¿POR QUÉ NADIE HABLA SOBRE EL DERRAME EN EL RÍO PANTEPEC?

Oct 27, 2025 | Columnas

WEB MASTER

APUNTES
Manuel Rosete Chávez
“El poder desnuda
a quien lo ejerce”
Raymundo Riva Palacio

En medio de la urgente necesidad de que las personas recuperen su patrimonio y
su actividad cotidiana, el gobierno ha tratado de disimular el brutal impacto
ecológico que ha tenido el derrame de hidrocarburos en el río Pantepec luego de
su desbordamiento.
Si se regó, pero ya lo estamos atendiendo, es la respuesta frívola e irresponsable
de la autoridad ante un desastre de grandes magnitudes. Hay que hablar de ello y
ponerlo en proporción.
Pero, ¿qué fue lo que pasó? Una fuga en un oleoducto de Petróleos Mexicanos
(Pemex) provocó un derrame masivo de crudo que contaminó el río Pantepec, una
de las principales fuentes de agua y biodiversidad del norte del estado.
El incidente ocurrió en el tramo Naranjos–Poza Rica, cerca del poblado Rancho
Nuevo, en el municipio de Álamo Temapache, y afecta por lo menos ocho
kilómetros del cauce, aunque vecinos aseguran que la mancha se extiende mucho
más allá de lo informado oficialmente.
Pero, ¿qué cree? De acuerdo con datos publicados por el diario Excélsior, Pemex
estima que fueron vertidos al río 4.7 millones de litros de hidrocarburos —más de
30.000 barriles—, aunque hasta el momento solo se han recuperado 180.000
litros.
La semana pasada, tratando de dar explicaciones del ecocidio, el titular de Pemex,
Víctor Rodríguez Padilla, fue a la Cámara de Diputados literalmente al matadero.
El funcionario reconoció que el ducto presentaba signos de corrosión y falta de
mantenimiento, factores que, combinados con las lluvias extremas del pasado 10
de octubre que dejaron decenas de municipios inundados y al menos 78 fallecidos
y aún un número indeterminado de afectados, podrían haber causado la fractura.
Las precipitaciones provocaron deslaves y saturación del suelo, debilitando la
infraestructura petrolera. El incidente se suma a una larga lista de fugas y
derrames en la red de ductos de PEMEX en el Golfo de México, donde el
envejecimiento de instalaciones y el cambio climático han incrementado los
riesgos ambientales.
Pero hasta ahora no hay un diagnóstico técnico ni se han aplicado medidas
preventivas que aseguren la responsabilidad y la rendición de cuentas. Otra vez,
nadie tuvo la culpa, fue un asunto de mala suerte.
¿Cuál es el saldo de Pemex en manos de Morena? Más endeudamiento, más
accidentes y derrames y una gasolina que nunca bajó a los 12 pesos que
prometieron.

