Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Cuando faltan nueve meses para que los veracruzanos elijan a 212
nuevos alcaldes, partidos y candidatos se mueven. Los suspirantes
de Morena aguardan a que la gobernadora electa Rocío Nahle
termine de depurar la lista. En el PAN comenzó la selección de los
probables; Movimiento Ciudadano ya tiene a varios precandidatos;
el PVEM y PT están a lo que les diga Morena y el PRI… ¿el PRI?
Sí, el PRI ¿qué onda con él? Nada, en el PRI no pasa nada.
En otros tiempos y por estas fechas, la oficina del tricolor se
atiborraba de sujetos que con papeles en la mano como la credencial
del partido, acta de nacimiento, cartilla liberada, constancia de no
antecedentes penales (documento opcional, porque si el individuo
había estado en el bote pero seguía siendo priista, se le daba una
segunda, tercera, cuarta o quinta oportunidad), un folder así de
grueso con firmas de apoyo a su candidatura y al menos dos
centenares de bulliciosos acarreados, llegaban a solicitar su registro.
Y una vez registrados, rogaban a Dios porque el señor presidente y
el señor gobernador los señalaran con su índice bendito.
“Hubo ocasiones en que se registraron hasta cinco aspirantes para un
solo municipio, aunque en promedio eran tres por municipio. Y mire
usted ahora, ni las moscas se paran por aquí”, me dijo con tristeza y
nostalgia un viejo trabajador del partido el jueves anterior.
Un día después y en un restaurante de Xalapa, un compañero de
oficio y este tu servidor lector, nos topamos con uno de los pocos
priistas honrados, decentes y carismáticos que quedan en ese
partido.
El político nos saludó sonriente y afable y cuando mi colega le
preguntó si se estaba preparando para las elecciones municipales
contestó sin dejar de sonreír: “Ustedes no entienden ¿verdad?” Mi
colega insistió augurándole que sería un excelente candidato a la
alcaldía de Xalapa. “Un candidato ganador” le dijo.
“Candidato a la alcaldía ¿por el PRI?”, interrogó el aludido. Y a los
tres se nos borró la sonrisa.
Tan urgidos están los veracruzanos de que los gobiernen hombres y
mujeres honrados, honestos e incluso con olor a santidad, que si uno
de ellos manifestara su deseo de contender por una alcaldía, de
inmediato contaría con el respaldo de la mayoría. Pero si agrega que
irá como abanderado del PRI, los votantes se correrán al otro
extremo y lo acusarán de corrupto, ladrón y bandido.
Y es que si el PAN, MC, PVEM y PT son mal vistos por la raza
jarocha, aguas con el PRI lector, porque quienes no lo detestan lo
abominan.
Y el encono viene de lejos. Desde 1997 cuando el líder del PRI,
Miguel Ángel Yunes Linares recibió la encomienda de seleccionar a
los candidatos a las presidencias municipales y desechó a los
mejores para imponer a sus impresentables cuates. Esto hizo
explotar el furibundo rechazo de la paisanada que contestó el golpe.
Esa fue la primera vez que le pegaron duro al partido ya que de los
entonces 210 municipios en disputa ganó en 103, mientras que la
oposición triunfó en 107. Lo que le costó al choleño decirle adiós a
su anhelo de ser el sucesor de don Patricio Chirinos en la
gubernatura.
Pero 27 años después, las cosas están lo que le sigue a patéticas y
vergonzantes.
Y es que de acuerdo con estimaciones del propio PRI, harán fiesta si
en 2025 ganan en diez de los ahora 212 municipios.
Qué tristeza, caray, pero es la realidad.
Gracias a los buenos oficios de Miguel Alemán, Fidel Herrera y
Javier Duarte de Ochoa a nivel estatal y de Alejandro “Alito”
Moreno a nivel nacional, el PRI se ha convertido en un partido de
papel.
Un partido condenado a ir de vil comparsa el próximo año y los
venideros. Un partido que mientras se acaba de morir, sobrevivirá
causando lástima.
De ahí que los políticos decentes y honestos que aún le quedan se
pregunten: ¿competir en las elecciones municipales como candidato
del PRI? Futa…
Vaya compromiso.
El tráiler del colapso
Está circulando en las redes el tráiler de la película documental
“2016: El Año de la Crisis”, del director Gustavo Vega. Son 58
segundos de pura candela sobre la crisis económica y política que
azotó a Veracruz en ese año, el último del malhadado gobierno de
Javier Duarte de Ochoa.
El tráiler ha despertado interés entre los veracruzanos por ver este
documental que se estrenará el 31 de agosto y el 1 de septiembre en
la Cineteca Veracruz y en los cines de la entidad.
bernardogup@hotmail.com