Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
A la alta escuela, al más puro estilo de Arsenio Lupin, el personaje de ficción francés
famoso por su sagacidad y su don para disfrazarse, Miguel Ángel Yunes Márquez,
“Chiquiyunes”, habría burlado ayer a la fiscal Verónica Hernández Giadáns y su policía, a
la Interpol y a la Guardia Nacional, se habría colado en el Senado y habría logrado que lo
credencializaran, con lo que habría quedado listo para acceder a la sesión solemne en la
que rendirá protesta el próximo 1º de septiembre, dentro de 10 días, y así convertirse en
nuevo senador y gozar de fuero, de acuerdo a una fuente digna de todo crédito para el
columnista.
Ayer martes, 20 de agosto, se abrieron los registros para credencializar a los próximos
senadores electos por mayoría o primera minoría y uno de los primeros en hacerlo, a las
10 de la mañana, habría sido el panista, de acuerdo al registro oficial del recinto, según mi
fuente.
En el Salón de Pasos Perdidos (así se llama a la antesala al recinto de la Cámara), con
toda la atención le habrían tomado las fotos respectivas y entregado su credencial, así
como un pin emblemático de la Legislatura y un paquete de normatividad que incluye la
Ley Orgánica del Senado, el catálogo de Servicios Administrativos, los lineamientos del
Recinto Legislativo y la Constitución Política.
Cabe destacar que la sede del Senado se encuentra resguardada por la Guardia Nacional
pero lo curioso y sorprendente es que nadie habría visto ni se habría dado cuenta del
ingreso ni de la salida del veracruzano, no obstante que cuenta con una ficha de la
Interpol. El 13 de julio pasado, la fiscalía de Veracruz solicitó a la Unidad de Asuntos
Policiales Internacionales e Interpol México activar una alerta migratoria para localizar al
excandidato al gobierno del estado.
Sin embargo, se me aclaró, aunque ya cuenta con su identificación institucional, Yunes
Márquez aún no es senador hasta que rinda protesta en la sesión solemne en la que se
instalará el nuevo Congreso federal.
Entre quienes supieron lo sucedido se desataron diversas versiones: que se disfrazó para
burlar a quienes lo persiguen, que lo metieron en la cajuela de un vehículo, que
sobornaron a los policías, que se introdujo por una coladera, que ya estaba adentro desde
días antes. Lo único cierto, de confirmarse, es que dejó en ridículo a la fiscal Hernández
Giadáns y la noticia seguramente, al trascender, habría causado berrinches lo mismo en
el palacio de gobierno que en El Dorado, lo que aseguraría la salida de Verónica de la
fiscalía tan pronto entre el nuevo gobierno.
Porque el 17 de junio pasado, la gobernadora electa, Rocío Nahle, criticó a la fiscal y la
acusó que “se tardó” en investigar a Yunes Márquez, a quien se había citado a
comparecer tres días antes por un hecho denunciado en 2021, hacía más de tres años.
Los presuntos delitos por los que se le acusa son uso de un documento falso, falsedad
ante la autoridad y fraude procesal. La señora lamentó que la fiscalía se hubiera retrasado
en darle seguimiento a la denuncia.
Dijo que el tema debió haberse atendido antes del proceso electoral, para limitar la
postulación de Yunes Márquez como candidato al Senado. “Para mi gusto se tardó la
fiscalía”. Comentó que lo conveniente entonces era que la misma fiscal enviara al Senado
documentación donde informara cuál era la situación legal de Miguel Ángel hijo, con la
idea de que no pudiera rendir protesta el 1º de septiembre. Verónica Hernández Giadáns
habría fracasado. No habría podido o no habría querido actuar, porque cuando se tiene el
poder todo es posible, aunque se caiga en la ilegalidad. Habría quedado demostrada su
ineficiencia.
Por su parte, Yunes Márquez ha denunciado que se trata de una persecución política.
“Podrán dictarme orden de aprehensión, lo que no podrán nunca es doblarme”, publicó el
11 de julio en las redes sociales. “Es una vergüenza que los órganos de justicia de
Veracruz se utilicen no para perseguir delincuentes, sino para perseguir opositores,
adversarios”. Dijo que la denuncia en su contra la habían sacado “del bote de la basura”
porque ya había sido resuelta en su momento por los órganos electorales. “No seré trofeo
de Morena”.
Difícilmente atajarán ya al joven panista, pues incluso circuló la versión de que ya se
resguardó en un cubículo del PAN en el recinto legislativo, a la espera de la sesión
solemne, donde permanecerá encerrado para no exponerse a ningún riesgo y poder
rendir protesta constitucional.
En general, la familia Yunes Linares-Márquez exhibe al gobierno de Cuitláhuac García
Jiménez, pues adentro manejan que hay tres denuncias contra Miguel Ángel, tres contra
su hermano Fernando, cinco contra su papá y dos contra su esposa por diversos
presuntos delitos, pero todos viven despreocupados como si contaran con protección
oficial, aunque se les olvida que los de El Estero están cargados de experiencia y de
recursos para enfrentar y evadir cualquier situación en contra, como ya lo están
demostrando.
Secretaría General del Senado da otra versión y dice que no ocurrió
Contrario a la versión que tiene el columnista, la Secretaría General de Servicios
Parlamentarios del Senado informó que rechazaron el intento de Yunes Márquez de
obtener su credencial porque no se presentó e intentó lograrlo a través de un
representante legal, según una nota que publicó el portal alcalorpolitico, firmada por su
reportero José Topete.
“Aunque el personal administrativo inició el proceso, la credencial no fue emitida, ya que,
según los lineamientos del Senado, el interesado debe presentarse en persona para
completar la diligencia”, según la versión del Senado.
La nota del reportero dice que el Comité Ejecutivo Nacional del PAN convocó para el
próximo lunes a sus nuevos diputados federales y senadores, incluido Yunes Márquez, a
una sesión plenaria obligatoria, previa a la instalación del nuevo Congreso federal.
De acuerdo a esta otra versión, presuntamente Miguel Ángel hijo estaría en Miami,
Florida, atendiéndose de problemas de salud. En la versión que se me dio, no sin
sorpresa lo habrían visto ayer en el Senado.