Sin tacto
Por Sergio González Levet
En los primeros días de mayo se establecerá el cónclave de los cardenales
menores de 80 años, que participarán para elegir o ser elegidos como el nuevo
Papa. Son 135 y se enclaustrarán en la Capilla Sixtina, en donde la única
distracción que tendrán será voltear a ver los frescos que pintó Miguel Ángel en el
techo, porque les quitan los celulares y cualquier adminículo que los pueda
conectar con el mundo.
Un dato notable es que de todos ésos, 108 fueron designados por el papa
Francisco, lo que representa un 80 por ciento de los prelados que votarán. De
acuerdo con la lógica de la política terrenal, cabe la gran posibilidad de que el
nuevo pontífice siga la línea liberal del argentino, que fue el primer latinoamericano
en llegar al más alto podio de la Iglesia Católica.
[Y fue también el primer jesuita que fue elegido Papa, desde que Ignacio de
Loyola fundó la orden en 1534. Cosa extraña para una comunidad de religiosos
que ha tenido una enorme fuerza dentro de la Iglesia, al grado tal que a quien es
el Superior General se le llegó a llamar el Papa Negro, por el poder que llegaba a
asumir. En Roma circula un cuento de que un jesuita y un legionario de Cristo
discutían por cuál era la orden más importante. Como no llegaban a un acuerdo,
decidieron mandarle una carta a Dios, para que él respondiera. Así lo hicieron, y
en un momento llegó la respuesta divina: “Yo no tengo predilección por ninguna
orden, para mí todas son igualmente importantes.” Firmaba: “Dios, SJ”. Los padres
jesuitas firman así después de su nombre, que significa en latín Societas Jesu.]
Hay que decir que la política convencional poco tiene que ver con la política de
la Iglesia Católica, cuyos integrantes llevan dos mil años haciendo grilla y son
unos verdaderos expertos que dejan ver como unos infantes imberbes a los más
poderosos dignatarios del mundo. Considérese que los ingleses llevan 500 años
metidos en politiquerías, los gringos apenas rebasan los dos siglos y los priistas
en nuestro país solamente alcanzaron a completar 71 años.
Hay una película muy oportuna que salió recientemente y que lleva el nombre
de Cónclave. Es una buena visión que explica con cierta claridad cómo es el
complicado proceso para elegir al nuevo Papa.
Es obvio que entre los 135 elegibles hay cardenales que tienen alguna
preeminencia (miren qué bien: hay eminencias que tienen cierta preeminencia).
De la lista completa, se destacan siete, o nueve o 12, según unos analistas u
otros.
Anoto la docena completa, y si me permiten, en el “Sin tacto” de mañana,
veremos quién es quién de este rosario de santos varones:
Pietro Parolin y Mateo Zuppi, italianos; Luis Antonio Tage, filipino; Gérald
Cyprien Lacroix, canadiense; Robert Prevost, gringo; Tarcisius Isao Kikuchi,
japonés; Michael Czerny, checo; Cristóbal López Romero, español; Jean-Claude
Hollerich, luxemburgués (y el único jesuita de la lista); Péter Erdő, húngaro; Peter
Turkson, de Ghana, y Carlos Aguilar Retes, mexicano.
sglevet@gmail.com