AL PIE DE LA LETRA.
Raymundo Jiménez.
Tanto la gobernadora Rocío Nahle, como el dirigente estatal de MORENA, Esteban
Ramírez Zepeta, y ahora también Luis Carbonell, coordinador de Movimiento Ciudadano
en Veracruz, han advertido tajantemente que en este proceso electoral municipal no dejarán
pasar a candidatos ligados al grupo de los Yunes recién expulsados del PAN.
“Nos reservamos el derecho de admisión. No vamos a aceptar a ningún Yunes en nuestras
filas porque han lastimado mucho a Veracruz”, declaró hace cinco días Carbonell de la
Hoz, señalando a dicha familia como parte de la “vieja política” que ha perjudicado a la
entidad veracruzana.
Sin embargo, comienzan a observarse señales de que el grupo del ex gobernador Miguel
Ángel Yunes Linares y sus hijos, el senador Miguel Ángel y el diputado local Fernando
Yunes Márquez, no se quedarán de brazos cruzados y que, como auténticos corsarios
políticos, intentarán postular o apoyar candidatos afines a sus intereses a través de otros
partidos que necesitarán votos para ganar algunas alcaldías o por lo menos para asegurarles
el 3 por ciento de los votos que como mínimo exige la ley electoral para mantener su
registro estatal.
Dos de estos membretes que podrían estar a su disposición en Veracruz serían el Partido del
Trabajo (PT) y el PRI, el primero porque rompió su alianza con Morena y el PVEM,
mientras que el segundo no concretó su coalición con el PAN, cuyos consejeros estatales
decidieron que el blanquiazul fuera solo en esta elección, pues consideraron que el tricolor
les restaría más votos de los que les podría sumar.
En el caso del PT –cuyas dirigencias nacional y estatal reclamaban más de las 22
candidaturas municipales que les concedían sus aliados de la 4T–, los Yunes podrían
obtener posiciones dados los acuerdos que el ex gobernador Yunes Linares y su hijo
primogénito mantienen en el Congreso de la Unión, no solamente con Adán Augusto
López, líder del Senado, sino también con Ricardo Monreal, coordinador de MORENA en
la Cámara de Diputados, quienes seguramente buscarán la candidatura presidencial en la
sucesión de 2030. Y a ellos se suman los presidentes de las mesas directivas de ambas
cámaras, el senador Gerardo Fernández Noroña y el diputado veracruzano Sergio Gutiérrez
Luna, ambos cercanos al dirigente nacional petista Alberto Anaya.
Pero otro factor más será el ex gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, coordinador del
PVEM en el Senado, quien opera políticamente en Veracruz a través del grupo del diputado
federal Javier Herrera Borunda, secretario de Organización del Comité Ejecutivo Nacional.
Velasco Coello trae acuerdos con Yunes Linares desde la sucesión presidencial de 2018,
cuando intercedió como presidente de la Conago por él ante Andrés Manuel López
Obrador, lo que presuntamente evitó que el papá y sus hijos fueran perseguidos penalmente
en la entidad por el gobierno morenista de Cuitláhuac García, hasta que a finales del
sexenio anterior el tabasqueño Adán Augusto los “dobló” para que le dieran a MORENA el
voto 86 que requería para aprobar en el Senado la reforma constitucional del Poder Judicial,
“traición” que ahora está capitalizando Movimiento Ciudadano a través de spots para
desacreditar a los ex panistas ante el electorado veracruzano.
Casualmente, en el municipio de Ozuluama, la diputada federal del PVEM por Pánuco,
María del Carmen Pinete, está por imponer como candidato a esa alcaldía al actual tesorero
municipal Rosalino Zaleta Maury, un ex panista ligado a los Yunes. Este fin de semana, en
Chontla, Edgar Herrera Lendechy, primo hermano de Javier Herrera y actual Delegado
Nacional con funciones de Secretario General del Comité Ejecutivo Estatal del Partido
Verde –sobre quien Pinete Vargas ejerce una gran influencia casi maternal– encabezó la
toma de protesta de los Comités Municipales, donde el ex síndico del PAN que va para
ocho años a cargo de la Tesorería de Ozuluama asumió formalmente el cargo de
Coordinador de Activismo Político del Comité Ejecutivo de su municipio que aspira a
gobernar.
‘ANDY’, NAHLE… Y LA
EXCLUSIÓN DE ZEPETA
Por cierto, el jueves pasado, cuando Andrés Manuel López Beltrán –conocido
popularmente como “Andy”– realizó su gira por Veracruz para reunirse con la estructura de
MORENA, ocurrieron varias cosas.
Entre las más destacadas habrían sido los acuerdos alcanzados con la gobernadora Rocío
Nahle García en la designación de candidatos a las alcaldías veracruzanas.
Sobre la mesa quedaría claro que se atenderían las necesidades políticas de la presidenta
Claudia Sheinbaum y de sus expresiones públicas sobre la no reelección ni la herencia de
cargos de elección popular a familiares, o sea, no al nepotismo.
Según nos comentan, el buen entendimiento político avanzó con la ausencia del dirigente
estatal de MORENA, Esteban Ramírez Zepeta, quien sólo fue llamado para la foto,
confirmando así su exclusión en la toma de decisiones del partido.
¡Menudo lío en el que lo han metido tras los acuerdos entre “Andy” y la gobernadora!, pues
el fin de semana comenzaría a recibir llamadas de varios aspirantes con los que habría
comprometido candidaturas.
Desde el pasado jueves, a Ramírez Zepeta se le acabó la interlocución entre el comité
nacional morenista y la gobernadora Nahle, a pesar de la sonrisa en la fotografía difundida
el sábado, con la que dieron inicio a la credencialización del partido guinda.