ENTONCES ¿NO HAY CULPABLES?

Oct 21, 2025 | Columnas

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Punto de Vista


Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Una vez que se dio a conocer en este mismo espacio la intervención directa por
parte de la magistrada Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre y de quien fuera su
secretario particular -hoy Director Jurídico en el Tribunal Superior de Justicia-
David Cardeña, para influir en la actuación de jueces de control, brotaron nuevos
casos. *** Ya aquí mismo se había hablado de la manipulación que se había
ejercido desde el Poder Judicial del Estado para llevar a prisión al juez Florencio
Hernández Espinoza y el pasado 7 de octubre se volvió a hacer sentir su
influencia, pues en la audiencia celebrada para revisar la medida cautelar, el juez
insistió en mantener la prisión preventiva justificada, a pesar de que el amparo
concedido al imputado señala puntualmente los datos aportados por la defensa
que no fueron tomados en cuenta al momento de emitir su resolución. *** El
proceso judicial contra Florencio Hernández Espinoza tiene su origen en una
determinación que no fue del agrado del entonces gobernador Cuitláhuac García,
quien habría instruido a la magistrada presidente -en ese entonces Lisbeth Aurelia
Jiménez- que procediera en contra del juzgador. *** Ya se había advertido que,
una vez que se confirmó que no se mantendría en la presidencia del Poder
Judicial, Lisbeth Aurelia Jiménez aprovechó los últimos días en ese cargo para
acomodar a “su gente” en posiciones estratégicas, lo que le permite seguir
influyendo en las decisiones de los jueces. *** Ya existen denuncias penales
contra la magistrada Jiménez Aguirre y contra David Cardeña, por abusar de los
cargos que han ocupado y obstruir la acción de la justicia. *** Es momento de que
la actual magistrada presidente, Rosalba Hernández, revise la actuación de esos
dos servidores públicos y promueva las sanciones que les correspondan.


  • ¿Culpables? Fueron unas lluvias torrenciales, de verdad fue muy fuerte, ¡y eso
    que nosotros estamos acostumbrados a las lluvias en Veracruz!
    Eso, en el argot popular, se le conoce como “echarle la culpa al muerto”.
    Lo cierto es que nadie ha presentado cifras oficiales -de Conagua o del Servicio
    Meteorológico Nacional- que confirme que la cantidad de lluvia que cayó en los
    días previos a la inundación superó las marcas más altas que se hayan registrado
    en la misma región.
    ¿Llovió mucho? Sí, pero en otras ocasiones ha llovido más y no han sufrido tan
    graves consecuencias.
    Es cada vez más creíble la versión de que se dio una combinación de fallas
    humanas, como la falta de dragado de los principales ríos y los otros que se
    conectan a ellos y la omisión (al menos en el caso de Poza Rica) de una obra que

ya estaba provista y que se había calificada como “esencial” para prevenir
desgracias como ésta: el muro de contención.
Es verdad: una vez que se repuso de la sorpresa, luego de que fuera informada de
la magnitud del desastre, la gobernadora Rocío Nahle decidió mudarse al norte de
Veracruz para coordinar, ella personalmente, las acciones de auxilio a las familias
damnificadas.
Pero la propia gobernadora y hasta la presidente Claudia Sheinbaum han insistido
en descalificar a quienes reclaman una explicación técnica, un deslinde de
responsabilidades. De las lluvias nadie se puede hacer responsable (quizá se
pueden atribuir al maltrato al medio ambiente), pero de las acciones preventivas
sí.
Hoy la gobernadora cuestiona la viabilidad del seguro contra desastres naturales
que contrató Cuitláhuac García y que ella decidió -sin informarle a los
veracruzanos- ya no renovar. Nunca, sin embargo, se le escuchó durante la
campaña por la gubernatura cuestionar esa acción de su antecesor.
La razón es lógica: era un gobernador de su mismo partido y, por lo tanto,
resultaba “negativo para la estrategia electoral” exhibir las deficiencias de un
compañero de militancia.
Tampoco se quejó de la inseguridad (aunque no necesitaba hacerlo, pues con sólo
ver el espectacular dispositivo de protección que la acompañó toda la campaña,
se percibía el tamaño del miedo) y ahora es uno de los retos más complicados a lo
que se enfrenta.
La naturaleza suele ser iracunda y castiga con severidad la indolencia del ser
humano.
Para colmo, la Secretaría de Marina y Pemex confirmaron la presencia de un
derrame de petróleo allá mismo, en la sierra de La Huasteca, que podría alcanzar
municipios que hoy enfrentan la crisis de las inundaciones, como Tuxpan y Álamo.
Debido a este nuevo “incidente”, se activó el Plan Regional de Contingencia y
Mando Unificado contra derrame de hidrocarburos en el río Pantepec y sus
afluentes.
La Secretaría de Marina anunció que cuenta con 300 elementos disponibles para
frenar el avance de la mancha de combustible. Tienen, además, un buque de
contención, un avión, un helicóptero, dos drones, siete embarcaciones menores y
10 vehículos, así como 650 metros de barrera contenedora de puerto, 500 metros
de barrera contenedora de alta mar, un “desnatador”, un tanque remolcable, un
tanque de almacenamiento temporal, una unidad de presión y vacío, un lampazo
eléctrico y portátil y dos chalanes de almacenamiento. Todo este es equipo
especial para la contención de figas de hidrocarburo.
Por lo pronto se han realizado actividades de contención en El Higueral y vuelos
de reconocimiento, así como la colocación de barreras de contención en puntos
estratégicos y recuperación de hidrocarburo; se trabaja en la dispersión con
sustancias químicas y el desvío del flujo del derrame.
Además -¡vaya ironía!- la Secretaría de Marina asegura que “se han realizado
acciones de alertamiento a la población, con el fin de evitar cualquier contacto con
zonas contaminadas por dicho derrame”.
Triste será el panorama si después de pasar días desalojando el lodo que les dejó
el río, ahora tengan que luchar contra el chapopote que está por llegar.

Rocío Nahle se dice convencida de que Veracruz “se va a levantar” de esta
tragedia. Coincidimos con su optimismo.
Costará mucho trabajo y muchísimo dinero (que no abunda, como ella nos quiere
hacer creer), pero Veracruz se repondrá de esta nueva tragedia.


Epílogo.
Las cifras siguen siendo alarmantes. La coordinadora nacional de Protección Civil,
Laura Velázquez Alzúa, informó que Veracruz mantiene 31 comunidades
incomunicadas como consecuencia de las inundaciones recientes. *** A nivel
nacional se reportan 112 localidades a las que no hay acceso por tierra. De ellas,
74 están en Hidalgo, siete en Puebla y 31 en Veracruz. *** Los cinco estados
afectados registran 481 incidencias en la red carretera estatal, de las cuales 364
ya fueron atendidas o están en proceso, mientras que 134 permanecen
pendientes. También se reportan 42 puentes dañados. *** En Veracruz se
contabilizan 411 escuelas afectadas. Falta aún mucho por hacer.
filivargas@gmail.com