Punto de Vista.
Filiberto Vargas Rodríguez.
Prefacio.
Héctor Yunes no dejó pasar como un simple “incidente” la agresión verbal a su
persona y física a una reportera. Este jueves, en sesión ordinaria de la Legislatura,
presentó una propuesta de punto de acuerdo con el fin de que se imponga el
orden y se garantice el ejercicio de los legisladores y de los comunicadores. *** “El
evento de ayer puso en evidencia la falta de capacidad para garantizar nuestra
prerrogativa a la inviolabilidad parlamentaria, la fragilidad de los protocolos de
seguridad para medios de comunicación y trabajadores y -tal vez lo más grave- la
actitud desafiante y violatoria de algunos de los secretarios de despacho que han
comparecido”, expresó Yunes Landa. *** Y su señalamiento fue más allá: “Debo
decir, como consta a quienes estuvieron presentes en la comparecencia del día de
ayer, que incluso había personas armadas dentro del edificio, lo que representa
una de las violaciones más graves a la sede del Poder Legislativo”. *** Y el
incidente se torna aún más grave: “El hecho de que en las instalaciones del recinto
en donde se expiden leyes para proteger mujeres y periodistas haya sucedido la
agresión, es algo que se debe señalar y nos debe ocupar y preocupar, sobre todo
porque la agresión vino de una persona traída por el secretario de Seguridad
Pública, ni más, ni menos que el responsable de proteger a periodistas y mujeres
en la entidad”. *** En su propuesta de punto de acuerdo, el diputado plantea que
“se exhorte a la presidenta de la Mesa Directiva para que vele por la inviolabilidad
del recinto legislativo; se exhorte también a los presidentes de las comisiones
permanentes para que velen por el orden y el respeto de las diputadas y los
diputados y, por último, a los titulares de las Secretarías de Despacho para que
respeten el recinto y cumplan con lo dispuesto en el Reglamento, consistente en
respetar el límite de 20 colaboradores de los que se pueden hacer acompañar,
quienes, previa autorización de la presidencia de la mesa directiva deben registrar
su acceso e identificarse con la credencial oficial que los acredite como servidores
públicos de la secretaria de despacho, cuyo titular acuda a comparecer ante esta
soberanía y quienes, además, no podrán portar armas, debiendo observar el
orden y respeto impuesto para todos”. *** Suena coherente lo que plantea Héctor
Yunes y tendría que ser retomado por quienes hoy deciden en el Poder
Legislativo.
Desesperado por la falta de noticias sobre su futuro y por el frío con el que está
siendo tratado, tanto por la próxima gobernadora, Rocío Nahle, como por la actual
presidente Claudia Sheinbaum, el mandatario saliente ya no pudo contener más la
lengua y desde su foro favorito, las cámaras de Radio y Televisión de Veracruz
(RTV) dijo cosas que pudieran llevarlo a la cárcel.
Cuitláhuac García retomó un tema que había estado guardado durante diez
meses: el destino de los 300 millones de pesos que -según él mismo- fueron
encontrados en la oficina del exfiscal Jorge Winckler, luego de que se decretara en
el Congreso local su cese.
El 31 de enero de este año, durante una de sus conferencias de prensa, el
gobernador hizo referencia por primera vez de esa cantidad:
“A la Fiscalía General del Estado, en 2019, mi presunción es que le dieron
recursos para financiar las campañas; tenía 300 millones de pesos escondidos
Jorge Winckler, los puedo probar, hay pruebas, los tenía escondidos, no se los
llevó porque no le dio tiempo”.
En esa misma oportunidad el ingeniero García (hay que insistir en que sus
conocimientos de Derecho son muy limitados) dijo que no se había presentado
ninguna denuncia sobre ese hallazgo porque “no se consumó ningún mal uso de
los recursos públicos, ya que estos fueron encontrados en la dependencia al arribo
de Verónica Hernández”.
Sin necesidad de conocer mucho de leyes, por mero sentido común Cuitláhuac
García debió entender que, tras ese hallazgo, lo primero que debió haber hecho la
encargada del despacho de la Fiscalía (semanas más tarde fue ratificada, pero en
esos momentos sólo era “encargada de despacho”) era investigar el origen de
esos recursos.
No es como si alguien se encontrara una cartera tirada en la calle y tras ver que
nadie la reclama se quedara con su contenido.
