EL QUE CALLA, OTORGA

Ago 11, 2025 | Columnas

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Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
El espacio de trascendidos del periódico El Universal llama la atención sobre el
retorno del veracruzano Dante Delgado Rannauro a la escena política. *** “Quien
ya se encuentra de regreso en la Ciudad de México es el líder moral de
Movimiento Ciudadano, Dante Delgado. Nos comentan que a partir de ahora
estará siguiendo de cerca todas las actividades del partido y continuará con el
seguimiento a su estado de salud desde la capital del país”, se puede leer en
“Bajo Reserva”. *** “De hecho, ha comenzado a recibir a distintos mandos del
partido naranja y está dando opiniones y hasta palomeando a aspirantes a cargos
dentro de la estructura. Nos informan que el fundador del partido está satisfecho
con los resultados obtenidos en las elecciones de Durango y Veracruz y planea un
seguimiento personal a la selección de las candidaturas y posibles alianzas para
las elecciones intermedias de 2027. Está de vuelta don Dante”. *** Los que
estamos pendientes del acontecer político de Veracruz sabemos que ni en los
momentos más complicados de su salud Dante Delgado soltó las riendas de esa
fuerza política que ha avanzado con pasos firmes hasta ubicarse ya como la
segunda fuerza política en el país.


Muchos de los problemas que hoy enfrenta la gobernadora de Veracruz son
consecuencia de actitudes que ha asumido en toda su carrera política.
De manera sistemática, Rocío Nahle ha expresado su desdén por los medios de
comunicación producto de sus limitaciones para interactuar con ellos. Para ella –
como para muchos políticos de “la nueva hornada”- la solución mágica para eludir
su interlocución con los comunicadores han sido las redes sociales: ¿para qué
necesito a los reporteros, si yo puedo enviar mis mensajes desde las redes?
Hoy, cuando enfrenta una severa crisis en materia de seguridad (en buena parte
producto de las omisiones y las componendas de la administración de Cuitláhuac
García, eso no debemos pasarlo por alto) entiende que, aunque incómodos, los
comunicadores son de gran utilidad para cualquier gobierno, en un ámbito que las
redes sociales no han podido sustituir: la comunicación política.
Cualquier asesor en materia de comunicación le pudo haber explicado a la
gobernadora que el silencio genera, de manera automática, un “vacío informativo”,
que es llenado, casi de manera espontánea por rumores, versiones no
confirmadas o narrativas interesadas.
Si su administración pierde el control de la narrativa, la agenda es marcada por
otros actores y condicionan las respuestas futuras.

Frente a ese escenario de incertidumbre, la población interpreta el silencio como
desorganización, ocultamiento o incapacidad, lo que erosiona la confianza en sus
autoridades.
Pasó ya más de una semana de que se registrara un motín en el reclusorio de
Tuxpan, que dejó como saldo nueve reos fallecidos. A pesar de que ha pasado
tanto tiempo, el gobierno no tiene un informe concluyente sobre las causas de la
rebelión y los responsables de esas nueve muertes.
Se sabe, por versiones de familiares (que llenan los vacíos del gobierno) que más
de 20 custodios del penal se encuentran privados de la libertad e incomunicados,
lo que a estas alturas representa un grave acto de ilegalidad (artículo 14 de
nuestra Carta Magna: “Nadie podrá ser privado de la libertad… sino mediante
juicio…).
Quien tiene que responder por ese motín y sus consecuencias es, en primera
instancia, el director del penal, Gregorio Pérez Ponce, quien sigue en funciones y
se encarga de la investigación del caso, cuando él debería ser sujeto a dicha
investigación.
Después de Pérez Ponce, en orden jerárquico, el que debería estar dando la cara
sería el director de Prevención y Reinserción Social del gobierno estatal, el capitán
Sergio Alfredo López Dekin.
Y, finalmente, quien debería informar a los veracruzanos sobre el control que tenía
una organización criminal del penal de Tuxpan, debería ser el secretario de
Seguridad Pública, el contralmirante Alfonso Reyes Garcés.
Ninguno de ellos ha salido a informar a la sociedad sobre lo sucedido en ese
penal; ninguno de ellos ha sido sujeto (al menos nadie lo ha informado) a una
sanción disciplinaria, ni sometido a una investigación ministerial.
Y frente al reclamo de los veracruzanos por información oportuna y veraz de lo
sucedido en el penal de Tuxpan, el diputado local Adrián Ávila Estrada, presidente
de la Comisión de Seguridad Pública, reconoce que ni siquiera se ha considerado
la conveniencia de llamar a comparecer al secretario de despacho.
En materia de comunicación en situación de crisis, el tiempo de respuesta es tan
importante como el contenido. Un mensaje breve, verificando lo que se sabe,
reconociendo lo que no, y comprometiendo información futura, es preferible al
mutismo total. El silencio puede ser estratégico en ciertos momentos, pero en
seguridad pública, por lo general, callar es ceder el relato y la autoridad.


Epílogo.
Y el problema en materia de seguridad, especialmente en Veracruz, es que su
geografía dificulta una atención integral del problema. Las autoridades no terminan
de pacificar el norte, cuando brotan expresiones de violencia en el centro o en el
sur. *** Es el caso del municipio de Rafael Delgado, en la región de las altas
montañas. Un comerciante de autos falleció y otra persona resultó herida, cuando
un comando armado atacó a balazos la fachada de un negocio. *** La agresión se
registró la madrugada del domingo. Varios sujetos a bordo de un vehículo y dos
motocicletas llegaron a un domicilio particular ubicado en Puente Chalapa, de la
cabecera municipal. Producto de los impactos de bala murió una persona a quien

se identificó como “Rubén Omar”, de 37 años, quien se dedicaba a la compra y
venta de vehículos americanos. *** Otra persona fue trasladada, grave, a un
hospital y las autoridades confirmaron que se causaron daños a dos camionetas, a
la fachada de la vivienda y enseres domésticos que fueron alcanzados por las
balas. *** Pero en el norte siguen los problemas. Este mismo fin de semana, en
Papantla, desde un dron fue lanzado un explosivo, lo que dejó como saldo al
menos 4 personas heridas, entre ellas un menor de edad. *** Mientras tanto, en
San Andrés Tuxtla, dos personas que salían del “Penal Zamora” fueron atacadas.
*** Tras obtener su libertad, Daniel Sánchez Vergara, alias “La Vaca” y Emmanuel
Rodríguez Zamorano abordaron un taxi, pero metros adelante fueron emboscados
y atacados a tiros. Daniel Sánchez falleció y Emmanuel Rodríguez fue trasladado
a un hospital.
filivargas@gmail.com