Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
Bien, no puede dejar de reconocerse que este jueves, cuando más se necesitaba su
atención, la gobernadora Rocío Nahle cumplió con su deber de estar con los
veracruzanos del norte del estado, quienes viven horas de angustia por las inundaciones
que sufren a causa de las lluvias, que necesariamente les hicieron recordar la tragedia
que vivieron en 1999.
Hace 26 años, la depresión tropical 11 causó una de las peores tragedias naturales de
que se tenga memoria y lo peor se vivió los días 5 y 6 de octubre, fechas casi
coincidentes con el desastre que se vive ahora. Es de justicia recordar que entonces el
gobernador Miguel Alemán estuvo a la altura de las circunstancias y los veracruzanos
dieron muestras de su alto sentido de solidaridad con sus hermanos en desgracia.
Entonces, la descarga de lluvia, que afectó el norte de Veracruz, pero también partes de
Puebla, Hidalgo y San Luis Potosí, dejó 384 personas fallecidas, 450 mil damnificados y
desaparecidos, aunque nunca se pudo precisar cuántos, así como muerte de animales y
daños cuantiosos en viviendas y en las vías de comunicación, tragedia que en Gutiérrez
Zamora recuerdan cada año con un acto en memoria de las víctimas.
Cuando ha sido necesario, que en el actual y todavía joven gobierno ha sido la mayoría
de las veces, he sido crítico de muchas acciones u omisiones, pero ahora creo que si
Rocío actúa en la forma debida, todos, de nuevo, sin distingo alguno, debemos apoyarla y
estar listos para llevar o enviar ayuda a los miles de huastecos, porque la emergencia,
que puede devenir en desgracia, no distingue ni siglas ni colores.
La gobernadora Nahle sobrevoló amplia zona cubierta por el agua y ya en tierra conoció
de cerca las afectaciones, además de que escuchó a los habitantes, presencia la suya
estimulante y alentadora porque los norveracruzanos supieron que en estos momentos de
emergencia su primera autoridad está con ellos y pendiente de su situación.
En las redes agradeció a la Secretaría de Protección Civil, al Ejército y a la Marina el
apoyo para atender la situación en Álamo. Su reporte en la tarde fue: “La lluvia no para y
en ÁLAMO hay calles inundadas, sobre todo en la zona cercana al río Pantepec. Se
habilitó albergue en el DIF y tenemos dos refugios temporales: en Pueblo Nuevo escuela
Enrique C. Rébsamen y CBTA 57 en Chapopote Núñez. El Ejército y la Marina apoyando
con lanchas para ayudar a sacar a la población de zonas inundadas y llevarlas al
albergue. Se pide a la población en zonas bajas que salgan hacia los refugios y evitar
cruzar corrientes fuertes.
Se implementó el plan DN III con el Ejército”.
Pero este viernes temprano debe tener el reporte que la emergencia es en la mayor parte
de la Huasteca, en parte del Totonacapan y más abajo, o hacia el centro, la zona de
Misantla. Para ella es su primer evento de esa naturaleza y qué bueno que el jueves
conoció de cerca lo que viven cíclicamente miles de veracruzanos, porque entonces,
como autoridad, ya puede empezar a tener idea del acto criminal –el columnista no puede
usar otro término más adecuado– de distraer miles de millones de pesos en la
reconstrucción de un estadio de futbol y en la construcción de otro inmueble deportivo
para basquetbol que no eran prioritarios ni necesarios, cuando hay otras prioridades,
como va a comprobar.
Nahle se calzó las botas, se enfundó en ropa adecuada y con su impermeable encima
puso el ejemplo para que alcaldes, hombres y mujeres, dejen la comodidad y la
secunden, aunque es de justicia significar que la presidenta municipal de Tecolutla,
Gabriela Valdéz, alertó a los suyos por la apertura de la presa La Soledad, o Mazatepec,
en Puebla, para que se pusieran a salvo por el escurrimiento de agua que vendría para
buscar salida en el mar, arrasando a su paso todo lo que encontrara.
Aunque las lluvias disminuyan o cesen, el problema como consecuencia tardará días,
semanas, puede que meses, y ahí se verá de qué están hechos los colaboradores de la
gobernadora, pues quedarán caminos, vados, carreteras, puentes dañados, pueden
brotar epidemias, escaseará el agua purificada para beber, pueblos aislados necesitarán
alimentos, etcétera, una prueba a ver si la pasan o con qué calificaciones.
Y en encuesta Mitofsky, no repunta
Todo su equipo no le puede fallar pues Rocío no repunta en la encuesta mensual de
Mitofsky para El Economista.
En los resultados que se dieron a conocer ayer, correspondientes a la medición de
septiembre, por ejemplo, en comparación con la aprobación de la presidenta Claudia
Sheinbaum, a quien los veracruzanos dieron un alto 75%, a Rocío solo la calificaron con
un 49.6%, una diferencia de -25.4%.
En general, la gobernadora de Veracruz continúa entre los últimos 10 de 32 gobernadoras
y gobernadores del país. En comparación con el mes de agosto, solo logró avanzar 4
décimas, de 49.2 a 49.6, prácticamente nada, o sea que no jala para adelante la carreta,
está estancada, y debiera ser motivo de preocupación del equipo nahlista estando a solo
20 meses para la elección intermedia, de diputados locales y federales.
Quién sabe cómo tomaron la presencia de la ex Contralora General del Estado, entonces
de Morena, Mercedes Santoyo Domínguez, en el Consejo Estatal de Movimiento
Ciudadano (MC) el miércoles. Algo dice, algo debiera de decirles que van y están mal
cuando alguien que estuvo encumbrada bajo el manto guinda decide irse.
En MC, creo que ya en la tranquilidad fuera del Consejo, deben evaluar y valorar que una
exfuncionaria del Gobierno del Estado morenista decida unírseles, porque además no es
cualquier militante si se parte del hecho de que, como pocas personas, conoció el
monstruo guinda por dentro y cuánto no ha de saber de los malos manejos que se
hicieron en la pasada administración.
En mi caso, me llamó mucho la atención su actitud decidida al lado de Dante Delgado
Morales, con el puño cerrado en plan de combate, pero además con su pulsera y su collar
naranja, como para que no digan que su presencia fue casual.
En el gobierno nahlista ya no pueden fallar ni decepcionar más, porque tienen encima a
Movimiento Ciudadano, que incluso ya trabaja para la elección de 2027 con sus dos
posibles candidatos a diputados por Xalapa, Américo Zúñiga, para la Cámara de
Diputados, y Román Moreno, para el Congreso local, quienes en sus últimas dos
participaciones electorales Américo casi le ganó a la candidata de Morena y Román
quedó en segundo lugar pero con un cuantioso
