EL FRACASO CONVERTIDO EN ÉXITO

Jun 4, 2025 | Columnas

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APUNTES
Manuel Rosete Chávez
“Nadie tenemos el cargo seguro”
Ricardo Ahued

Pasó lo que todos sabíamos que iba a pasar: una elección infame por el
desinterés de la gente, por el desconocimiento de los candidatos, por la
complejidad del proceso, pero sobre todo, por lo evidente que fue la imposición de
personajes morenistas en puestos claves del Poder Judicial.
La gente nunca pidió decapitar al Poder Judicial. Nunca pidió elegir a jueces,
magistrados y ministros, que por supuesto nunca tenga la necesidad de conocer.
Fue la consumación de un acto de venganza personal del ex presidente López
Obrador que hoy nos quieren vender como modelo de democracia en el mundo.
Antes de conocer cualquier resultado, la Presidenta Sheinbaum y Guadalupe
Taddei, presidenta del INE, salieron en cadena nacional a presumir la “votación
histórica” del 12% en la elección del Poder Judicial.
Fue todo lo contrario: un absoluto fracaso. Hasta el presidente López Obrador y
sus hijos tuvieron que llevar su acordeón para no meter la pata y terminar siendo
víctimas de su propio desvarío. Ya ni les cuento lo que ocurrió en las urnas vacías
del resto del país.
Basta revisar los números oficiales. Según Sheibaum y el INE, la votación total fue
de casi 13% por ciento, es decir, 13 millones de personas. Por supuesto, para la
presidenta se oye más bonita la cantidad que el porcentaje. Pero…
De esos 13% de votantes, de esos 13 millones de votos, ¿cuántos fueron
válidos?, es decir, cuantos lograron superar la pandemia de la confusión de las
personas para emitir su voto quien sabe por quién. De esos 13 millones de votos,
no todos fueron los votos efectivos, ya que muchos fueron anulados por la
dificultad de entender el proceso.
Y ahí viene el primer corte. Si al 13% de votos emitidos, le quitamos los votos
inválidos, entonces andaremos naufragando en una votación inferior al 10 por
ciento en el mejor de los casos. Hasta ahora, para evitar poner en evidencia el
fracaso del proceso, nadie ha hablado de cuántos votos fueron efectivamente
válidos.
Sin el acordeón y los millones de pesos que se gastaron en movilización, el
ejercicio hubiera sido aún más desastroso.
Entonces, si al 13 por ciento de votos totales, le quitamos el porcentaje de votos
totales, nos vamos a quedar con un rango de entre el 6 y el 8 por ciento. Y esa
cantidad habría que repartirla entre los participantes. Eso quiere decir que cientos
de candidatos acaso habrán obtenido su voto y el de su familia.
Un dato más. La mayor parte de ese 12% de votos emitidos –que no válidos-
fueron en la ciudad de México, donde el gobierno federal y de la ciudad
instrumentaron toda una operación para llevar a sus huestes a las urnas.

