Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Cuando el empresario Arturo Castagné dijo que una mansión
valuada en 50 millones de pesos y situada en el exclusivo
fraccionamiento El Dorado de Boca del Río, era propiedad de Rocío
Nahle y su esposo José Luis Peña Peña, agregó que cada semana
sacaría a la luz más propiedades del matrimonio. Y al parecer lo va a
cumplir.
Este miércoles dio a conocer un departamento de lujo ubicado en
San Pedro Garza García, Nuevo León y dijo que es propiedad de
José Luis Peña.
Si te metes a Google lector, encontrarás que San Pedro Garza García
no sólo es el municipio más rico del país, sino de toda América
Latina.
La propiedad está valuada en 28 millones de pesos, José Luis se la
compró a la señora María del Rosario Montanaro Sánchez, esposa
del empresario gasolinero Rogelio Lemarroy y está situada en el
corazón de San Pedro. Todo esto de acuerdo con la escritura pública
10,046; folio 043747, libro 219 de la Notaría Pública 25 de
Monterrey.
Con evidencia tan contundente, qué dirá Rocío.
¿Será que salga con el choro de que el depa no es de su marido sino
de una de sus sobrinas, hermana de la que le “alquiló” la mansión de
El Dorado? ¿Será que alegue violencia en razón de género? ¿Será
que sus achichincles vociferen que se trata de guerra sucia y una
pedestre estratagema de la oposición porque su candidata sigue
punteando en las encuestas?
Son capaces…
Lo cierto es que Rocío está entrampada y desesperada. Y esa
desesperación la ha llevado a cometer yerros como organizar
marchas a su favor que la pintan de cuerpo entero.
Porque hacerse la víctima y declarar que la están violentando por su
condición de mujer, en lugar de demostrar que la mansión de 50
millones de pesos es producto de su trabajo honrado y fecundo, no
es más que un ejemplo de lo intolerante que puede ser si llega a la
gubernatura.
“Si se quejan de lo represor que es Cuitláhuac, espérense a que Chío
lo suceda en el cargo”, le oí decir hace dos años a uno de sus
cercanos.
El nuevo depa es otra losa con la que tendrá que cargar en sus giras
proselitistas. Y dos losas de ese vuelo terminarán por doblarla.
En medio de este nuevo escándalo, trascendió que los miembros del
gabinete de Cuitláhuac García que corrieron a ponerse a sus órdenes
junto con los legisladores y alcaldes de Morena el día que la
ungieron candidata, (Ya sabes Chío, lo que se te ofrezca; tu nomás
di rana y yo salto) están buscando ponerse a las ordenes de José
Francisco Yunes Zorrilla, porque barruntan que la barca de la
zacatecana se irá irremediablemente a pique.
Más que saber qué municipios visitará hoy la candidata, más que
estar al pendiente de sus dislates, la nota en torno a ella es una: el
depa de 28 millones de pesos en San Pedro Garza García.
Y es que la gente hace preguntas.
¿De dónde sacaron la señora y su marido 78 millones de pesos para
comprar dos propiedades que son casi de ensueño? ¿Cuántas
propiedades más dará a conocer Arturo Castagné y cuántos millones
sumarán?
Apenas se dio a conocer la noticia del depa, circuló en redes un
meme con una frase muy sobada pero que no ha perdido actualidad.
En él aparecen Pascual Ortiz Rubio, Rocío Nahle y José Luis Peña
Peña. Al pie de la foto del expresidente se lee: “Le decían El
Nopalito por baboso”. Y en la de los esposos Nahle-Peña: “Les
dicen Los Nopales por las propiedades que tienen”.
Qué frustrante debe ser para la zacatecana saber que a estas alturas
del partido, cuando está a escasas semanas de materializar su sueño
de ser gobernadora de Veracruz, la mansión de El Dorado y el depa
de San Pedro se pueden convertir en la soga y el árbol de su carrera
política.
bernardogup@hotmail.com