Nahle, a secas

Yo, al igual que muchos colegas, transcribiran hoy en sus columnas parte de la del
prestigiado periodista y analista político Raymundo Riva Palacio, es decir Eje
Central. ¿Porqué? Pues porque la dedica, en tres tiempos, a analizar lo que está
pasando en Veracruz gobernado por la ingeniero de Zacatecas Rocío Nahle
García.
“1ER. TIEMPO: El espejismo del poder. El poder desnuda a quien lo ejerce. En el
caso de Rocío Nahle, lo que ha quedado expuesto en Veracruz, no es la
capacidad técnica ni el talento político que presumía desde su paso por la
Secretaría de Energía, sino una mezcla de soberbia, improvisación y desconexión
con la realidad. ¿Algo nuevo en el horizonte? En octubre de 2021, en el programa
Tercer Grado, Denise Maerker le preguntó sobre la manipulación de datos por
parte del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. La entonces secretaria dijo
que no era así. Punto. Ninguna explicación. Y cuando se le dijo que el control del
sector eléctrico mediante su reforma no era un ordenamiento del mercado, como
justificaba, sino un mecanismo de control político respondió que ella opinaba otra
cosa. Como los famosos “yo tengo otros datos”, escondió su incapacidad
dialéctica en la salida fácil. Impune siempre. Nadie le cobró que la construcción de
la refinería de Dos Bocas costara casi tres veces lo que presupuestó, ni que, hasta
la fecha, su producción, la que iba a hacer a México para estas fechas
autosuficiente en materia energética, no pase de volúmenes raquíticos. Pero ese
blindaje político lo horadan los desastres naturales, como las recientes lluvias,
cuya cortina de agua la desnudó. Veracruz vive hoy bajo un gobierno que prometió
eficiencia y terminó ofreciendo propaganda; que habló de honestidad y se rodeó
de operadores de vieja escuela; que juró transformar, pero ha terminado
administrando el desastre. Desde que asumió la gubernatura, Nahle ha intentado
construir un relato épico de sí misma: la ingeniera austera, la mujer de
convicciones, la continuadora del proyecto lopezobradorista. Pero la narrativa se
ha ido desmoronando con la rapidez con que caen los puentes mal construidos en
su estado. La gestión pública se ha vuelto un campo de lealtades personales,
favores políticos y decisiones erráticas. Veracruz, con todo su potencial, parece
detenido en un pantano burocrático del que la mandataria no sabe —o no quiere—
salir. El episodio más reciente, la crisis por las lluvias y los desbordamientos en
varias regiones del estado, fue una radiografía de su incapacidad. Mientras
comunidades enteras quedaban incomunicadas y los damnificados pedían auxilio,
la respuesta del gobierno fue tardía y desorganizada. Los reportes de Protección
Civil se filtraron sin coordinación; la comunicación oficial, más pendiente de las
redes que de los refugios; y la gobernadora, fiel a la estrategia del discurso vacío,
repitió la fórmula del “estamos atendiendo”, molestándose por los
cuestionamientos de la prensa. No tiene la habilidad política ni el carisma para
suavizar su autoritarismo, y la relación con sus interlocutores se ha vuelto ríspida.
Gobernar, para ella, parece un acto de control, no de consenso. Nahle creyó que
Veracruz sería su plataforma hacia un futuro más alto, pero hoy, el escenario es
otro: un estado fracturado, una opinión pública desencantada y una figura política
que empieza a naufragar bajo el peso de su propia soberbia.”
“2DO. TIEMPO: Gobernar contra todos. Las giras que ha realizado la
presidenta Claudia Sheinbaum por Veracruz para ver personalmente la magnitud

de la tragedia que causaron las fuertes lluvias en el estado, han ido acompañadas
por gritos e insultos que la tocan junto con la gobernadora Rocío Nahle. Le pegan
a Sheinbaum, pero como ella y todos sabemos, la destinataria real es Nahle. Las
tormentas han puesto en entredicho a la gobernadora y exacerbado las
contradicciones que creo su forma de gobernar, como si fuera una prolongación
de su oficina en Dos Bocas: con disciplina déspota, temperamento de jefa
malhumorada, y la convicción de que la obediencia es más importante que la
competencia. Pero la realidad política veracruzana, compleja y tribal, no se deja
someter con órdenes ni discursos. Y eso, poco a poco, ha ido fracturando a
Morena desde dentro. Lo que ocurre en Veracruz es una guerra silenciosa por el
control del poder. Nahle, recién llegada al Palacio de Gobierno, quiso borrar las
lealtades heredadas de Cuitláhuac García -un gobernador débil, pero con respaldo
total del expresidente Andrés Manuel López Obrador y operadores fieles-, y
colocar a su propia estructura, formada en el entorno energético y político del
obradorismo nacional. El choque fue inmediato. Los cuitlahuistas, que durante seis
años tejieron redes locales de control, se resisten todavía a ser desplazados. Los
nahlistas llegaron con la arrogancia de quien se siente respaldado por Palacio
Nacional. El resultado ha sido un gobierno partido en dos. Los alcaldes de
Morena, muchos de ellos electos bajo la sombra de López Obrador y García, se
quejan de marginación y falta de recursos. Los diputados locales mencionan
discretamente la cerrazón del equipo de la gobernadora. Los viejos operadores
que le sirvieron a López Obrador en la campaña de 2018 observan con
desconcierto cómo Nahle ha convertido el partido en un espacio cerrado,
dominado por leales sin trayectoria política, pero con chequera abierta. A ello se
suma una fractura más profunda: la del morenismo veracruzano que se siente
desplazado por lo que llaman “los técnicos de Dos Bocas”. La gobernadora
importó un grupo de colaboradores de perfil tecnocrático, ajenos a la política local,
que quieren administrar el estado con la lógica de un proyecto industrial, que ha
motivado ironías a sus espaldas con una frase: “Veracruz no es una refinería”. La
resistencia no viene solo de dentro del partido. Expriistas y yunistas reciclados en
Morena han comenzado a tender puentes con sectores empresariales y con
legisladores federales inconformes. Saben que el desgaste de Nahle puede
convertirse en su oportunidad. Las lluvias galvanizaron ese descontento
silencioso, propiciando una discusión sobre el “postnahlismo”, y aumentaron la
incomodidad por la forma como Nahle ha centralizado el poder, sin dar resultados
visibles. Nahle ha confundido el control con el liderazgo, pero las cosas se
pusieron peor con las lluvias: ni liderazgo, ni control.”
El tercer tiempo ya no lo incluyo porque creo que toda la columna ya ha sido
bastante leída desde ayer. Lo que si hay que decir es que se trata de una
radiografía exacta de lo que sucede en Veracruz desde la llegada de este
gobierno encabezado por Rocío Nahle, ¿porqué exacta?, porque si hay un estado
donde el periodista Riva Palacio tiene amigos, conocidos, lectores y
“colaboradores voluntarios” es Veracruz, desde el gobierno de Miguel Alemán
Velasco el autor de Eje Central ha sido huésped dintinguido de Veracruz, por eso
digo que habla con autoridad. La sabia consigna de un viejo político de “jamás te
pelees con un periodista” (claro un profesional no cualquier charlatán) toma
vigencia.