Entonces, si la mayor parte de los votos fue en la ciudad de México, ¿cuántos
votaron en las entidades del país? ¿Cuántos votos hubo en el estado de
Veracruz? ¿Cuántos votos obtuvieron los candidatos al Poder Judicial del Estado?
Hoy un candidato a juez, magistrado o ministro puede serlo con el 1% de los
votos. En efecto, los nuevos ministros de la Corte, jueces y magistrado llegarán
por la ‘voluntad’ del pueblo. En ninguna democracia del mundo, alguien con ese
porcentaje de votación ocupa el cargo.
Para darse una idea del desatino, durante la otra ocurrencia llamada consulta para
llevar a juicio a los ex presidentes, resulta que se requería de una participación de
al menos el 40 por ciento para que el resultado fuera vinculante, es decir,
obligatorio.
Hoy con el 1 por ciento de la votación, con un puñado de votos, se puede designar
a un juzgador y podrán presumir que ocupan el cargo por el apoyo mayoritario del
pueblo bueno.
Y todo resultado de una jornada electoral marcada por la desorganización y el
desinterés. Tanto que ni siquiera los funcionarios de casilla contarían los votos
como se hace en una elección convencional, sino que lo hará el INE en lo oscurito.
Ayer sólo vimos tardanza, urnas vacías, falta de mobiliario, confusión entre
funcionarios y votantes, quienes confesaban desconocer a todos los aspirantes y
que se apoyaban en los “acordeones” que distribuyeron en la víspera. Tenían que
reunirse en grupos para ponerse de acuerdo cómo votar.
En los próximos días conoceremos los resultados de la elección judicial. Ganarán
todos los que ya sabríamos que ganarían. El trabajo del INE en este momento
consiste en maquillar las cifras, en justificar el gasto de más de 250 millones de
boletas que no sirvieron para maldita la cosa y el absoluto interés de los
ciudadanos.
“Andy”, el candidato frustrado
Interesante como siempre el comentario que hace ayer en su columna el
periodista Carlos Loret de Mola, sobre los responsables de la contundente derrota
de Morena en la farsa esa que montaron para destruír el poder judicial de la
nación, y que resulto un contundente fracaso.
“En Palacio Nacional están enojadísimos con «Andy» López Beltrán, el hijo del
expresidente López Obrador. Lo responsabilizan del vacío en las casillas para la
elección judicial y de los tristes resultados de Morena en las elecciones de
Veracruz y Durango.
Me dicen fuentes de primer nivel que Andy recibió todo el respaldo de la
Presidenta y su partido para encargarse de la operación electoral. No sólo eso:
once gobernadores le dieron dinero en efectivo —millones— para aceitar la
maquinaria electoral del oficialismo y lograr tres objetivos:
El primero, que acudieran 20 millones de personas a votar en la elección judicial.
El segundo, que Morena se quedara con las tres ciudades más importantes de
Durango. Y tercero, que el partido aumentara su presencia electoral en Veracruz.
No logró ninguno.

Sólo fueron a votar 13 millones en la judicial, de las tres ciudades más importantes
de Durango sólo ganó una y en Veracruz se quedaron con 16 presidencias
municipales menos de las que tenían.
Para Andy López Beltrán era la oportunidad de demostrar que no sólo es un junior
de la política dedicado a repartir a sus amigos los contratos del gobierno de su
papá. Reprobó el examen.
Pero, además, cuentan que impregnó su operación política de una soberbia que le
terminó costando: varios gobernadores de oposición le ofrecieron colaborar con el
régimen, en el ánimo de no pelearse con la Presidenta. Le plantearon escenarios
de negociación para repartirse lo que había en juego. Escenarios superfavorables
para Morena, aseguran. Relatan que Andy les contestó groseramente, les dijo que
les iba a ganar todo y luego los iba a meter a la cárcel. Varios de esos
gobernadores de oposición acusaron a Andy con la presidenta Sheinbaum.
Aparentemente ella escuchó y dejó correr las cosas. No sólo fueron los de
oposición. Mandatarios de su propio partido pidieron a la doctora que Andy sacara
las manos de sus estados porque estaba haciendo un desastre.
Llegaron las elecciones de este domingo y el junior se tropezó con su propia
soberbia. Ahora, el ajuste de cuentas dentro de Morena está a la orden del día. Y
el hijo de AMLO es el villano favorito.”
Mientras tanto el otro aspirante a la silla presidencial como sucesor de Claudia
Sheinbaum, el Secretario de Seguridad Nacional, Omar García Harfush sigue
creciendo con el aseguramiento de toneladas de droga y millones de bidones de
huachicol, así como con la captura de peligrosos narcos que son enviados a los
Estados Unidos.
REFLEXIÓN
La notable ausencia de votantes en las urnas el pasado domingo, en la elección
de Veracruz, se debió a la herencia que dejó Cuitláhuac García Jiménez de
errores, abusos y corruptelas, así como de una ausencia total de trabajo en favor
de los gobernados; a los abusos cometidos primero por el Seretario de Gobierno y
luego por la Fiscal y a la terrible impunidad con que sigue actuando la delincuencia
en todo el territorio veracruzano. Para acabarla de fregar hasta el Rector
Martincillo, un inútil profesor de quinta, se siente dueño de la Universidad
Veracruzana y se agarra a veinte uñas del sillón principal. Escríbanos a
mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com