NO HABÍA NECESIDAD DE ESA CRUEL BOFETADA

Mar 28, 2025 | Columnas

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Desde el Café

Bernardo Gutiérrez Parra
Nomás por pura curiosidad periodística me gustaría escuchar
al mandamás del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, enredarse
con la lengua cuando explique (si lo llega a hacer), por qué
ordenó a su bancada votar contra el desafuero del presunto
violador Cuauhtémoc Blanco. Y es que nunca va a decir: “Es
que ando bien chueco con la justicia y por eso pacté con
Morena”.
También me gustaría oír los argumentos de la segunda al
mando en el PRI de Veracruz y diputada federal, Lorena
Piñón Rivera, una de las legisladoras que obedeció su líder
nacional. Pero seguro que nunca va a decir: “Es que la
secretaría general y la diputación se las debo a Alito y yo soy
muy agradecida”.
Que el inescrupuloso campechano trate por todos los medios
de evitar que le pisen la enorme cola que tiene, vaya y pase.
Pero el voto de Lorena no tenía razón de ser y pudo eludir la
embarrada faltando a la sesión, yendo al baño a la hora de la
votación o qué se yo.
Si su voto ni fue decisivo ni hizo falta; si no fue como el
voto 86 de Miguel Ángel Yunes Márquez ¿por qué se quemó
de esa manera?
La única respuesta (porque al parecer no hay otra) es que
priorizó encubrir con su sufragio a su tracalero líder. Y echó

al cajón de los trebejos su cacareada y por lo visto falsa
sororidad con las mujeres violentadas.
“Su voto fue un violento, cruel y traicionero bofetón para
todas nosotras. Y no me refiero sólo a las mujeres priistas,
sino a todas, a todas las mujeres”, me dijo una militante del
tricolor.
Pero la bofetada ya está dada y palo dado ni Dios lo quita.
¿Qué sigue ahora?
Nada, porque las justificaciones a posteriori no sirven.
Lo único que quedó en claro es que la defensa, el apoyo, la
ayuda o auxilio a las mujeres agredidas es puro cuento en
este país.
La presunta violación de Cuauhtémoc Blanco a su media
hermana, provocó que se pusieran en marcha los engranes de
la maquinaria de la impunidad, en una cadena mando que
echó para abajo un desafuero que ya estaba cantado incluso
por las legisladoras de Morena. Pero como esto nadie lo va a
aceptar, lo único que queda es presuponer lo que sucedió tras
bambalinas.
Un hijo de Andrés Manuel López Obrador le pidió a su papá
que le echara la mano al ex futbolista porque es su ídolo.
Andrés Manuel le habló al diputado Ricardo Monreal al que
debió decirle: “Te encargo a Cuauhtémoc”. Monreal juntó a
su bancada y les habría ordenado: “Vamos contra el
desafuero”. Como sus diputadas amenazaran con
alebrestarse, dio un manotazo en la mesa y asunto zanjado.

Pero como a Morena no le alcanzaba con el voto de sus
legisladores, Monreal habló con Alito para recordarle las
denuncias que tiene pendientes: “Si desafueran a
Cuauhtémoc el siguiente serás tu”. El campechano no
necesitó más y ordenó a su bancada que votara con Morena.
Y una de las que obedeció de inmediato fue Lorena. (Si
tienes otra teoría mejor lector, te agradeceré la des a
conocer).
Y ahí tienes a Cuauhtémoc subiendo por primera vez y sin
permiso a la tribuna para gritar su inocencia. Y ahí tienes a
las nenas de Morena coreando a sus espaldas “No estás solo,
no estás solo”. Y ahí tienes a la candidata del guinda a la
alcaldía de Veracruz, Rosa María Hernández Espejo, (que
también votó contra el desafuero) diciendo que es tiempo de
las mujeres y que llegaron todas.
Falaz, la candidata se explayó hablando del techo de cristal
que todas rompieron, cuando ella fue una de las que echaron
los añicos encima de las violentadas.
Hasta en tres ocasiones traté de comunicarme con Lorena
para saber por qué había votado como lo hizo, pero fue
inútil.
Y ya había desistido, cuando escuché a la diputada del PT
Margarita García García decir: “Que vergüenza lo que están
aprobando hoy en contra de las mujeres. Hipócritas quienes
se visten de morado, quienes se visten de rosa o de naranja y
hacen reconocimientos a las mujeres el 8 de marzo. Vean a
las mujeres que dicen proteger a las mujeres violentadas, el
pueblo las va a juzgar. Y como dice Benito Juárez: malditos

y malditas aquellos que con sus palabras defienden al pueblo
y con sus hechos lo traicionan”.
Fue entonces que hice un cuarto intento con el celular para
decirle a Lorena Piñón Rivera: “Ahí te hablan y te están
hablado bien clarito. Qué respondes a eso”.
Pero nunca contestó la señora diputada.
bernardogup@hotmail.com