Cazarín, un “político” nefasto

Por cierto, circula carta de agradecimiento por retirar a Cazarin de la entrega de
apoyos en Bienestar y que bueno que lo retiraron, este nefasto señor le ha hecho
mucho daño al morenismo en la entidad desde que figuró como presidente de la
JUCOPO en el anterior Congreso. Por lo tanto aquí tienen el texto de quienes
saben ser agradecidos tras una buena acción:
Carta abierta: Gracias por retirar a Cazarin de la coordinación de apoyos
BIENESTAR
A quien corresponda:
Hoy queremos agradecer.
Sí, agradecer. Porque Veracruz necesitaba un respiro, un alto, un punto final a uno
de los capítulos más descarados del oportunismo político disfrazado de ayuda
social.
Gracias por haber retirado a Juan Javier Gómez Cazarín de la coordinación de
apoyos por los desastres naturales en la zona norte. Fue, sin exagerar, la mejor
decisión que se ha tomado en mucho tiempo por el bien de Poza Rica, de la zona
norte y de todo el estado.
Durante los días que intentó manejar la entrega de apoyos, Cazarín convirtió la
tragedia en espectáculo y el dolor de la gente en plataforma política. Ahí donde
debía haber solidaridad, sembró intereses; donde debía fluir la ayuda, levantó
filtros y condicionamientos.
Es suficiente recordar lo que muchos ya sabemos: todo lo que toca lo convierte en
botín.
Así ha sido en cada espacio que ha ocupado: aviadores, desvíos, escándalos,
compadrazgos, y un uso descarado del poder para beneficio personal.
Por eso hoy muchos en Veracruz respiramos con alivio. Porque sin él en medio,
los apoyos sí llegan, y llegan a quienes de verdad los necesitan.
Porque la gente del norte no pedía un operador político, pedía ayuda; no buscaba
fotos, buscaba soluciones.
A veces las mejores decisiones no se presumen, se sienten.
Y hoy se siente claro: menos Cazarín, más bienestar. Menos manipulación, más
Veracruz.

Veracruz #PozaRicaVive #Tuxpan #Alamo #Veracruz

Lamentable el insulto a Eduardo De la Torre

El doctor Eduardo de la Torre Jaramillo es un prestigiado profesional del derecho y
un respetable catedrático universitario, su lucha por la instalación en Veracruz de
una revocación de mandato habla de un demócrata ejemplar y de un valiente
ciudadano, no se vale que como respuesta reciba agresiones verbales.
Acompañada de una foto suya el doctor De la Torre subió a redes este
comentario: “Leo con mucho asombro las palabras vulgares de Rocío N.,
llamándole en su conferencia de este lunes «carroñeros» a los más de 800
veracruzanos que ya firmaron la petición para que los parásitos del congreso local

se pongan a trabajar en la ley secundaria de la revocación de mandato. Entiendo
ese lenguaje propio de un partido rupestre.”
REFLEXIÓN

Tomada de La Ratonera: Y mientras la presidenta de Morena, María Luisa Alcalde
-la ejemplar aspiracionista que pasó de edecán de gasolinería a Secretaria de
Gobernación- acusa ferozmente a la oposición de realizar eventos políticos frente
a la tragedia que vivimos de Veracruz, el “changojeque” de Fernández Noroña
presume su vida de millonario en los Emiratos Árabes. ¡Hipócritas! Escríbanos a
mrossete@yahoo.com.mx | formatosiete@gmail.com