Sin tacto
Por Sergio González Levet
Es un hecho indudable que la línea política e ideológica de Morena se sustenta en
la mentira como el fundamento basal de su lógica discursiva (logré resistir la
tentación de poner el término “narrativa”, tan de moda en el uso de los más
rigurosos analistas -tanto de izquierda como de derecha-, aunque empleado de la
manera más errónea y lastimosa).
Dicho en cristiano entendible, los seguidores del profeta Andrés Manuel López
Obrador se valen siempre de mentiras cuando tratan de desacreditar a quienes no
piensan exactamente como ellos.
Su propio nombre es una mentira, porque son un partido político, pero se
presentan como un “movimiento” nacional, popular y regenerador. He ahí la razón
por la que muchos de los cuadros de arriba le llaman “el Morena”, es decir, “el
movimiento…”
¿Por qué “movimiento” y no “partido”? Porque un partido político es una
agrupación ciudadana que participa con candidatos en los procesos electorales
para elegir al Presidente de la República, a gobernadores, a presidentes
municipales, a diputados, a senadores, etc. Un movimiento, por el contrario, es
una insurrección popular que se adueña violentamente del poder establecido y lo
sustituye con nuevas formas de organización del Estado.
Morena es un partido que ganó la elección presidencial en 2018 gracias al
sufragio democrático de la mayoría de los ciudadanos que acudieron a votar, y
con eso sustituyó a las autoridades federales que habían emanado del PRI. Es
decir, los ciudadanos le dieron su voto para que administraran las instituciones,
peeeero, mañosamente AMLO y sus huestes se dedicaron a modificar la forma de
gobierno que nos habíamos dado los mexicanos. Lo hicieron como si hubieran
ganado a través de una revolución, de una insurrección, y no por medio de los
votos, o sea de una elección.
Un acucioso contador registró la cifra de más de 150 mil mentiras soltadas por
el presidente López Obrador en las mañaneras que nos recetó a los mexicanos
durante toda su administración. A ellas habría que sumarles las falsedades que
han dicho sus seguidores encaramados en el poder desde hace casi siete años.
Aquí en Veracruz tuvimos un verdadero adalid de esa táctica de las
invenciones: Cuitláhuac García Jiménez, el Gobernador de mentiras y/o el
Gobernador de las mentiras.
Han ido tan lejos los fanáticos del tabasqueño que inventaron una “realidad
irreal” desde la que gobernaron y desde la que consiguieron mantener el poder
mediante el uso de todas las triquiñuelas posibles en los procesos electorales.
Hay un nuevo Gobierno de la República, pero los flamantes funcionarios y los
dueños del Poder Legislativo siguieron con su estrategia y han montado mentiras
sobre las mentiras que les dejó dichas AMLO.
Habrá que ver en el futuro que se nos avecina cuando se hará realidad la frase
que se atribuye falsamente a Abraham Lincoln, aunque tiene un gran rescoldo de
verdad:
“Puedes engañar a todas las personas una parte del tiempo y a algunas
personas todo el tiempo, pero no puedes engañar a todas las personas todo el
tiempo”.
sglevet@gmail.com