Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
Entre tantos anuncios que hizo Claudia Sheinbaum al asumir la presidencia, me llaman la
atención dos, de profundo contenido político, que impactarán en Veracruz.
Dijo en el Zócalo, en su segundo discurso inaugural, que en la elección de 2030 no se
permitirá la reelección de ningún puesto de elección popular y que se prohibirá que un
familiar directo suceda en cargos de elección popular como presidente municipal,
diputados y senador.
Fue contundente: “No al nepotismo”.
Ya lo había adelantado en el séptimo Congreso Nacional Extraordinario de Morena, y aquí
lo comenté. Recordé que el nepotismo ha sido una característica del gobernador
Cuitláhuac García Jiménez, quien metió a la nómina a toda la parentela que pudo y abusó
del poder a favor de los suyos.
“Que nunca se permita el amiguismo, el influyentismo y el nepotismo. Tampoco el
sectarismo o el exceso de pragmatismo sin principios. Morena debe ser luz de honestidad
y ejemplo para toda la sociedad”, expresó entonces.
Ayer dijo que enviará una iniciativa de reforma constitucional para acabar con esas malas
prácticas.
Generalizó, pero habrá que esperar para saber si, en los detalles, prohíbe por mandato de
ley que gobernadores y presidentes municipales incluyan en sus administraciones a sus
familiares y los favorezcan con cargos y sueldos, como en el caso de Cuitláhuac, o que
una fórmula de propietario y suplente la integren dos familiares, como en el caso de los
Yunes Linares-Márquez, senadores ahora, y que el PAN permitió, o que los familiares de
un gobernador brinquen de un cargo a otro, como en el caso de Dorheny García
Cayetano, presuntamente emparentada con Cuitláhuac (el senador Manuel Huerta llegó a
decir que solo faltaba que se postulara para reina del carnaval, porque quería ocupar
todos los cargos).
La herencia en los cargos no ocurría antes, o los casos eran excepcionales, pero de
pronto se volvió una plaga que derivó en un cáncer que dañó seriamente la vida
democrática del país y, por supuesto, de Veracruz.
Había caciquismo político, sí, y lo continúa habiendo, pero se repartía el juego no entre
familiares sino entre los más allegados. El cacique decidía los candidatos y los dirigentes
de los partidos nada más les pedían los nombres para hacerlos oficiales.
Pero de repente, sin ningún pudor, el cacique decidió que los cargos los heredaran sus
familiares y que en cada proceso electoral se rolaran las posiciones para no soltar el
poder y los presupuestos, sin darle participación a los ciudadanos por muy idóneos que
fueran.
En agosto pasado, con datos de la página informativa Reporteros de las Altas Montañas,
publiqué que alcaldes y alcaldesas del distrito de Huatusco pretenden heredar sus cargos
a sus esposas o esposos, a sus hermanos o a sus hijos. Cité nombres de ciudades y de
los presidentes y de las presidentas municipales y sus familiares interesados.
Aproveché para comentar que algunos alcaldes me habían dicho que al informar a la
gobernadora electa, Rocío Nahle, de su interés por proponerles aspirantes a las alcaldías,
la señora les había dicho que sí lo hicieran pero con una sola condición: que no
recomendaran a ningún familiar.
También se dio el caso en el estado, en 2018, del exgobernador Miguel Ángel Yunes
Linares, quien impuso como candidato a sucederlo a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez,
sin que el PAN, su partido entonces, tratara de impedirlo. Los acusaron de actuar como en
una monarquía, donde el poder se hereda. Los veracruzanos se los impidieron en las
urnas.
Claudia Sheinbaum anunció también que “en su momento” impulsará la reforma que
fortalezca la democracia participativa, la revocación de mandato, la decisión del pueblo a
través de las consultas y la reducción del costo de las elecciones al pueblo. Se
comprometió a que en 2027 se someterá a la revocación de mandato como lo establece
la Constitución.
Se supone que si cumple y lo hace, entonces también en Veracruz tendrá que
secundarla la gobernadora Rocío Nahle.
