NO ES OBLIGATORIO QUE DEBATAN, PERO NAHLE DIJO QUE SÍ LO HARÁ.

Abr 3, 2024 | Columnas

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Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
A menos que se eché para atrás y aunque el OPLE confirmó que no es obligatorio
que los candidatos a la gubernatura participen en los debates programados, con
toda anticipación Rocío Nahle anunció que lo hará.
El pasado 24 de marzo, previo al arranque de su campaña, en una entrevista vía
telefónica dijo que estaba lista para participar el próximo 27 en el Museo de
Antropología y el 12 de mayo en el WTC de Boca del Río.
Adelantó que lo haría con propuestas concretas, y ese día, sobre su mansión en El
Dorado comentó que no caerá en provocaciones, lo que abre la interrogante si le
entrará al tema frente a sus adversarios y de cara a los veracruzanos.
El próximo domingo, a las 8 de la noche, tendrá lugar el primere debate
presidencial entre Xóchitl Gálvez, Claudia Sheinbaum y Jorge Álvarez Máynez.
Rocío no corrige errores
No es uno sino son varios actores políticos que, o porque se los pidieron o por
iniciativa propia, cabildean con periodistas para que le bajen a las críticas contra la
candidata de Morena a la gubernatura.
Su insistencia hace preguntar si entonces no es cierto que lleva 40 puntos de
ventaja, suficientes como para que todos ellos se echen a la hamaca a esperar la
votación del 2 de junio porque ya ganaron en automático.
Aunque tarde, creo que le ayudaría algo establecer por fin puentes o relaciones
directas con los periodistas, por los que han mostrado desdén o desprecio, pero
por su inexperiencia y oficio político no se dan cuenta que el problema es ella.
Es inexplicable que, por ejemplo, realice su campaña con vallas metálicas de por
medio con el electorado, como lo hizo en su precampaña, además, con
acarreados.
También, que se aferre a vivir en una mansión de 50 millones de pesos y en sus
redes sociales proclame que gobernará “bajo los lineamientos de nuestro
movimiento social y transformador, donde primero los pobres”.

No se entiende cómo nombró como coordinador de su precampaña a un bisoño,
como el alcalde de Martínez de la Torre, experto en productos agrícolas, quien
incluso en forma candorosa declaró que nunca había recorrido el estado. No se
sabe si también le coordina su campaña.
Cuando comete errores graves como llamar a Tamiahua Tamiagua, confundir la
laguna de Catemaco con el Golfo de México, no saber el número total de
municipios que tiene el estado y confundir el nombre del municipio José Azueta
con el del alcalde Giovanni Auli, nos dice que sus asesores o integrantes de su
equipo de campaña no son de Veracruz, sino tal vez también de Zacatecas. Falta
que anuncien que la van a llevar a Guayacocotla.
Igual, cuando como actividad inicial de su campaña programan llevarla y meterla
en la boca del lobo y la abuchean y la repudian y le empañan lo poco que le
quedaba de buena imagen, incluso a nivel nacional, ello nos habla de que los de
su equipo son chafas.
Con quienes he hablado de Morena, incluyendo funcionarios, nadie se explica por
qué no desde mucho antes de que fuera precandidata empezó a tejer relaciones
con los periodistas veracruzanos, cuyo peso ahora ya conoce.
Cuando preguntan y se enteran, nadie sabe tampoco por qué ni siquiera les envían
material informativo de sus actividades a los periodistas, salvo a unos cuantos,
respetables, pero a los que prácticamente nadie lee; por qué no se rodeó de un
equipo de prensa profesional, con experiencia, veracruzanos que conozcan el
estado.
Los cabilderos oficiosos (en el mejor sentido, de ser agradables y útiles a alguien;
no peyorativo), a quienes veo muy empeñosos, pueden agotar hasta sus últimos
oficios, pero serán inútiles si la propia señora se niega y se resiste a tratar con la
prensa; los repele.
Quienes me aseguran que la conocen y la han tratado, o alguna vez han estado
cerca de ella, me dicen que es grosera y soberbia; me han dejado pensando si es
cierto o no. Algunos hechos parecieran confirmarlo.
Fue diputada federal, senadora y además secretaria de Estado, tuvo poder y
recursos, espacios y oportunidades para haber establecido y amarrado relaciones
con los periodistas de la Ciudad de México, de peso y renombre.
Ahora que estalló el escándalo por sus presuntas mansiones, prácticamente no ha
habido un solo medio que no le haya dado cabida a notas, comentarios o columnas

haciéndose eco de las críticas de los periodistas y medios del estado, incluidos
diarios como La Jornada, el más cercano aliado a López Obrador.
Lo único que eso nos dice es que también trató con desdén, indiferencia,
valemadrismo y soberbia a nuestros compañeros de la CDMX, que hoy están
volcados sobre ella y no le dan respiro, y en cambio le abren todos sus espacios a
Pepe Yunes.
Transcurre la campaña y pasan los días y la candidata mantiene su alejamiento y
divorcio con los medios, que en reciprocidad aprovechan el menor traspié que dé
para atizarle, pero no de gratis, sino porque ella misma lo provoca con sus yerros.
En mi caso me pregunto si, en cambio, conoce a sus paisanos los periodistas de
Zacatecas, respetables, y al menos con ellos mantiene relaciones profesionales y
hasta amistosas.
Algunos compañeros del puerto de Veracruz me han dicho que se les han
acercado a pedirles que la ayuden, pero que de antemano ellos no pueden
pagarles ningún espacio de publicidad porque de “arriba” les dicen que no hay
dinero. ¿Y la mansión de 50 millones entonces?
Persecución contra exjueza, local; sin problemas con la FGR
La exjueza Angélica Sánchez Hernández se presentó ayer en la subsede de la
Fiscalía General de la República (FGR) en Xalapa, atendiendo un citatorio que le
hicieron.
Recibió la notificación en su domicilio la noche anterior mientras se encontraba en
campaña, como candidata al Senado por Movimiento Ciudadano (MC), en el norte
del estado.
Tras su comparecencia, hasta donde se tuvo información, quedó claro que todo es
parte de la persecución en su contra del gobierno de Cuitláhuac García Jiménez,
que trata de que la FGR la incrimine.
Sin embargo, el personal de la fiscalía federal la habría recibido con todo el respeto
y la consideración, le brindó el mejor trato y le dijeron que ellos no tienen nada
contra ella.
Supuso ella que la Fiscalía General del Estado trata de que la incriminen por el
supuesto delito de portación de un arma de fuego ilegal, que los policías que la
detuvieron sin ninguna orden le sembraron.

Ella cuenta incluso con la protección de elementos de la Guardia Nacional que
vigilan su seguridad y que sufra un nuevo atropello. Se vio bien que la acompañara
el dirigente estatal de su partido, Sergio Gil Rullán.