DE BRAVEROS HABLADORES, A SERVIDORES LEGULEYOS

Oct 9, 2024 | Columnas

WEB MASTER

Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Incontables son los agravios que Andrés Manuel López
Obrador hizo a panistas y priistas. Tantos, que a nadie
hubiera extrañado que lo despidieran con denuestos y
descalificaciones el 1 de octubre en el Congreso de la Unión.
Pero a pesar de que lo tuvieron de a pechito, les dio frío y no
fueron para soltarle ni una trompetilla.
Mudos y cabizbajos vieron el traspaso de poderes y así
abandonaron el recinto después de la ceremonia, con lo que
se cumplieron los peores vaticinios. Y es que no hay que
darle muchas vueltas para saber que el 2024 pasará a la
historia como el año en que este país se quedó sin oposición.
Todo se conjuntó para que el blanquiazul y el tricolor
cayeran de sus pedestales. Tantito el robadero que hicieron,
tantito las pugnas entre ellos, tantito que tienen por líderes a
un par de perdedores, tantito el hartazgo ciudadano y tantito
la mano de López Obrador, era cuestión de tiempo para que
sus poderosas estructuras comenzaran a crujir antes de
venirse abajo.
Para las elecciones del 2025 el PAN irá cargando el pesado
fardo de tener que aceptar que de sus filas salió el senador
número 86 llamado Miguel Ángel Yunes Márquez. Ese
traidor de cuyo voto a favor de la reforma judicial necesitaba

Morena para mandar al diablo al único contrapeso que
quedaba en este país.
Gracias a la atinada conducción de su líder nacional Marko
Cortés, el PAN que en 2018 gobernaba en 11 estados, ahora
gobierna en cuatro y es un partido cada día más débil.
Pero si el PAN está mal el PRI está peor. Sus años gloriosos
que cubrieron siete décadas, lo convirtieron en una maquina
poderosa e invencible productora de comaladas de
multimillonarios sexenales, hasta que en el 2000 fue echado
del poder.
Tras dos sexenios en la banca regresó en 2012 con una
“nueva generación de políticos” más transas, más corruptos
y más bandidos que los anteriores, por lo que en 2018 fue
echado ahora si definitivamente (y no habrá milagro que
valga) del poder presidencial.
En ese entonces nadie quería tomar las riendas de ese
cascarón que se había quedado con menos de la mitad de las
gubernaturas. Pero en 2019 el gobernador de Campeche,
Alejandro “Alito” Moreno levantó la mano con la promesa
de regresarlo a las alturas. Y esa fue su primera mentira.
Cinco años le bastaron para hundir al PRI en el más
profundo de los abismos. Si en 2018 el tricolor gobernaba en
14 estados hoy gobierna en dos: Durango y Coahuila y eso
coaligado con el PAN.
Alito Moreno es el ejemplo más acabado de la corrupción
endémica que padece el tricolor y por si fuera poco, es un

autoritario intolerante que no acepta la critica y ha expulsado
a decenas de priista.
Por bien portado en el Congreso el primer día de octubre, el
Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le
regaló su permanencia como líder del PRI hasta el 2032,
pero se puede quedar hasta que Dios lo llame a cuentas.
Total, a quién le importa.
Bajo su conducción el PRI se ha convertido en un partido de
lástima al que ya nadie quiere pertenecer. ¿Con qué cara van
a ofrecer a sus escasos militantes las candidaturas a las
alcaldías que se disputarán el año que viene, si el tricolor
está más devaluado que el bolívar venezolano?
En el caso de Veracruz, es una vergüenza que estén
esperando el triunfo en diez de los 212 municipios cuando
llegaron a tener carro completo. Y olvídate lector del puerto
jarocho, Xalapa, Coatzacoalcos, Minatitlán o Tuxpan. Darán
gracias al Señor si los habitantes de Chontla, Colipa o Las
Minas, por poner tres ejemplos, les regalan con su voto la
caridad de sus alcaldías.
Quizá el PAN sobreviva al 2025 y a unos cuantos años más,
siempre y cuando sea un chico bien portado con el partido en
el poder. El PRI por su parte será comparsa de Morena en las
elecciones del 2030 o desaparecerá del planeta porque con
tanto fracaso a cuestas ya no tiene razón de ser.
Muy gallos, braveros y habladores hace apenas un lustro,
están condenados a ser serviles leguleyos de Morena en el

Congreso federal, en los congresos locales y claro, sumisos
ujieres de la señora Presidenta.
Por eso lo reitero, ¿opositores al gobierno? Ja, ni de
membrete existen en este país.
bernardogup@hotmail.com