Confirmó que reanudará el tren de pasajeros a Veracruz
Con respecto al estado, ofreció que recuperará el tren de pasajeros de la Ciudad de
México al puerto de Veracruz.
También dijo que ampliarán las carreteras Tuxpan-Pánuco-Tampico, Paso del Toro-Los
Tuxtlas-Acayucan, así como el puerto de Tuxpan.
Y anunció más beneficios para la población
El miércoles pasado, comenté en Prosa aprisa que como si algo le faltara a la oposición
para acabar de oscurecer su panorama, que ahora lo tiene gris, con la llegada al poder de
Claudia Sheinbaum arrancarían tres nuevos programas sociales de ayuda a la población:
el de la pensión para mujeres de entre 60 y 64 años, el de becas para estudiantes de nivel
básico de las escuelas públicas, y el de la atención médica para adultos mayores y
personas con alguna discapacidad.
Ayer lo confirmó, pero no solo eso, agregó otros beneficios, uno de ellos, que también
será de gran impacto social, el de las Farmacias del Bienestar que, comentó, quedarán al
lado de las sucursales del Banco del Bienestar.
El programa arrancará a mediados del próximo año para distribuir de manera gratuita
medicamentos básicos, principalmente para los adultos mayores.
Dije hace una semana que hoy ya no queda ninguna duda de que en gran parte el éxito
que tuvo Morena en la pasada elección de junio fue por los apoyos que otorga el gobierno
a millones de personas, que le respondieron con su voto.
Apunté que en el caso de los estados como Veracruz, que tendrá elección municipal en
2025, esos programas llegan con una gran oportunidad y necesariamente generarán
votos para Morena, con lo que se afianzará la fuerza del partido guinda.
Y rematé: En consecuencia, pues, ¿quiénes y cuántos, valientes, decidirán competir con
lo que queda de los partidos de oposición? Incluso, por lo que se vio con los casos de los
Yunes de El Estero y de Anilú Ingram, ni siquiera confían en los mini partidos, PVEM y PT,
rémoras más que aliados de Morena.
Y viene el viernes al puerto
La presidente Sheinbaum hará su primera visita al puerto de Veracruz el viernes para
presidir la conmemoración del aniversario de la Secretaría de Marina-Armada de México.
Se tiene previsto que el acto sea por la tarde.
¿No quisieron o no pudieron acercarse a la precisa?
Por más que busqué en las galerías de fotos de los gobernadores de Veracruz, Cuitláhuac
García Jiménez, saliente, y Rocío Nahle García, entrante, no encontré una sola donde se
les viera al lado de Claudia Sheinbaum ya como presidenta.
Por lo que se vio, solo les alcanzó para tomarse unas selfies en el interior de la Cámara
de Diputados con los legisladores federales veracruzanos de su partido.
Quién más ha de haber extrañado su condición de integrante del gabinete presidencial
debió haber sido Rocío, pues, sin duda, ya no tuvo los mismos privilegios de cuando era
secretaria de Energía.
Ayer vivió, acaso por primera vez como autoridad, la diferencia de niveles y el poder del
poder central, que establece límites respecto a sus subordinados, entre ellos los
gobernadores. En adelante, solo podrá ver y hablar con la nueva presidenta cuando le
conceda audiencia formal o viaje al estado, o ella la busque por teléfono.
Por lo que hace a Cuitláhuac, si le va bien, después de noviembre quedará reducido a
una oficina burocrática en cualquier colonia de la Ciudad de México, pero ya sin acceso a
la cúpula del poder.
El poder se acaba y los hombres del poder se van. La prensa siempre permanecerá. No
tiene fecha de caducidad y nunca perderá su fuerza. Para quienes ejercemos el
periodismo independiente, crítico, plural, responsable, resultó alentador el compromiso
que asumió ayer Claudia Sheinbaum de que garantizará todas las libertades, entre ellas la
de expresión y de prensa. No se le agradece, porque es un derecho, pero se le reconoce
su intención. Queremos comprobarlo en los hechos.