Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Los apagones que se registraron entre el 7 y 8 de mayo en 21 estados
de la República y que seguirán por deficiencias en la generación de
energía eléctrica y falta de gas natural, le vendrán como anillo al
dedo a Andrés Manuel López Obrador el 2 de junio en Jalisco,
Yucatán, Morelos y Veracruz donde Morena puede perder las
gubernaturas y en la Ciudad de México donde puede perder la
jefatura de Gobierno.
Imagina la escena concretamente en Veracruz, lector. Son las 10 de
la noche, la oficina de cómputo ya recibió las primeras actas que de
inmediato sube al PREP; las actas son apenas el 2 por ciento del
total y dicen que no hay nada para nadie. Pero a Rocío Nahle le gana
la desesperación y aparece en una pantalla instalada en la Plaza
Lerdo.
Pálida, sudorosa, con los nervios alterados y media despeinada,
muestra un legajo de papeles a la cámara y anuncia: “Queridos
paisanos, tengo en mi poder una copia de las actas de esta elección
histórica y puedo decirles, con pleno conocimiento de causa, que
ganamos ¡ganamos! ¡La 4T seguirá transformando este bendito
estado; las actas no mienten!”
Y en efecto, las actas no mienten, la que miente es ella porque
mientras anuncia su “triunfo” Pepe Yunes se le despega y comienza
a subir y a subir y a subir y… ¡SOPAS!, que se va la luz en todo el
territorio veracruzano.
En cuestión de minutos Manuel Bartlett Díaz, director de la CFE,
sube a sus redes un video donde repite el numerito que lo dio a
conocer mundialmente hace 36 años: “Debido a la quema de unos
pastizales en el estado de Tamaulipas que dañaron varios
transformadores, se cayó el sistema eléctrico en Veracruz, pero el
servicio se reanudará en breve”.
Esa brevedad dura hasta las dos de la madrugada del 3 de junio
cuando regresa la energía eléctrica, se enciende de nuevo el sistema
de cómputo y ¡ZAZ! Rocío aparece muy arriba, a años luz de Pepe
Yunes.
Parece ficción pero no lo es. Es algo que está latente, tanto que el
presidente lo tocó en su mañanera de este martes.
Con la honestidad que lo caracteriza, dijo tajante que el día de la
elección no habrá fallas en el sistema de energía eléctrica: “Porque
no tiene por qué haberlas. Eso lo hacían los mapaches electorales”.
Cuando los reporteros le dijeron que hay resquemor social hacia
Manuel Bartlett, a quien se acusa de ser responsable de la caída del
sistema en 1988 respondió: “(Eso) lo han de haber dicho los del
conservadurismo porque siempre piensan que somos iguales. ¿Saben
cómo hacían los fraudes antes? A la hora que empezaban a contar
los votos, a las 6 o 7, se apagaba la luz”.
La víspera, funcionarios del INE dijeron que es “imposible” que
exista un fraude electoral el 2 de junio y anunciaron la contratación
de plantas auxiliares de energía eléctrica para evitar cualquier
desaguisado. Esto no le gustó al presidente que dijo: “Que no
ofendan, si se necesitan plantas se las conseguimos todas”. Nomás le
faltó agregar: “Ustedes ténganme confianza”.
En Veracruz, el circo se le está cayendo al tabasqueño que tuvo que
enviar a César Yáñez a platicar con Rocío Nahle.
En nombre del presidente César le ordenó a Rocío operar con
medios de comunicación estatales y nacionales, dejar en su casa el
gesto agrio y avinagrado, acercarse más a la gente y remover “de
inmediato” a los que no estén comprometidos con su proyecto.
Apenas se fue César, Rocío tomó el teléfono y le ordenó al ujier que
está cuidándole la oficina de Palacio de Gobierno, que removiera al
Subsecretario de Gobierno, Yair Ademar Domínguez y al
responsable del departamento jurídico del gobierno estatal, Israel
Roldán. Y el ujier obedeció de inmediato.
Por su parte, miembros de su equipo volaron a la CDMX a
establecer convenios con los principales medios de comunicación.
“¿Hasta con Reforma?” “Sí, hasta con Reforma” Y en Veracruz no
tuvieron ninguna bronca en ese sentido.
Frente al espejo Rocío ensayó la mejor de sus sonrisas y prometió
conservarla, incluso si Arturo Castagné la balconea por enésima
ocasión dando a conocer otra más de sus propiedades.
¿Le alcanzará con eso a la señora para vencer a Pepe Yunes que
antes del segundo debate le llevaba 6 puntos de ventaja com-pro-ba-
dos, y cuando éste terminó la ventaja se ensanchó en 3 puntos?
Quién sabe. Pero en caso contrario, Manuel Bartlett siempre estará
dispuesto a enfrentar a los reporteros en la madrugada con ese
cinismo tan suyo: “Con la novedad señores de que se nos cayó el
sistema eléctrico como consecuencia de un apagón en todo el
estado…”.
Aguas.
bernardogup@hotmail.com