CÓRTALA Y LÁRGATE, PERO LLÉVATE LO QUE TE ROBASTE

Ene 31, 2025 | Columnas

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Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
En esta semana que está por terminar, circuló en las redes una nota
firmada por la periodista Pam Navarro que dice en su primer
párrafo: “Desde el corazón del poder en México, ha comenzado una
operación para marcar distancia con ciertos personajes que podrían
representar un lastre para la administración de Claudia Sheinbaum”.
Los personajes son tres: Cuitláhuac García, Cuauhtémoc Blanco y
Félix Salgado Macedonio.
No creo que a la raza jarocha le interese el futuro político de un
ídolo de futbol que devino en un gobernador corrupto, o de un
presunto violador que es el poder tras el trono en Guerrero. Pero
Cuitláhuac vaya que interesa.
A varios amigos se les alborotó la hormona y me dijeron que “ahora
sí” tanto el gobierno federal como el estatal le pedirán cuentas al ex
gobernador más inútil y corrupto en la historia de Veracruz. “Y
verás como Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle saldrán fortalecidas.
Como sucedía con el viejo PRI”.
Ora pues.
Lo cierto es que las cuentas por saldar de Cuitláhuac, están desde
hace varios meses en los escritorios de ambas funcionarias; solo es
cuestión de tiempo para echarlas a volar. De que saldrán
fortalecidas, por supuesto que sí, pero si utilizan el sistema del viejo
PRI… híjole.
En tiempos del PRI hegemónico el presidente de la República no se
andaba con remilgos a la hora de reventar a un mal gobernador. Pero
no lo destituía por ladrón porque habría dejado al país sin

gobernadores, sino por algún yerro que generalmente tenía que ver
con que el sancionado hubiera apostado todas sus canicas al rival del
presidente en tiempos preelectorales. Va un ejemplo: José López
Portillo destituyó al gobernador de Coahuila, Oscar Flores Tapia,
porque su gallo para suceder a Luis Echeverría era Mario Moya
Palencia. También lo destituyó porque era echeverrista hasta las
cachas.
En esos old times, al futuro sacrificado se le acusaba de todo, se
exigía su desafuero, el Congreso escuchaba “la voz de la ciudadanía
agraviada” y echaba al sujeto que se iba forrado de billetes y sólo en
ocasiones excepcionales pisaba la cárcel. Pero era condenado al
ostracismo político y social por el resto de su existencia.
Si bien el presidente y su partido salían fortalecidos, la corrupción
continuaba. “Si por robar nomás me van a mandar al carajo y al
olvido, bienvenidos el carajo y el olvido”.
Lo mismo pasará con Cuitláhuac aunque no tenga fuero.
La periodista dice que el exgobernador no será presentado ante un
juez. “Ya que esto podría abrir una caja de Pandora que afecte a
otros personajes dentro de Morena. Más bien, la intención es que el
desgaste mediático lo haga quedar en segundo plano dentro del
movimiento”.
Pam Navarro agrega: “Este proceso es también una advertencia para
otros miembros del partido: quien se convierta en un problema para
la 4T, perderá respaldo y será expuesto”.
Pero pongamos las cosas en contexto lector.
Tanto la presidenta Sheinbaum como la gobernadora Nahle, que no
pueden ver a Cuitláhuac ni en caricatura (sobre todo la
gobernadora), tienen problemas más serios que acalambrar a un
sujeto inepto, incapaz, autoritario y violador de la ley que dejó a
Veracruz en un suspiro.

De entrada, Claudia tiene broncas muy gruesas con un rabioso
Rottweiler que es presidente de Estados Unidos. Y de salida, con un
sujeto peligroso y poderoso por sus nexos con el narco, que es el
gobernador de Sinaloa Rubén Rocha Moya. Claudia lo quiere echar
de la gubernatura pero no la dejan, porque si el tipo es echado
hablará y embarrará a la plana mayor de Morena.
Y acá en la aldea la gobernadora Rocío Nahle está capoteando con el
cochinero de corrupción que le dejó Cuitláhuac en varias
dependencias oficiales como la SEC y la Secretaría de Salud, y con
la elección municipal que tiene divididos a los morenos.
A eso hay que agregarle que Movimiento Ciudadano puede dar el
campanazo y convertirse en la segunda fuerza política con más
presidencias municipales en Veracruz. Con lo que tendría reales
posibilidades de ganar la gubernatura en 2030.
Ya después tendrán tiempo para ocuparse del ex gobernador y
decirle: “Córtala Cuitláhuac, renuncia a tu chamba como director del
Cenagas y lárgate al olvido. Pero para que veas que somos cuatitas
llévate lo que te robaste”.
Con esta acción y en efecto, ambas saldrán fortalecidas. Pero
continuará abierta la puerta para que sigan entrando la corrupción y
la impunidad aderezadas con la pandemia de la violencia. Y las
cosas sigan igual… como siguieron por generaciones en el viejo
PRI.
Futa…
bernardogup@hotmail.com