probablemente el
domingo”.
Carismático y controvertido, admirado por unos y odiado por otros,
Fidel Herrera estará por última vez en el recinto del Congreso local
del que salió el 1 de diciembre del 2010.
¿Y tu qué opinas? Me han preguntado.
Yo opino que a los muertos hay que dejarlos descansar en paz. Pero
lo importante es lo que opines tu, lector, porque lo que digas siempre
será valioso.
bernardogup@hotmail.com