LA CARTA QUE NO VIO VENIR ANDRÉS MANUEL

Sep 18, 2024 | Columnas

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Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Ayer despuesito de las tres de la tarde, comenzó a circular
una carta escrita por Genaro García Luna, secretario de
Seguridad Pública con Felipe Calderón y preso en Estados
Unidos, donde hace un recuento de su detención en 2019, de
su estancia en prisión y de su juicio en aquel país.
Cuenta que en reiteradas ocasiones y a petición del gobierno
de México, las autoridades gringas le han ofrecido un
acuerdo con la Fiscalía de Nueva York para que se inculpe
con delitos vinculados al narcotráfico y “no imputar a
delincuentes-narcotraficantes, sino a personas e instituciones
que en el corto plazo debilitaría el desarrollo, paz pública y
vida institucional del país”. Todo esto a cambio de una pena
corporal de sólo seis meses y beneficios económicos, pero se
ha negado porque se sabe inocente.
“Mi honor está intacto, yo no he cometido ningún delito”
finaliza la misiva que entregó a su abogado César de Castro.
Pero la carta trae un párrafo que cimbró hasta la médula al
inquilino de Palacio Nacional: “Es de conocimiento público
y está en los registros oficiales de México y EUA los
contactos, vídeos, audios, fotografías, registros de
comunicación y gestión entre el actual presidente Andrés
Manuel López Obrador y sus operadores con los líderes del
narcotráfico y sus familias…”

Y nomás con ese párrafo debió tener Andrés Manuel para no
pegar el ojo ayer por la noche.
Sus adláteres se movieron con rapidez e hicieron dos cosas:
minimizar la acusación y descalificar al acusador. “¿Quién le
cree a un preso? El tipo fue cómplice del Chapo” dijo
Fernández Noroña. “Es un asunto político, Andrés Manuel es
un hombre honesto” aseguró Claudia Sheinbaum. “Está
acusando sin pruebas” agregó alguien. Pero se equivocó,
porque pruebas las tiene Genaro por kilos y a montones.
Como jefe de la policía en este país, tuvo a su disposición la
infraestructura necesaria para perseguir maleantes y vigilar a
los enemigos de su jefe Felipe Calderón, como por ejemplo a
Andrés Manuel López Obrador, al que lo menos que le hizo
fue alambrearle su teléfono.
Es impensable que no se haya guardado, para lo que se
ofreciera en el futuro, una copia de ese seguimiento. Y el
futuro ya llegó.
También deben tener una copia de ese material Felipe
Calderón y Enrique Peña Nieto. Y quien tiene información
del señor presidente desde que andaba bloqueando pozos
petroleros en su natal Tabasco es el Ejército mexicano. Y por
supuesto, el gobierno de Estados Unidos.
Si López Obrador hizo algo chueco, lo supieron García Luna
y Calderón hasta el 2012; Peña Nieto hasta el 2018, pero el
Ejército y el gobierno norteamericano (llámese DEA, FBI o
Departamento de Estado) lo saben desde hace 30 años o más.

Saben cómo fue su infancia, su juventud, su vida conyugal,
qué enfermedades padece, qué medicinas toma, cuáles son
sus filias y cuales sus fobias; cuánto dinero tiene en el banco,
si tiene o no una querida, si ha escrito en realidad sus libros o
se los escribieron y de ser el caso, quién se los escribió.
Saben hasta nimiedades como qué desayunó hoy, qué comió
ayer y qué cenó el 18 de septiembre del 2017 (solo por decir
una fecha). Saben cuándo y dónde compró los zapatos que
usó en la ceremonia de su primer Grito. Quiénes y de qué
calibre son sus amistades. Y por supuesto, saben con quién
habla y sobre todo, de qué habla.
En tres palabras: lo saben todo.
Si al Mayo Zambada no le ha tocado ni un pelo y ha estado
rogando porque le dé una embolia que le impida abrir el
pico, con García Luna se fue por la libre y lo denostó,
humilló y vilipendió hasta el hartazgo, sin imaginar que el ex
policía lo balconearía como lo hizo ayer.
Hoy Andrés Manuel se desquitará de Genaro vomitándole su
odio y acusándolo de narco. Pero serán patadas de ahogado,
porque el mejor presidente que ha tenido el país en su
historia está en la mira de los vecinos del norte.
No sólo por los señalamientos de García Luna que se pueden
convertir en oro por la cantidad de información que posee,
sino por las pruebas documentadas que ha acumulado por
años el gobierno de Estados Unidos sobre Andrés Manuel,
qué hará Claudia Sheinbaum si un día Kamala Harris o
Donald Trump le dicen: ¿Me lo envías tu o mando por él?

bernardogup@hotmail.com