Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
Un viejo recurso del periodismo no ético, porque busca un interés determinado, ya que se
ejerce a cambio de algo, es el de hacer lo que los viejos periodistas conocemos como una
pregunta con respuesta. Por ejemplo: ¿Verdad que fulanito (puede ser merenganita) es la
octava maravilla del mundo porque resuelve los problemas como si tuviera una varita
mágica? El entrevistado, que ya está enterado de qué se trata y esperaba la pregunta,
responde, lógicamente, que sí. No dice más. Entonces el importante medio, con la firma
de su brillante reportero (o reportera), publica con un gran encabezado que equis llenó de
elogios a fulanito (o a merenganita) porque dijo que resuelve los problemas como si
tuviera una varita mágica.
En el siglo pasado, cuando había un gran maridaje entre los gobiernos del PRI y la
mayoría (casi todos) de los medios de comunicación de entonces, era una práctica muy
común. Normalmente se pagaba a los directivos para que enviaran al reportero (o a la
reportera) a hacer la pregunta. Ganaba el personaje al que se quería destacar y ganaban
los directivos o dueños del medio. Negocio redondo. Con el paso del tiempo la práctica
persiste, aunque ahora, con los gobiernos de Morena, tiene una variante: los dueños o
directivos de medios no necesariamente son quienes envían a hacer la pregunta en las
conferencias mañaneras, sino también gobernadores, gobernadoras, políticos ricos
(pillos) interesados, empresarios, en fin, quienes utilizan a verdaderos mercaderes del
periodismo, youtuberos o influencers para que hagan la gran pregunta (Latinus publicó
que los youtuberos llegan a cobrar hasta 150 mil pesos más IVA por hacer la pregunta ¡y
dan factura!).
Ese viejo recurso me lo recordó lo sucedido en “la mañanera del pueblo” de este martes,
en la que la presidenta Claudia Sheinbaum bañó de miel a la gobernadora Rocío Nahle
cuando un reportero le hizo dos preguntas con respuesta, algo así como ponerle la bola a
modo a Alejandro Kirk, el cácher mexicano de los Blue Jays que está causando sensación
en la Serie Mundial, para que conectara tremendo jonrón. El recurso es válido, aunque no
ético, pero para la gobernadora, o su equipo de Comunicación Social, o sus asesores de
prensa e imagen, lo que cuenta es que le dio el resultado que esperaba (o que ya había
convenido con Sheinbaum). Quedó de manifiesto que por fin intentan neutralizar la lluvia
de críticas a la que está sometida, pero que también salieron del letargo en el que se
encontraban y no metían ni las manos para defenderla. Para Rocío significó una bocada
de oxígeno y para sus aplaudidores un trozo de carne fresca qué degustar. Que les haga
buen provecho.
Un reportero, el típico arrastrado
En su pregunta, que más bien fue un comentario intencionado, el reportero le dijo a
Claudia que tuvo “la suerte” (oooh) de encontrarse con la gobernadora cuando tuvo la
oportunidad de venir a cubrir la “atención a los damnificados”, y que aunque “la vimos muy
ocupada, pese a eso, nos concedió unos minutos de entrevista” (pues sí, qué suerte,
misma que no tuvo nuestra compañera Carolina Ocampo, de N+, a la que maltrató
cuando la quiso entrevistar). Lo atendió, además, “mientras se dirigía a supervisar las
bodegas de víveres y enseres” (nótese que no hacía la pregunta, estaba prestando la
brocha para la miel). Y luego, ¡oooh! (otra vez): “Desde el inicio de esta tragedia,
Presidenta, la gobernadora ha sido víctima de críticas muy fuertes de la oposición, tanto
local como nacional, quienes se han aprovechado de la situación para lincharla, a lo que
ella solamente ha respondido, y nos lo respondió también a nosotros, que en lugar de que
la estén criticando, que vayan a ayudar al pueblo veracruzano”. Y entonces, por fin, hizo
sus grandes preguntas.
Como se advierte, el “reportero” o preguntador, en lugar de hacer de entrada sus
preguntas, como debía ser, cruxificó primero a la oposición y puso a Rocío como víctima.
En Veracruz tenemos otros datos: la oposición se ha hecho a un lado, la ha dejado que se
ahogue sola, ni siquiera Federico Salomón, del PAN, ni Adolfo Ramírez, del PRI, ni Édgar
Herrera Lendechy, del PVEM, ni Luis Carbonell, de MC, ni Manuel Huerta, de Morena, se
han aparecido en Poza Rica, pienso que precisamente para que no los acusen de ir y
andar de oportunistas y alebrestando a los pozarricenses en su contra. ¿Qué no ha
respondido como Caperucita Roja ante el Lobo Feroz? Ha culpado a “buitres” que quieren
hacer de ella carroña, a un “sectorcillo”. ¿Máaasss?
