LA INGRATA TAREA DE ECHARLO A PATADAS

Dic 16, 2024 | Columnas

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Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
De perros estuvo el fin de semana para el coordinador de los
diputados de Morena Ricardo Monreal por dos razones; sus
correligionarios lo mandaron al diablo y desde el Senado le soltaron
un obús que lo debe tener tembeleque.
Todo comenzó el jueves cuando los legisladores de su partido se
preparaban para asistir a una posada en Cotorritos de Polanco
(restaurante chic, fifí, exclusivo y caro) y de arriba le ordenaron que
parara la fiesta.
El zacatecano pretendió hacerlo con una falacia “Nosotros no
estamos programando ninguna posada”. Y agregó que sus
compañeros ni enterados estaban, por lo que no habría posada.
Pero si hubo.
Sacados de onda y molestos porque quien avaló el guateque reculó
de último momento, los legisladores obedecieron… a medias. “No
quieres que vayamos a Cotorritos, okey no iremos. Pero de que
vamos a tener posada, vamos a tener posada”. Y la organizaron en
La Bodega del Mar, un restaurante ubicado en San Ángel donde
cantaron La Rama, con lo que Ricardo y su autoridad quedaron en
ridículo.
El viernes, no bien trataba de explicar a los reporteros con más
mentiras el descolón que sufrió (no fue posada, fue una reunión de
amigos a la que por cierto me invitaron, pero no quise ir), cuando de
la Cámara Alta le soltaron el obús que lo tambaleó.

El coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López,
subió a la tribuna para manifestar su malestar porque el Senado
recibirá menos presupuesto para el 2025, pero no tardó en disparar.
Tras asegurar que seguirá limpiando al Senado de corrupción y
connivencia, dijo que presentará denuncias penales por presuntas
irregularidades en la contratación de servicios, ya que se detectaron
contratos por 150 millones de pesos anuales con “dos empresas
añejas”; una de resguardo de archivos y otra de mantenimiento de
elevadores, sin que haya evidencia de esos trabajos.
Y no necesitó decir, porque se entendió perfectamente, que estos
presuntos chanchullos ocurrieron cuando Ricardo Monreal fue
coordinador de los senadores de Morena.
Aturdido por el bombazo el zacatecano contestó de inmediato: “La
adversidad y la mala fe me han perseguido, pero las he enfrentado
sin titubeos. Casi siempre provenían de la oposición, hoy vienen de
parte de correligionarios, pero de igual forma les haré frente con la
verdad”. Agregó que no existen tales irregularidades, que se trata de
aseveraciones falsas e infundadas y que va a esperar a conocer las
pruebas para proceder “porque el que nada debe nada teme”.
El sábado apareció en las redes un comunicado firmado por más de
un centenar de diputados de Morena donde le manifiestan su apoyo:
“Las y los diputados del Grupo Parlamentario de Morena, fieles a
los principios que dieron origen al movimiento de la Cuarta
Transformación, expresamos nuestro total respaldo a nuestro
Coordinador, Ricardo Monreal Ávila, cuyo liderazgo ha sido clave
para consolidar los ideales que representamos en este movimiento
histórico”. Y esto debió levantarle el ánimo.
Pero el domingo, varios de los abajofirmantes pidieron que quitaran
sus firmas porque no los consultaron.
¿Qué es lo que está pasando?

Más allá de que Adán Augusto salga a decir hoy que no es nada
personal contra Ricardo, que siguen tan amigos como siempre y se
tomen una selfie juntos y abrazándose, lo cierto es que al nativo de
Zacatecas se le está viniendo encima la noche. Y esta vez al parecer
de forma definitiva.
Si alguien ha sido fiel a Andrés Manuel López Obrador, más que al
PRD en su momento y a Morena en la actualidad, ese ha sido
Ricardo. Pero el tabasqueño no lo quiere y nunca le ha tenido
confianza. De ahí que le mintiera cuando le prometió la jefatura de
gobierno de la CDMX o la candidatura a la presidencia de la
República.
Andrés Manuel se aprovechó de él y lo usó (esa es la palabra) para
lograr sus fines más truculentos y aviesos como sacar adelante sus
paranoicas reformas.
Pero ya no le sirve y hay que desecharlo. Y qué mejor para cumplir
la orden que Adán Augusto López Hernández su cuate del alma, que
gustoso obedeció la encomienda y comenzó la ingrata tarea de
echarlo a patadas.
bernardogup@hotmail.com