LA CLOACA EN SALUD

Abr 10, 2025 | Columnas

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Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
La voracidad de sus dirigentes en el estado está llevando al Partido del Trabajo
(PT) al abismo. *** El legislador de esa fuerza política en el Congreso local,
Ramón Díaz Ávila, confirmó la desintegración de su bancada luego de que dos de
sus integrantes -Dulce María Hernández Tepole y Luis Vicente Aguilar Castillo-
decidieron incorporarse a la fracción de Morena. Además, la diputada suplente
Amelia Lucía Muñoz Errasquin, quien ocupa el lugar de Janix Liliana Castro
Muñoz —también electa por el PT—, será integrante del grupo legislativo del
Partido Verde. *** Cuentan quienes conocen las entrañas del PT en Veracruz que
el año pasado, al momento de negociar el reparto de distritos para la diputación
local en su alianza con Morena y el Verde, los representantes petistas (Vicente
Aguilar, su dirigente, y Ramón Díaz, su delegado nacional) sólo vieron por sus
intereses. *** Vicente pidió el distrito de Misantla para su hijo, mientras que Ramón
Díaz -que no es veracruzano- pidió el distrito de Coatepec para él mismo. El
problema surgió cuando les hicieron ver que iban a tener exigencias “de género”,
si en los dos distritos postulaban a hombres. *** Fue entonces que pidieron dos
distritos más (“los que sean, no importa si perdemos, es sólo para postular a dos
mujeres”, afirmaron). Pero sucede que la marca “Morena” arrasó en toda la
entidad y no sólo “Chentín” y Ramón ganaron. También salieron victoriosas las dos
damas. *** Pero Vicente y Ramón no quisieron arriesgar sus curules en las urnas y
se pusieron ellos mismos en la primera posición de la lista de candidatos de
representación proporcional: Ramón Díaz como propietario y Vicente Aguilar como
suplente. *** Al ganar Ramón su escaño en Coatepec, Vicente asumió que a él le
tocaría el espacio plurinominal al que tenían derecho, pero los tribunales
electorales no opinaron lo mismo. *** Decretaron que le correspondía a una mujer
y, por lo tanto, se lo asignaron a la que ocupara la posición más alta en el listado:
esa era Elizabeth Morales. *** Y en la contienda municipal quisieron seguir
haciendo de las suyas. “Chentín”, hijo de Vicente Aguilar, impulsó a su esposa
para la alcaldía de Alto Lucero y terminó perdiendo la posición contra… su tío,
Constantino Aguilar. Eso provocó el berrinche y renuncia del hijo del dirigente
partidista, para sumarse a las filas de Morena. *** Originalmente eran cinco. Al
salir “Chentín” quedaron cuatro. Con el brinco de Dulce María Hernández
quedaban tres, pero, además, al pedir licencia Janix Liliana Castro entró su
suplente, quien decidió pasarse al grupo del Partido Verde. *** Y como dice la
canción: “de los cinco que tenían, de los cinco que quedaban, nada más les
quedan dos”.


Interesante y muy completo, el reportaje que presentó esta semana la periodista
Flavia Morales en la revista Proceso. Mucho de eso, sin embargo, ya había sido
denunciado desde la administración anterior y la respuesta recurrente de
Cuitláhuac García era que se trataba de falsedades emitidas con fines políticos.
“Si tienen pruebas, que las presenten”, repetía.
El reportaje de la revista Proceso recoge las observaciones que hizo la Auditoría
Superior de la Federación (ASF) al manejo de recursos federales en el Sector
Salud de Veracruz y apunta que en esa área se detectó -tan sólo en la Cuenta
Pública del 2023- un desvío de más de dos mil millones de pesos, mediante un
esquema que se repitió en múltiples ocasiones: contratos por adjudicación directa,
otorgados a empresas de reciente creación y proveedores vinculados a casos de
corrupción.
La ASF ordenó a la Contraloría General del Estado iniciar 24 investigaciones
contra funcionarios del Sector Salud por irregularidades detectadas en contratos
que suman casi mil 600 millones de pesos, sin justificación comprobable.
Y el reportaje pone el dedo en un personaje que es clave en este entramado de
corrupción: “Detrás de las operaciones financieras en los Servicios de Salud de
Veracruz estuvo Jorge Eduardo Sisniega Fernández, director administrativo de la
dependencia y hombre de confianza del exgobernador Cuitláhuac García”.
Pocos recuerdan, sin embargo, que fue el entonces diputado Marlon Ramírez
Marín el que insistió en que se revisara la actuación del área administrativa en
salud.
En septiembre del año pasado el propio Jorge Eduardo Sisniega calificó de
“detestables” las acusaciones del legislador priista, pues argumentaba que con
ellas “se manchaba el nombre” del exsecretario de Salud Gerardo Díaz Morales,
que ya había fallecido.
Pero Marlon Ramírez tenía los datos concretos de buena parte de los fraudes
cometidos en Salud. Dijo que había detectado 50 empresas de nueva creación,
“es decir, en el año de 2019, un mes después de que llegaron a la administración y
hasta el 2022 constituyeron 50 empresas”. A través de ellas, mediante
asignaciones directas, explicó, se desviaba buena parte del presupuesto.
El propio Cuitláhuac García atribuyó esos señalamientos a los “tiempos
electorales” y le sugirió el diputado que, en caso de tener pruebas, presentara las
denuncias.
“Viene el tema electoral, es falso; si tiene documentos que presente la denuncia,
no hay desvíos, si tienen pruebas que pongan las denuncias, donde ellos
consideren. Yo digo esto y tengo las pruebas, voy y denuncio; si tiene pruebas nos
van a crucificar, con que acuda a un tribunal, si tuviera las pruebas nos dan en la
torre”.
Y Marlon Ramírez lo hizo. Presentó un recurso ante la Comisión de Vigilancia de
la Cámara de diputados federal y, en consecuencia, a la Auditoría Superior de la
Federación, en el que enumeró las anomalías en el manejo de recursos en la
Secretaría de Salud de Veracruz.
Ese documento tuvo consecuencias, pues la ASF supo con precisión dónde debía
buscar… y encontró.
El hilo -como suele suceder en estos casos- se habrá de romper por lo más
delgado, que no serán ni Cuitláhuac García, ni Jorge Sisniega. Lo que sí es que

dotó a Claudia Sheinbaum y a Rocío Nahle de un instrumento muy valioso, algo
parecido a “la espada de Damocles”.


Epílogo.
Nada de lo observado al gobierno de Cuitláhuac García escapa a la mirada
vigilante del el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis). Su titular, Delia González
Cobos, confirmó que ese organismo revisará “a detalle” el proceso de entrega-
recepción de la administración estatal. *** Además, dijo que se revisará con lupa la
obra en construcción del centro deportivo “Nido del Halcón”, en Xalapa y la
remodelación del estadio de futbol Luis “Pirata” Fuente, en Boca del Río. ***
“Estamos iniciando ya nuestros procedimientos de fiscalización correspondientes
al ejercicio 2024 y vamos a poner especial atención en esos casos que han
llevado un tiempo adicional para concluir las obras, vamos a ver cómo está y en su
momento daremos el informe correspondiente”, dijo.
filivargas@gmail.com