AQUÍ LO MATAN A UNO POR NADA

Nov 13, 2024 | Columnas

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Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
La noticia la supo Cuitláhuac García el mismo sábado por la noche.
En la comunidad de Entabladero, municipio de Espinal, hubo dos
asesinados. “De seguro eran malandros”. Pero el domingo le
ampliaron la información: “Los asesinados eran dos hermanos
menores de edad”. “De seguro eran narcomenudistas, ¿verdad?”.
“No señor, eran monaguillos de la iglesia del pueblo”.
Alex de 15 años y su hermano José Juan de 13, estaban sentados en
una jardinera frente a la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe,
esperando a que su madre terminara las labores de limpieza en la
iglesia, cuando sujetos a bordo de una motocicleta les dispararon
para después huir.
De acuerdo a testigos, el ataque fue directo.
Este lunes Entabladero, comunidad cercana a Poza Rica, amaneció
sumida en la tristeza y consumida por la impotencia y la rabia.
Nadie quiere hablar. En la jardinera donde quedaron los cuerpos
flameaban unas veladoras junto a imágenes de santos y modestos
ramos de flores.
Lo que más causa rabia son las versiones propaladas desde el centro
del estado, que sugieren que los adolescentes andarían en malos
pasos, cuando en Entabladero todo mundo se conoce y avalan la
conducta de los jóvenes ejecutados.
“Alex y José Juan eran unos chamacos que por las mañanas asistían
a la escuela, por las tardes ayudaban al párroco a oficiar la misa
como monaguillos y por la noche auxiliaban a su mamá en la
limpieza de la iglesia. Eran buenos muchachos y sin vicios. De

haber andado en otras cosas se hubiera sabido porque aquí todo se
sabe”, me dijo un hombre mayor de nombre Miguel.
Fue hasta el martes a mediodía que el gobernador envió un mensaje,
pero el subconsciente lo traicionó: “Respecto a los recientes hechos
sucedidos en nuestro estado, trabajamos para garantizar que haya
impunidad (sic) y hacer justicia”.
Y en efecto, vaya que ha garantizado la impunidad de los
delincuentes que este fin de semana dejaron un cráneo humano en
Minatitlán, incendiaron varios autos con bombas molotov y mataron
a dos adolescentes en Entabladero.
Quien salió a dar la cara pero solo para la foto, fue el secretario de
Seguridad Pública, Cuauhtémoc Zúñiga, que repitió el cliché. “Hay
un gran avance en la investigación de estos hechos; en su momento
la Fiscalía dará información al respecto”.

¿Líneas de investigación por parte de la Fiscalía? Quién sabe. Pero
en Entabladero se habla de dos probables causas por las que habrían
ejecutado a los hermanos. La primera es que los “invitaron” a
integrarse a un grupo delincuencial y al negarse los mataron. Y la
segunda; que el sicario que los mató los utilizó como blanco.
No sería la primera vez (me dijeron) que sicarios de Poza Rica,
Papantla o Álamo, entran a Espinal o alguna de sus comunidades, a
disparar indiscriminadamente contra quien tenga la desgracia de
atravesárseles en el camino, para después huir sabedores de que
nadie los perseguirá porque, como dice el gobernador, tienen
garantizada la impunidad.
Y por desgracia esto tiene su lógica lector, porque como afirman en
Espinal: “Aquí lo matan a uno por nada”.
bernardogup@hotmail.com