Por Ángel Rafael Martínez Alarcón
El escritor Rafael Antúnez Jaime, nacido en Xalapa en 1960, es una figura destacada de la literatura mexicana. Novelista, cuentista, ensayista, traductor, editor e historiador, cuenta con una trayectoria que abarca más de cuatro décadas de contribuciones culturales y literarias. Bajo el sello editorial Las Ánimas, ha publicado dos biografías sobresalientes de personajes del siglo XIX. Sin duda, es uno de los máximos representantes de la literatura mexicana del final del siglo XX y principios del XXI, consolidando su influencia en estos primeros 25 años del siglo XXI.
El pasado miércoles 15 de octubre de 2025, en un centro cultural del centro histórico de Xalapa, tuvo lugar la presentación de su obra más reciente: El mensajero de Herodes (2024), publicada por la editorial Sképi en Bogotá, con 93 páginas. La velada transcurrió bajo una tarde-noche de neblina y ligera lluvia, evocando en mí recuerdos de infancia, cuando la presencia de la lluvia en Xalapa confirmaba la importancia de un evento.
El mensajero de Herodes es la primera obra de Antúnez publicada en el extranjero, en particular en Colombia, nación que en el siglo XIX le brindó asilo al benemérito de la patria, Antonio López de Santa Anna, nacido en Xalapa. La obra consta de tres cuentos escritos por el maestro Antúnez, a quien sus alumnos, colegas y lectores llaman simplemente “el Maestro”. Los títulos son: la obra misma, El mensajero de Herodes; Las tretas de la memoria; y El prisionero, este último dedicado a Sergio Pitol, premio Cervantes.
La moderación de la presentación estuvo a cargo de Jahaciel García, con la participación de Javier Mora, ex alumno y amigo cercano de Antúnez, así como del polémico Juan Antonio Nemi Dib, una figura relevante en la política veracruzana durante los últimos 40 años, conocido por su destacada labor cultural y su pensamiento crítico. La conferencia fue enriquecedora y puede verse en [https://youtu.be/PGkI1n3L-w4?si=gilTUUHbO9-Wg2Q-].
Según el Diccionario de la Literatura de México, Rafael Antúnez es un destacado escritor, editor y traductor mexicano* Fue responsable de la colección de poesía *Cuartel de Invierno* para la Universidad Veracruzana y director de la revista *Forum* (2004-2012). Ha publicado cuentos, novelas, ensayos, y antologías de poesía brasileña e italianos.
Ha sido becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA), en la categoría de Jóvenes Creadores, y del Instituto Veracruzano de Cultura (IVEC). Entre sus reconocimientos destacan el Premio Nacional de Periodismo en 1987 y la finalización del Certamen Nacional José Rubén Romero en 1994. Además, ha colaborado en publicaciones como *La palabra y el hombre*, *Punto y Aparte*, *Tierra Adentro*, *Revista de la Facultad de Letras de la UV* y *Textual*.
Su labor traduciendo más de cuatro libros de autores como Camillo Boito, Richard de Fournival y Dino Buzzati, y su labor editorial, incluyendo la edición de un libro sobre Sergio Pitol, evidencian su versatilidad y compromiso con la cultura.
El mensajero de Herodes revela aspectos autobiográficos de Antúnez y remite a su niñez en el paso por Mongaguillo, en la parroquia del Calvario, un espacio religioso que data del virreinato de la Nueva España, originalmente una capilla indígena en el barrio de Xalitic, convertida en parroquia en 1970. La infancia, como siempre, parece marcar nuestro destino. Personalmente, disfruté profundamente la lectura de estos cuentos, en los que, en ciertos momentos, me sentí protagonista, recordando los primeros encuentros con Rafael Antúnez, hace más de 45 años, y compartiendo algunas de esas memorias que aún perduran. Ambos fuimos integrantes del coro juvenil de la misa de doce de todos los domingos, fundado por el Padre José Benigno Zilli Manica, (1934-2016) No se se ambos tuvieras dotes musicales.
En El mensajero de Herodes, Antúnez despliega su talento como investigador de la hagiografía, partiendo de un antiguo libro encontrado en la sacristía y de la imaginación infantil ante las imágenes de ese texto. La narrativa se desarrolla en el templo del Calvario, en la avenida Revolución y esquina con la calle Libertad, en el centro histórico de Xalapa. Describe: «La Iglesia del Calvario es un templo pequeño que posee en uno de sus costados dos naves laterales. En la primera, el bautisterio, una pila de piedra porosa en forma de copa ocupa el centro de la nave, cuyas paredes estaban revestidas de caoba…»*
Los otros dos cuentos de la obra continúan en esa línea magistral, entre la memoria y la magia de repensar ese mundo de fe católica, en una línea que combina nostalgia, historia y espiritualidad.
El mensajero de Herodes no solo es una obra literaria, sino también un testimonio de la sensibilidad y la profundidad de Rafael Antúnez, quien sigue demostrando que la literatura mexicana tiene en él uno de sus más valiosos exponentes.
