Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
La semana anterior una casa encuestadora dio a conocer las
tendencias sobre las elecciones municipales del 2025 en
Veracruz. Y los resultados son muy malas noticias para la
oposición, principalmente para el PRI.
De acuerdo con la encuestadora, Morena se llevará casi todo
el pastel además de repetir su triunfo en Tuxpan, Poza Rica,
Xalapa, Coatzacoalcos y Minatitlán. El puerto de Veracruz
estará muy disputado ya que los números dicen que hay un
empate técnico en las preferencias (40% para Morena por
43% para el PAN y un 17% de indecisos).
Pero el municipio que se le puede ir a los blanquiazules es
Boca del Río, donde la ventaja de los morenos es de siete
puntos porcentuales.
Esta encuesta (independientemente de si está o no maiceada
por el partido oficial), no es más que un simulacro de lo que
puede suceder el próximo año a pesar de que aún no hay
candidatos oficiales. Es para que nos demos una idea de
hacia dónde sopla el viento y todo indica que sopla a favor
de Morena.
Según la encuestadora, Morena ganará 179 de los 212
municipios y le dejará 33 a la oposición. De estos 33 el PAN
puede ganar en 20, Movimiento Ciudadano en nueve y el
PRI en cuatro.
Futa…
Si hace apenas ocho años, cuando Javier Duarte renunció a
la gubernatura para emprender un periplo por Guatemala que
lo llevó al Reclusorio Norte, alguien me hubiera dicho que
en 2025 el PRI podría perder su registro, lo hubiera mandado
al diablo. Con todo y sus gobernantes transas y ladrones, el
PRI seguía siendo un acorazado difícil de hundir a pesar de
los torpedos que recibió por debajo de su línea de flotación
en el 2000 y 2006.
Por 12 años estuvo en un astillero de donde salió como
nuevo. Hasta que en septiembre del 2014 la tragedia de los
43 estudiantes de Ayotzinapa (más los latrocinios de Javier
Duarte, Roberto Borge, César Duarte y varios etcéteras) lo
sacudieron de gravedad.
En 2018 cuando vio salir a Enrique Peña Nieto de Palacio
Nacional, supo que con el mexiquense dejaba la silla
presidencial el último presidente de la República emanado de
sus filas y que ya no habrá más.
Viejo, devaluado, convertido en un proscrito social y
político, sin la militancia de otros tiempos y endeudado
como nunca, el acorazado terminó convertido en una
maltrecha chalupa que regresó al astillero a esperar. Hasta
que en 2019 llegó Alejandro “Alito” Moreno y…
Lo demás ya lo sabes, lector.
Sin ninguna esperanza, el PRI enfrentará las elecciones del
2025 casi sin tripulación, con un capitán que no solo perdió
la brújula sino el rumbo y 12 de las 14 gubernaturas que le
quedaban.
No se necesita de una encuesta para saber que la del próximo
año será la última batalla del tricolor antes de que los obuses
de Morena lo hundan irremediablemente.
Lástima.
Chueco o derecho y según David Penchyna: “El PRI fue una
escuela de cuadros, una universidad de la política y, tal vez,
el engrane más acabado del sistema político mexicano en el
siglo XX. Una organización que sintetizó las ideas del
movimiento revolucionario, le dio cauce y orden a los
diferendos políticos y creó instituciones que le siguen
sirviendo a México”.
Eso y más fue el PRI, el autor del México moderno y un
partido que (parafraseando a la viuda de un albañil que
arriesgó por años su vida trepándose a los andamios y murió
desnucado al resbalarse con una cáscara de plátano), “no
debió terminar de esa manera ya que era digno de una mejor
muerte”.
bernardogup@hotmail.com