ASÍ COMENZÓ SU CALENTURA

Jul 29, 2024 | Columnas

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Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Cuando el jueves 18 de julio Claudia Sheinbaum dio a
conocer los últimos tres nombres de quienes integrarán su
gabinete y el de Cuitláhuac García Jiménez no apareció por
ningún lado, investigué si en efecto la señora lo había
invitado a formar parte de su círculo cercano y la respuesta
es no. Jamás lo hizo.
Lo más cerca que estuvo de una noticia de ese calibre fue en
agosto del 2023, cuando la ex Jefa de Gobierno concedió una
entrevista al diario Imagen del Golfo y a la pregunta de si
invitaría al gobernador veracruzano a formar parte de su
equipo de campaña, respondió: “Sí bueno… si quiere venir
conmigo adelante”. Pero de inmediato agregó: “Él tiene que
terminar su proceso en Veracruz”. Es decir, el mensaje fue:
“que ni se acelere”.
Pero Cuitláhuac y sus corifeos se aceleraron.
Al día siguiente trascendió que García Jiménez no terminaría
su sexenio porque estaba por aceptar una invitación de la
candidata y futura presidenta (aunque en esa fecha no era ni
lo uno ni lo otro) para ocupar un cargo “de suma
importancia” en su equipo de trabajo.
Y de ahí pal real.
En enero de este año Cuitláhuac ya no se aguantó las ganas y
declaró que había aceptado la invitación. “Yo deseaba no

crear expectativas, pero la hoy candidata a la presidencia de
la República me hizo una invitación pública y la acepté. La
acepté porque hace poco dije que no sé qué voy a hacer el
día 1 de octubre”.
Reitero, el único remedo de invitación lo hizo la señora en la
entrevista con Imagen del Golfo, pero nunca se supo de una
reunión o un telefonazo que sugiriera la posibilidad de que
Cuitláhuac pasaría a formar parte del gabinete legal.
Que le entrara la calentura futurista, que se emocionara por
su cuenta y echara a volar la versión de que ocuparía una
secretaría, eso ya es harina de otro costal.
Durante cinco jueves (entre el 20 de junio y el 18 de julio)
estuvo al pendiente de los nombramientos porque tenía la
certeza de que le tocaría algo grande.
Y miraba alto; primero a la Secretaría de Gobernación o
Relaciones Exteriores, después a Economía, la SEP o la
Sedesol, más adelante a la Secretaría de Energía y por último
a Turismo, pero no hubo nada para él.
“No le dieron ni una reata para que se ahorque, aunque
seguramente le darán un pirulí para que se entretenga”, me
dijo un analista político.
Y ese pirulí era la dirección del IMSS que le arrebató Zoé
Robledo pues repetirá en el cargo a “sugerencia” del señor
presidente.
“Me parece injusto que no le haya tocado una secretaría a mi
jefe, cuando desde siempre apoyó a Claudia”, me dijo uno de

sus cercanos y es cierto. Si alguien apostó todas sus canicas a
la doctora ese fue Cuitláhuac García que nunca cambió de
bandera.
Pero a diferencia de Andrés Manuel, Sheimbaun está
apostando por la capacidad en lugar de la fidelidad o el pago
de favores. Así que con la pena.
Además, no creo que le interesa tener muy cerca a un sujeto
cuyo gobierno carga con el estigma de arbitrario, represor y
violador de los derechos humanos.
Aunque en efecto, algo le va a tocar. Quizá lo nombren
director del Diario Oficial, un puesto bien remunerado donde
no tendrá que hacer absolutamente nada y no le hará daño a
nadie.
Aún hay dos secretarías cuyos titulares no han sido
nombrados, dirá el lector avezado y es verdad. Son la
Secretaría de Marina y la de la Defensa Nacional.
Pero no veo a Cuitláhuac con el uniforme albo de Almirante
y mucho menos con el verde olivo de General de cuatro
estrellas.
¿Tu sí lo ves, lector?
bernardogup@hotmail.com