Sin tacto.
Por Sergio González Levet.
Como les funcionó la estrategia en las elecciones del año pasado del Estado de
México, AMLO y los morenistas decidieron continuar con el mismo asesor y con
las mismas tácticas para las súper-elecciones de este año.
Ese consejero es el catalán Antoni Gutiérrez-Rubí, quien llegó a trabajar para el
Gobierno izquierdista de México recomendado por el actual presidente de
Colombia Gustavo Petro, a quien hizo ganar en 2022 con su consigna de
implantar entre el electorado la falsa percepción de que éste iba arrollando en la
campaña y que sería el candidato vencedor sin ninguna duda, lo que arrastró a
miles y miles de colombianos a votar por él.
Existe la idea, fundamentada en varios estudios, de que en la mayor parte de
las democracias occidentales, los ciudadanos votan preferentemente por quien
consideran que va adelante en la contienda. Gutiérrez-Rubí y su equipo de
expertos en campañas electorales se han vuelto unos verdaderos especialistas en
esta modalidad, con la que hicieron ganar a Petro en Colombia hace dos años y a
Delfina Gómez en el Estado de México el año pasado.
Desde que terminó la elección colombiana en agosto de 2022, la entonces Jefa
de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, se trajo a don Antoni
como su consultor, y utilizaron sus valiosos servicios en la elección mexiquense.
Y ya como candidata presidencial, la corcholata preferida de López Obrador ha
dejado que el famoso analista político asiente la base de su campaña sobre la
misma idea de trabajar en la percepción.
De ahí que Claudia Sheinbaum insista cada vez que habla en los 30 o 40
puntos que va arriba de Xóchitl Gálvez, que es una ventaja ilusoria que solamente
aparece en las encuestas compradas por el gobierno lopezobradorista, y que se
publicitan con efusión en todos los medios y en las redes.
Y el mismo juego trae Rocío Nahle, a quien su comadre Claudia le ha mandado
a su asesor especial en dos ocasiones cuando menos, para que le imponga su
estrategia de la percepción. Y por eso mismo, la oriunda de Río Grande, Zac., ha
utilizado como única vía de campaña el manejo de encuestas cuchareadas a su
favor y la cantaleta de que ella va 30 puntos arriba de Pepe Yunes.
Las encuestas son un instrumento de medición que sirve a los candidatos para
conocer de qué manera va su simpatía y su intención de voto entre los
ciudadanos. Esas encuestas verdaderas no se hacen para publicar, y menos son
herramientas de propaganda.
Pero mañana le sigo con este tema candente.
sglevet@gmail.com