Para disponer de esos fondos, estos tuvieron que ingresar a las arcas del Estado,
pero -por lo declarado un par de días después por el secretario de Finanzas, José
Luis Lima Franco- ahí nadie tenía información sobre esos 300 millones de pesos:
“nosotros no conocemos; si hay un recurso ahí, se podría revisar”, dijo.
Es menester hacer notar que Jorge Winckler fue separado de su cargo de fiscal el
3 de septiembre del 2019 y que el gobernador Cuitláhuac García reveló la
existencia de esos 300 millones de pesos más de 4 años después.
El analista Marco Antonio Aguirre dio a conocer el 24 de febrero del presente año
que solicitó a la Fiscalía estatal, a través de los mecanismos de transparencia,
informara el destino que habían tenido esos recursos y mencionó que el Oficial
Mayor, Jorge Raymundo Romero de la Maza, le respondió:
“Al respecto, hago de su conocimiento que en los archivos de la Dirección General
de Administración de la Fiscalía General del Estado, no obra información acorde a
lo solicitado”.
Nadie hasta ese momento, salvo el gobernador Cuitláhuac García, admitía tener
conocimiento de esos 300 millones de pesos. ¿Realmente existieron? ¿Dónde
estaban? ¿Qué se hizo con ellos?
El Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) concluyó desde hace mucho tiempo las
auditorías y las etapas de solventación de las Cuentas Públicas de 2017 y 2018
(los años en los que gobernó Miguel Ángel Yunes Linares) y en ninguno de sus
informes se hace referencia a un faltante de 300 millones de pesos.
Este miércoles, en la televisión oficial, el propio Cuitláhuac García dio más detalles
sobre ese recurso. Dijo que fueron “recuperados y destinados a proyectos
estratégicos”, como la construcción de la Unidad Integral de Servicios Médicos
Forenses en Nogales y la adquisición de equipamiento para la Policía Ministerial.
¿De verdad?
Sólo que para hacer esos gastos la Fiscalía debió gestionar los fondos en la
Secretaría de Finanzas, y esa instancia debió verificar si en las cuentas de la FGE
existían recursos extraordinarios para hacer esos pagos. Si esos 300 millones de
pesos estaban en la contabilidad de las arcas estatales, debió existir un
documento que validara esos ingresos. Nada de eso ha sucedido.
La construcción de la Unidad Integral de Servicios Médicos Forenses en Nogales
inició en diciembre de 2020 y su inauguración se dio en octubre del siguiente año.
Esto quiere decir que esos fondos de origen desconocido pudieron haber estado
“sudando” durante más de un año en alguna inversión y aun así no se tiene la
certeza de que hayan ingresado a las finanzas estatales o a las de la propia
Fiscalía.
La obra se realizó -según consta en los informes de las Cuentas Públicas del 2020
y 2021, con recursos asignados en el Presupuesto de Egresos, en el que no se
menciona la aplicación de recursos adicionales, de fuentes externas.
Todo parece indicar que en ese caso se aplicó aquella máxima: “ladrón que roba a
ladrón, tiene 100 años de perdón”. Si Jorge Winckler pretendiera reclamar ese
dinero, lo primero que tendría que hacer sería demostrar su origen lícito.
Lo quiera o no, en algún momento Cuitláhuac García tendrá que comprobar la
existencia y el destino de esos 300 millones de pesos… o tendrá que devolverlos.
Epílogo.
Dicen que el “jalón de orejas” llegó desde la capital del país. Una llamada
telefónica al coordinador del grupo legislativo del Partido Verde en Veracruz,
Marcelo Ruiz, motivó que este jueves el legislador tomara la palabra para defender
al exgobernador Fidel Herrera Beltrán. *** El legislador local hizo un llamado a los
servidores públicos de la actual administración estatal para que asuman su
responsabilidad y dejen de culpar a administraciones anteriores. *** “Es
desafortunado que, en lugar de hablar hacia adelante del presente, hacia el futuro,
de lo que significa ser gobierno y servirles a los veracruzanos en un tema tan
sensible como la seguridad pública, volteamos hacia atrás a echarle la culpa a
exgobernadores como Fidel Herrera, que es un hombre que nosotros admiramos y
queremos mucho en el Verde”. *** Se tenía que decir… y se dijo.
filivargas@gmail.com