Sin tacto.
Por Sergio González Levet.
Después de cinco años y casi 10 meses, dentro de diez días terminará -¿por fin?-
el ciclo de las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, y los
mexicanos podrán entenderse de otras cosas importantes que tengan que ver con
su vida, con la realidad y con la verdad.
Según mis cuentas, deberían haber sido más de 2 mil las emisiones de lo que
llaman la Conferencia de Prensa Matutina, pero de acuerdo con la página de la
Presidencia de la República, de 2018 a diciembre de 2023 hubo 1,259, y si le
sumamos las 173 que podría haber este año final del sexenio, darían 1,432.
Mire usted, son más de 4 mil horas de emisiones directas, difundidas por los
canales oficiales y muchos privados, que tuvo AMLO frente al pueblo de México, y
que tuvo que recetarse el pueblo de México con AMLO como único y gran
protagonista.
Una característica sustancial de las mañaneras fue la cantidad de mentiras que
fue diciendo el Presidente en cada emisión. El periodista mexicano Luis Estrada,
Director General de Spin, contó más de 100 mil en los primeros tres años de las
conferencias, y concluye que el promedio de falsedades de AMLO es de 105 por
conferencia. Eso quiere decir que el próximo 30 de septiembre, AMLO podría
llegar a 150,300 afirmaciones que se apartan de la verdad. Son muchas,
muchísimas, pero menos que los casi 200 mil asesinados en su sexenio, o que los
360 mil paisanos que murieron de más por el pésimo manejo gubernamental de la
pandemia de Covid.
La cosa es que hoy viernes 20, si acordamos que ya pasó la de este día, le
quedan a López Obrador seis mañaneras: cinco del lunes 23 al viernes 27 y la del
lunes 30. Serán 18 horas cuando menos en que Yo el Supremo (Roa Bastos) dirá
los últimos estertores de su verborrea que tanto daño hizo a la nación, a las
instituciones y a millones de personas.
Serán las menos vistas y las menos escuchadas, porque día a día fueron
perdiendo interés entre la gente y últimamente tenían una audiencia bajísima, a
pesar de la mentira -una más- de su oficina de comunicación, que insistía en que
era la emisión más vista del país y de la historia. ¡Ay, Chuchito Ramírez!
A algunos curiosos les causa cierta expectación lo que pueda decir El Señor
Presidente (Miguel Ángel Asturias) y hasta se hacen apuestas sobre si terminará
de volverse loco frente a las cámaras, ante la pérdida inminente del poder, se su
poder.
Siete mañaneras y esto se acaba.
Y empezarán, a ver hasta cuándo, las mañaneras de Claudia…
sglevet@gmail.com