Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
El Partido Acción Nacional (PAN) inició el pasado fin de semana su reconstrucción
en Veracruz. Celebró una asamblea estatal que duró más de 10 horas y en la que
fueron elegidos cien consejeros estatales y 16 consejeros nacionales. *** Luego
de intensos debates, se pudo constatar que quien cuenta con buena parte del
panismo en la entidad es el diputado Enrique Cambranis Torres, quien fue elegido
como uno de los 16 representantes de Veracruz en el Consejo Nacional. Otros que
lo acompañan en esa tarea son Maricarmen Escudero Fabre y Federico Salomón.
*** La fuerza de Enrique Cambranis se vio en los números: de los 100 consejeros
estatales resultaron elegidos 49 hombres y 50 mujeres de su equipo. Esto quiere
decir que sólo una posición (Joaquín Guzmán Avilés, por Tantoyuca) no pertenece
a su equipo. *** Entre las mujeres electas en este Consejo Estatal y que están
identificadas como parte del “equipo Cambranis” (por lo que son candidatas a
ocupar la dirigencia estatal) aparecen la diputada federal Claudia Quiñones
Garrido, la diputada local Luz Alicia Delfín Rodríguez; las ex diputadas federales
Maricarmen Escudero Fabre y Karla Verónica González, la ex diputada local
Teresita Zuccolotto Feito, la actual Secretaria General, Cristina Elvira Pérez Silva,
y Ana Cristina Ledezma López quien actualmente es representante ante Los
órganos electorales. *** Quienes esperaban un cisma en el panismo veracruzano,
se quedaron con las ganas.
¡Están viendo que la chiquilla es chillona y la pellizcan!
Ya ha quedado en evidencia. En los más diversos foros se ha hablado del “mal
humor” que muestra en las semanas recientes la gobernadora de Veracruz Rocío
Nahle.
Y justo cuando “no se aguanta ni ella misma”, le insisten para que hable de la
posibilidad de someterse a la revocación de mandato.
La reacción era lógica: calificó de “carroñeros” a los que impulsan la reforma para
que en Veracruz se aplique ese método de consulta popular.
Alguien tendría que explicarle que “carroñero” es aquel animal que se alimenta de
“carroña”, o lo que es lo mismo, el que devora alimento podrido. Si utiliza ese
calificativo contra quienes -en su opinión- pretenden arrebatarle el cargo de
gobernadora, entonces -en esa lógica- la “carroña” sería ella.
Sorprende, sin embargo, que hoy la gobernadora de Veracruz muestre tal molestia
cuando le tocan el tema, siendo que se trata de una iniciativa que impulsó en su
momento su jefe político y guía, Andrés Manuel López Obrador.
“La consulta para la revocación de mandato reafirma la democracia participativa y
el derecho del pueblo a cambiar la forma de su gobierno. Democracia es el poder
del pueblo. Se reafirma el principio constitucional de que el pueblo tiene en todo
momento el derecho de cambiar la forma de su gobierno. Se reafirma que el
pueblo es el soberano, el que manda”, decía su maestro.
Y ella misma, hace no mucho tiempo (apenas el pasado 29 de septiembre) se
decía convencida de que la revocación de mandato era una expresión más de la
democracia:
“No tengo ningún problema con eso. Yo siempre he ido a las urnas, yo siempre he
sido votada, nunca he sido pluri (nominal). En el 2012, en el 2015, en el 2021 (en
realidad fue en el 2018) y en el 2024. Yo soy una demócrata y siempre he
respetado lo que dice la urna (…) Además, yo tuve un gran maestro: Andrés
Manuel López Obrador, quien nos enseñó la vía democrática. Ese para mí no es
tema”.
Entonces… ¿cuál es el problema?
Alguien de su inútil equipo de asesores le debió haber sugerido que levantara ella
ese estandarte, que se luciera ante su maestro impulsando una reforma que él
promovió desde Palacio Nacional.
“Es el colmo que quieran impedir la consulta de revocación de mandato. Deberían
promover la democracia, en vez de estar insultando y haciendo labor de zapa; que
convoquen a la gente para que participe en la consulta y de manera pacífica, de
forma democrática, se resuelvan las diferencias dándole al pueblo su lugar;
escuchando, respetando al pueblo”, decía en aquel entonces López Obrador.
Palabras que, si fueran pronunciadas ahora en Veracruz, tendrían el mismo
sentido.
Rocío Nahle, sin embargo, practica aquella filosofía popular: “hágase tu voluntad…
en los bueyes de mi compadre”.
Epílogo.
La trató de defender y terminó exhibiéndola. *** La mañana de este lunes, en su
conferencia de prensa, la gobernadora Rocío Nahle rechazó que pretenda
remover de su cargo a la secretaria de Protección Civil, Guadalupe Osorno
Maldonado y en su defensa dijo que su colaboradora “ha estado en campo desde
los primeros días de la emergencia”. *** Sí y qué bueno. El problema es que debió
estar en aquella zona ¡antes de que se produjera la emergencia!, alertando a la
población y coordinando la instalación de albergues. *** En la misma conferencia
de prensa la gobernadora “presumió” que su gobierno “ha actuado con rapidez y
organización ante la magnitud del desastre” y destacó que actualmente operan
más de 6 mil servidores públicos en auxilio de los damnificados. *** Lo que no dijo
la gobernadora, es que a los empleados del gobierno estatal los han enviado a la
zona del desastre sin oficio de comisión, lo que significa que no les cubren los
gastos de su traslado y estancia, y tampoco van protegidos frente a un probable
accidente. *** ¡Qué fácil es decir “mandamos”, cuando no se invierte en eso! ¿Qué
acaso no fue la gobernadora Rocío Nahle la que respondió, furiosa, que “el dinero
no es tema” en esta tragedia? *** Ahora es cuando hay que mostrarlo.
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