¿PREFERIBLE UN DISIDENTE ADENTRO A UN REBELDE GUERRILLERO AFUERA?

Ago 17, 2025 | Columnas

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Prosa aprisa

Arturo Reyes Isidoro
Fue un veracruzano ilustre, don Jesús Reyes Heroles, de Tuxpan, quien hace 48 años
tuvo la visión de abrir el sistema político mexicano para dar cabida a las minorías en la
vida institucional del país con la histórica Reforma Electoral de 1977. Si bien fue el
presidente José López Portillo quien la impulsó, don Jesús fue quien la coordinó. Gracias
a esa reforma el país ha gozado de estabilidad por casi medio siglo y, lo que son las
cosas, muchos de los beneficiados entonces están por enterrarla con la nueva reforma
que propondrá la presidenta Claudia Sheinbaum, pero como decía la Nana Goya esa es
otra historia.
Doce años antes de aquella reforma, la inconformidad social había llegado a su máxima
expresión asfixiada por la hegemonía del PRI cuando se dio el asalto armado al cuartel
militar de Madera, Chihuahua, el 23 de septiembre de 1965, irrumpiendo entonces lo que
se llamó la “guerrilla mexicana Madera”. Campesinos, estudiantes y maestros tomaban
las armas con el intento de realizar una revolución para exigir reformas agrarias y justicia
social. Tres años después, en 1968, vino el movimiento estudiantil y la matanza de
Tlatelolco.
Fue la visión política e histórica de Reyes Heroles la que buscó y logró la conciliación
cuando sacó del monte a aquellos jóvenes rebeldes guerrilleros y los llevó a la Cámara de
Diputados. Supo que era mejor tener adversarios disidentes adentro y no inconformes
rebeldes guerrilleros afuera, fortalecer la vida institucional y no poner en riesgo la
estabilidad política de México. Muchos jóvenes pagaron con su vida aquel logro y otros
sobrevivieron para contarla –como dijera García Márquez–, convertidos en cuajados
luchadores sociales. Manuel Huerta y varios otros que hoy llegan o ya llegaron al poder
con Morena vienen de aquellos tiempos.
Cito al hoy senador porque por su actitud crítica y autocrítica dentro de su partido, que él
ayudó a crear, de adentro mismo lo combaten y hasta piden su expulsión, con la
complacencia del gobierno que hoy está en el poder gracias a la lucha de aquellos que
perdieron la vida, unos, o sufrieron persecución, otros, los que sobreviven. ¿Cuál es su
pecado? Pedir que se cumplan los principios de Morena de no robar, no mentir y no
traicionar. ¿Es mucho lo que pide? Por la agresión de que es objeto, antes durante el
cuitlahuismo hoy durante el nahlismo, sí. Se entendería que lo combaten porque no los
deja robar, mentir o traicionar en paz.
Curtido ya en la lucha, Huerta se muestra sereno, se diría que hasta frío e incluso
sonriente ante la prensa. Soy de los que cree que él primero muerto antes de dejar de ser
morenista o que lo expulsen de Morena, pero no veo que nadie en su partido en el estado
ni en el gobierno piense ni calcule el grave daño que les causaría expulsarlo u obligarlo a
que se fuera. Si ahora adentro lo tienen como adversario u opositor al que ya no aguantan
con sus críticas y porque les demanda cosas justas, si por aquellas cosas de las