Rocío p’arriba Rocío pa’bajo
Su primera pregunta: “¿Cuál sería su opinión sobre el actuar de la mandataria
veracruzana?”. ¡Pues cómo crees que la iba a reprobar en público! Leamos lo que dijo
Sheinbaum:
“Desde el primer momento, Rocío estuvo atenta. También inventaron la ficción de que ‘no
estaba en Veracruz’. Falso, absolutamente falso. Desde el primer momento, Rocío se
trasladó a Poza Rica y desde ahí montó el Centro de Mando. Y al principio, con el equipo
del Gobierno del Estado, los gobiernos municipales, comenzaron a trabajar. Y después ya
el sábado llegamos… Pero Rocío desde el principio estuvo ahí, ha estado, estuvo incluso
yendo en helicóptero al municipio de Ilamatlán, que ya se abrió, ayer lo comentó Jesús
Esteva, ya están pudiendo llegar los equipos… Pero, Rocío desde el principio, ella estuvo
desde el principio –me consta– trabajando. Ella personalmente, su mayor preocupación
los primeros días era justamente, además de limpiar y ayudar en las ciudades grandes,
las localidades no comunicadas de manera terrestre, estuvo personalmente coordinando
con la Marina los puentes aéreos. Ahí ha estado Rocío todo el tiempo. Ayer nos volvimos
a conectar, estamos permanentemente hasta que no termine la apertura y la limpieza de
todas las localidades. Vamos a seguir con el ‘estado de emergencia’, como se dice, hasta
que termine la limpieza de la última localidad y, al mismo tiempo, dando ya el apoyo a las
comunidades. Y ahí ha estado Rocío todo el tiempo, una mujer muy trabajadora”.
Y la otra gran preguntota: “Y nada más sobre este tema, Presidenta ¿su opinión sobre la
conducta de estos medios que la critican y no son capaces de ir a documentar lo que está
ocurriendo en las zonas afectadas?”. Como dijera Nahle, qué miserable. Nuestro
compañero José Luis Ortega Vidal viajó desde Acayucan y durante varios días hizo una
cobertura completa, muy profesional, que quedó como testimonio imborrable, pero no fue
el único, hasta el meteorólogo Isidro Cano Luna estuvo transmitiendo en vivo y también
documentó parte de la tragedia.
Sheinbaum esperaba la pregunta: “Bueno, es que sí hay muchísimos medios que…
Bueno, en la campaña, la campaña contra Rocío fue tremenda y ganó con 29 puntos de
diferencia; o sea que síganle, que no tiene mucho asidero en la población”. Qué tiene que
ver lo electoral con la tragedia. Si no tiene mucho asidero en la población, ¿entonces por
qué tanto machacar en el elogio?
El ”sectorcillo” al que se refirió Nahle
¿A qué “sectorcillo” se refirió Rocío, o más bien, a quién? La historia es conocida por
todos. Eric Cisneros, secretario de Gobierno, era aliado de Rocío Nahle, secretaria de
Energía, quien desde que Cuitláhuac García había sido elegido gobernador, López
Obrador había decidido ya que Rocío lo relevaría en 2024. Nahle confió en él y lo habilitó
como su operador para que le preparara el terreno para cuando llegara la hora del
cambio. En el camino, cuando el famoso Bola 8 comenzó a operar y vio que podía
someter a los alcaldes por el poder que tenía, le ganó la ambición. Empezó a crear
entonces una estructura paralela para ser él el candidato. A Rocío le dijo personalmente
que era necesario que tuvieran un plan B por si algo fallaba, que él podía ocupar su lugar
pero que ella de todos modos manejaría todo.
Ambicioso, sin lealtad alguna, Cisneros tomó camino propio luego y se sintió deveras
candidateable, al grado que desobedeció al propio López Obrador cuando le ordenó que
cesara su campaña y retirara y borrara toda su propaganda con la que había tapizado el
estado. Más tarde, en forma abierta le compitió la candidatura cuando se hizo la encuesta
de su partido. Con él, también Zenyazen Escobar García. Cuando perdió y cayó en
desgracia, se autoexilio del estado. En 2024, en plena campaña, retornó. Ahora presume
en las redes su reafiliación a Morena desde su residencia en Coatepec (debiera estar en
Pacho Viejo por tanto desvío de recursos públicos que hizo), la mejor señal de que
pretende el poder de nuevo.
Si se pone atención a la campaña o a las campañas contra Nahle precisamente cuando
está ocupada en la zona norte, tienen todo el sello de Cisneros y los cuitlahuistas dolidos
porque les ha ido quitando el poder y la oportunidad de seguir haciendo negocios a su
amparo. Su perversidad política no tiene límites. No, no es la prensa, Rocío. La prensa
solo informa, refleja. Si habla y pregunta por la revocación de mandato es porque alguien
o algunos mueven el tema en las redes, consultan, recogen firmas.
El cuitlahuismo debió haber caído en el ostracismo: González Levet
Coincido con lo que publicó ayer mi compañero Sergio González Levet: “Los cuitlahuistas,
que no pudieron dejar a uno de ellos como el sucesor al término del sexenio, han
perdurado sin embargo, no obstante que pertenecen a un grupo que debió haber caído en
el ostracismo por su actuación durante el destape y la campaña de Rocío Nahle, a la que
dejaron de apoyar, por decir lo menos, en su camino a la gubernatura.
“Parte por sus limitaciones intelectuales y parte por la soberbia de sus miembros, en el
‘sectorcito’ de los cuitlahuistas permea un ambiente de triunfalismo y permanece la idea
de que siguen siendo los dueños del poder estatal. Han operado en la total impunidad
hasta ahora, y eso les ha fomentado la creencia errónea de que siguen siendo el factor
decisivo dentro de la política veracruzana”. Y sí.
