NAHLE: EL EJEMPLO DE MORELOS

Ene 12, 2025 | Columnas

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AL PIE DE LA LETRA.
Raymundo Jiménez.

Este sábado, frente a miles de personas que asistieron al acto público por los primeros 100
días de su administración que fue realizado en la Plaza de Armas de Cuernavaca, la
gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, anunció que hará denuncias por
presuntos actos de corrupción cometidos en el gobierno (2018-2024) de su antecesor y ex
jefe Cuauhtémoc Blanco, quien fue blindado por la élite nacional de Morena como diputado
federal plurinominal.
Sin mencionar por su nombre al famoso ex futbolista, la mandataria estatal, también del
partido guinda, señaló que fueron encontradas irregularidades en el proceso de entrega-
recepción que serán investigadas.
“Aquí no hay espacio para improvisaciones ni excusas. Tampoco hay espacio para actos de
corrupción. Instruyo al Consejero Jurídico que, de acuerdo a los resultados encontrados en
el proceso de entrega-recepción, donde haya lugar se realicen las denuncias
correspondientes ante la Fiscalía Anticorrupción”, dijo González Saravia, quien fue
colaboradora de Cuauhtémoc Blanco primero en el Ayuntamiento de Cuernavaca, donde se
desempeñó como secretaria de Desarrollo Económico y subsecretaria de Turismo, y
posteriormente, de octubre de 2018 a octubre de 2020, como secretaria de Turismo y
Cultura en el Gobierno del Estado, mes y año en que se separó de la administración estatal
de Morelos para ser nombrada directora general de la Lotería Nacional por el presidente
Andrés Manuel López Obrador. En julio de 2023 dejó el cargo federal para buscar la
candidatura de Morena al gobierno de Morelos.
La mandataria morelense, quien dijo que había trabajado en la reconciliación en el estado,
pues tenía una profunda división y desconfianza entre grupos políticos y ciudadanos, pidió
que inmediatamente fueran reveladas “cada una de las acciones que se emprenderán para
que ese recurso que es del pueblo se reintegre a las arcas del estado o se castigue a quien
haya hecho mal uso de los recursos públicos”.
¿El discurso y ejemplo de la gobernadora morenista de Morelos llegará a Veracruz, donde
también Rocío Nahle encontró un desastre en la administración estatal que le entregó su
correligionario Cuitláhuac García, recién nombrado director del Centro Nacional de
Control del Gas Natural (Cenagas) por la presidenta Claudia Sheinbaum?

Nahle y su homóloga morelense tienen la misma trayectoria partidista: ambas dejaron en
2013 al PRD para acompañar a López Obrador en la fundación de Morena, cuyos
postulados son “no mentir, no robar y no traicionar al pueblo”.
Pero la historia de González Saravia Calderón es muy interesante, pues a pesar de haber
nacido en una familia acomodada, optó muy joven por un activismo político radical. Su
padre y abuelo paterno fueron altos directivos de Banamex, mientras que su abuelo materno
administraba un comercio en el centro histórico de la Ciudad de México, donde ella nació
en junio de 1956, y poseía además un balneario en Morelos, donde ella también radicó.
Al cumplir la mayoría de edad, a los 18 años, Margarita abandonó los estudios para
incorporarse a la Organización Revolucionaria “Compañero”, una agrupación clandestina
de ideología comunista-maoísta, y en 1974 fundó la Unión de Colonias Populares del Valle
de México, así como la Unión de Trabajadores del Campo y de la Coordinadora Nacional
Plan de Ayala. Posteriormente militó en el PSUM y en el PMS, su partido sucesor. Fue
coordinadora de finanzas de la campaña presidencial del ingeniero veracruzano Heberto
Castillo Martínez, en 1988, y luego fue miembro fundador del PRD en 1989. En 2003 la
postuló el partido del sol azteca como diputada local por el distrito de Cuernavaca, pero
quedó en tercer lugar en los comicios.
Por eso a nadie sorprendió que esta mujer gobernante, con ese pasado radical, arremetiera
en contra de su corrupto ex jefe político. Sin embargo, la embestida contra Cuauhtémoc
Blanco difícilmente procederá, pues la mayoría de Morena en la Cámara de Diputados no
lo desaforaría para ser enjuiciado.
En cambio, Cuitláhuac no tiene fuero. ¿Pero, acaso se atreverá Rocío a ir contra él? Hasta
ahora todo parece indicar que no, pues la mandataria veracruzana ha mandado claras
señales de que no actuará contra los cuitlahuistas que saquearon las arcas estatales, como se
evidenció recientemente en el Congreso local, donde frenó al líder de los diputados
morenistas Esteban Bautista –otro ex activista radical, ex miembro del EZLN–, cuando el
flamante presidente de la Junta de Coordinación Política de la LXVII Legislatura del estado
comenzaba a exhibir las corruptelas de su antecesor Juan Javier Gómez Cazarín, actual
delegado de la Secretaría del Bienestar que ahora estaría por usar los programas sociales del
gobierno federal para apoyar a sus candidatos a las alcaldías en el sur del estado, entre ellos
a su hermano Luis Alberto (a) “El Chiquis”, quien se registró como aspirante de Morena
para suceder en la presidencia municipal de Hueyapan de Ocampo a su padre Juan Gómez
Martínez, “Yona”.
Habrá que ver si el 10 de marzo próximo, cuando se cumplan los 100 días de su gobierno,
la señora Nahle también decide dar su informe y llamar a cuentas a la banda de su antecesor
y compañero de partido, tal como lo acaba de hacer la gobernadora de Morelos.