circunstancias políticas decidiera dejar las filas guindas y se fuera al monte urbano, como
guerrillero, entonces tendrían al peor enemigo combatiente que no les daría tregua ni de
día ni de noche. ¿Se lo imaginan en la oposición, con el PT o Movimiento Ciudadano,
aglutinando además la masa de inconformidad social que hay?
Pero nadie en el Gobierno para los ataques y agresiones en su contra y busca un
acercamiento o conciliar con él. No han aprendido que más vale un disidente adentro que
un guerrillero afuera. La oposición sería feliz si se declarara en abierta rebeldía y
combatiera a los morenistas hoy en el poder, y la prensa también, porque es garantía de
buenas notas informativas y para comentario obligado.
Acusan sin darse cuenta que tienen la cola larga
En Morena, confirmado está, a quien tienen por dirigente estatal, Esteban Ramírez
Zepeta, no piensa lo que dice y con frecuencia escupe para arriba. Apenas la semana
pasada insistió en acusar, en la disputa legal por el ayuntamiento de Poza Rica, que
Movimiento Ciudadano es un partido de delincuentes.
Ni tardo ni perezoso, Luis Carbonell, dirigente estatal de MC, le respondió a botepronto.
Dijo que “en sus calificativos se confundió, se vio en el espejo y se señaló con el dedo”,
“¿o ya se le olvidan las denuncias contra su exsecretaria de Salud, del Gobierno estatal
del que él formó parte?”, en clara alusión a la doctora Guadalupe Díaz del Castillo, a la
que acusan de presunto desvío de recursos por más de mil millones de pesos que habría
sido detectado por la Auditoría Superior de la Federación.
Pero le recordó además que ahí tienen los casos de Adán Augusto López Hernández,
Cuauhtémoc Blanco y Saúl Huerta Corona, tres verdaderas fichitas. Si tienen la cola
larga, para qué le mueven. Lo que quedó en claro es que Carbonell, quien había
permanecido callado, en adelante les va a responder, y cuidado que tiene con qué.
Ordena el TEV al OPLE reconfirmar el cargo de la magistrada Rosalba Hernández
La llegada de la magistrada Rosalba Hernández Hernández a la presidencia del Tribunal
Superior de Justicia (TSJ), dentro de 15 días, ya estaba resuelta no solo legal sino
también políticamente, pues aparte de la constancia que le entregó el Organismo Público
Local Electoral (OPLE) el 1º de julio, y que ratificó tres días después, tanto la gobernadora
Rocío Nahle como el diputado Esteban Bautista Hernández, presidente de la Jucopo del
Congreso local, la avalaron en su nueva posición recibiéndola en las sedes del Poder
Ejecutivo y Legislativo, respectivamente.
El 4 de julio, Bautista Hernández exhibió una fotografía donde se le ve en su despacho
con su “hermana”, a quien considera así por el origen indígena de ambos, ella de
Chicontepec, el de Tatahuicapan, y cinco días después, la gobernadora Rocío Nahle
publicó otra imagen con un texto en el que se dijo que se había reunido “con la próxima
presidenta del Tribunal Superior de Justicia del Estado” y con las y los integrantes del
Tribunal de Disciplina y el Órgano de Administración del Poder Judicial, con lo que no

dejaba ninguna duda del trato de par (como presidenta de otros de los poderes formales)
que le daba ya a Rosalba.
Si bien el Judicial es un poder autónomo, el aval de los otros dos poderes era
prácticamente determinante para legitimar a la magistrada y enviarle un mensaje a la
también magistrada Luz María López Aburto, quien reclamaba la presidencia del TSJ, de
que el OPLE había procedido en forma correcta, y así lo reconocían, y con ello le
restaban cualquier posibilidad de que avanzara en su pretensión. Pero la nueva titular del
TSJ a partir del próximo 1º de septiembre, licenciada, maestra y doctora en Derecho,
mujer de Derecho, pues, no ha querido dejar ni un hilo suelto que pueda deslegitimar su
nuevo cargo.
Ella misma impugnó la interpretación que hizo el OPLE del resultado de la elección que le
dio el triunfo y quiso que se corrigiera, en lo que estuvo de acuerdo el Tribunal Electoral
de Veracruz (TEV), que determinó que se le entregue una nueva constancia con términos
precisos. “Relativo a que la presidencia del Tribunal Superior de Justicia será asignada a
la persona que obtuvo el mayor número de votos en el proceso electoral extraordinario,
resulta errónea, dado que del análisis de la literalidad de la norma realizada, se tiene que
el legislador veracruzano previó que, como persona más votada, se debe contemplar
únicamente a quienes participaron como magistraturas al TSJ», ello porque López Aburto
obtuvo más votos pero compitiendo como candidata a magistrada del Tribunal de
Conciliación y Arbitraje.
Rosalba Hernández, así, se apuntó su primer triunfo legal, lo que puede ser un buen
augurio de que con su llegada el Tribunal Superior de Justicia recuperará la prestancia
que tuvo como institución impartidora de justicia con apego a Derecho, luego de que en el
gobierno de Cuitláhuac García Jiménez tocó fondo al convertirse en un instrumento más
de la represión contra inocentes y su presidenta, Aurelia Jiménez, es un títere lo mismo
de Eric Cisneros que del propio Cuitláhuac.