Agustín Basilio de la Vega.
La catedral de París popularizada por la Obra de Víctor Hugo “Notre-Dame de Paris” inició su construcción en 1163; durante la revolución francesa fue vandalizada y convertida en almacén. Napoleón Bonaparte la rescató y la convirtió en recinto oficial para su coronación como emperador y posteriormente, en 1845, se restauró durante más de 20 años y se construyó una nueva aguja de 96 m de altura que se colapsó durante el incendio del pasado 2019.
Los daños ocasionados por el fuego consumieron completamente “le bois” (la estructura de madera que sostiene la cubierta de las naves principales) se perdió parte de las bóvedas por el derrumbe de la aguja y los muros se dañaron por el efecto de la temperatura y el agua usado para sofocar el incendio.
Otros daños importantes fueron las abolladuras y destrucción que sufrieron los candelabros, la contaminación con plomo de los muros interiores y de elementos arquitectónicos y obras de arte, así como el hundimiento en el piso de la nave principal. La catástrofe conmocionó al mundo entero por la pérdida parcial de este monumento gótico y patrimonio de la humanidad.
Después de una rápida evaluación de los daños se procedió al apuntalamiento de los muros y contrafuertes para evitar el derrumbe del edificio. Las autoridades religiosas y civiles evaluaron las opciones para su reconstrucción y optaron por reconstruirla de manera idéntica e iniciaron la recolección de fondos privados para ese efecto.
Después de 5 años, más 2000 trabajadores (ingenieros, arquitectos, carpinteros, escultores, escaladores, artesanos, etc.) hicieron posible el resurgimiento milagroso de “Notre Dame” con un esplendor que asombra a todos pues se hicieron trabajos de altísima calidad usando materiales originales y técnicas medievales pero en tiempo récord: se restauraron las campanas, los candelabros, se limpiaron y descontaminaron todos los muros, vitrales, esculturas y demás elementos; se rehabilitó el órgano monumental y no se dejó ningún detalle sin estudio y recuperación.
La inversión superó los 846 millones de euros y aunque este pasado 8 de diciembre ya ha quedado abierta nuevamente a todo público, se espera que los trabajos en el exterior como vialidades y jardines queden concluidos en el 2028. Los principales donadores de recursos fueron franceses y norteamericanos. El ingreso a esta obra de arte es gratuito, pero conviene obtener los pases previamente en plataformas digitales.
La próxima solemnidad católica que se celebrará en la catedral de París será la misa de 12 de diciembre de Nuestra Señora de Guadalupe. Tomando en cuenta que este monumento fue construido en más de 200 años, hoy visitar Notre Dame con todo renovado y limpio de polvo, hollín y cera debe ser sin duda una experiencia mística inolvidable.
X @basiliodelavega 9 de diciembre de 2024