AL PIE DE LA LETRA.
Raymundo Jiménez.
Este sábado 4 de mayo, el equipo de campaña de Rocío Nahle anunció la adhesión de otros
diez alcaldes de oposición a la candidatura de la morenista al gobierno de Veracruz.
Pudo haber sido un fuerte golpe político-mediático, pero unas horas antes de que se hiciera
el anuncio oficial, el dirigente estatal del PRD, Sergio Cadena, grabó y difundió un video
en redes sociales anticipándose y denunciando que algunos ediles de su partido que se
sumarían a Nahle se vieron obligados a hacerlo porque fueron amenazados, pero que le
aseguraron que ellos apoyarían al priista Pepe Yunes, con quien ya se habían reunido y
comprometido antes.
Los munícipes perredistas son Gabriela Alejandra Ortega Molina, de Colipa; Armando
Fernández de la Cruz, de Chicontepec; David Sangabriel Bonilla, de Banderilla; Abraham
Landa Candanedo, de Tenochtitlan; Leobardo Gómez González, de Tihuatlán, y Fernando
Luna Solís, de Zacualpan, quien ya desde el martes 19 de diciembre pasado había hecho
pública su adhesión a la candidatura de Nahle, junto con el munícipe de Huayacocotla,
Manuel Lemus Salazar.
En este último paquete de ediles desertores de la oposición figuran también Andrés Chacón
Hernández, de Ignacio de la Llave, quien en 2021 fue postulado por el partido estatal Todos
por Veracruz, ligado al priista Héctor Yunes Landa, actual candidato a diputado local
plurinominal, además de Raúl Velasco Hernández, de Tlacolulan; Damián Hernández
Hernández, de Rafael Lucio, y de Salvador Hernández Hernández, de Acajete, los tres de
Redes Sociales Progresistas, otro partido local que no pudo obtener su registro hace tres
años y que era liderado por Antonio Lagunes Toral, quien acaba de adherirse a la
candidatura de Yunes Zorrilla, de la coalición PRI-PAN-PRD.
Estos diez alcaldes se suman a los seis ediles del partido Movimiento Ciudadano que en
días pasados también manifestaron su respaldo a la candidata de Morena a la gubernatura
del estado.
¿Qué tantos votos le sumarán a la ex secretaria de Energía? Eso ya se sabrá después del
domingo 2 de junio próximo. Sin embargo, de momento, le inyectan oxígeno a su
accidentada campaña. Seguramente sus operadores políticos debieron medir si son
munícipes bien calificados por sus gobernados, ya que, de lo contrario, la candidata de
Morena tendrá que apechugar sus negativos.
Y es que, por ejemplo, este mismo sábado, en Nanchital, donde gobierna la morenista
Esmeralda Mora Zamudio, la Sección 11 del sindicato petrolero que agremia a 9 mil socios
activos y que desde hace 32 años lidera Ramón Hernández Toledo, arropó el priista Pepe
Yunes.
Y es que, por ejemplo, este mismo sábado, en Nanchital, donde gobierna otra aliada de
Nahle, la morenista Esmeralda Mora Zamudio, la Sección 11 del sindicato petrolero que
agremia a 9 mil socios activos y que desde hace 32 años lidera Ramón Hernández Toledo,
arropó al priista Pepe Yunes.
Paradójicamente, la alcaldesa Mora Zamudio enfrentó su peor crisis política en septiembre
del año pasado, cuando estuvo a punto de ser destituida debido a un problema social que de
manera indirecta le generó la actual candidata a gobernadora, quien no pudo sacar avante el
proyecto del relleno sanitario regional que como senadora había gestionado antes de
diciembre de 2018 para resolver el problema del tiradero a cielo abierto de Las Matas, que
representa una serio problema de salud pública ya que desde hace más de cuatro décadas
recibe miles de toneladas de desechos sólidos de los municipios de Minatitlán,
Cosoleacaque y Coatzacoalcos.
Primero Nahle, por beneficiar a su compadre Arturo Quintanilla Hayek con la compra del
terreno, proyectó que se instalara en el municipio de Chinameca, pero los pobladores se
rebelaron obligando al gobernador Cuitláhuac García que se cancelara. Luego, autoridades
federales lo quisieron trasladar a Nanchital sin consultar a la ciudadanía y también abortó.
Así que ahora no debe confiarse de los alcaldes desertores, pues como advertía el ex
gobernador Fernando Gutiérrez Barrios: “Quien traiciona una vez, traiciona siempre”.