Prosa aprisa
Arturo Reyes Isidoro
José López Portillo (Jolopo) fue un apasionado de la historia, sobre todo de la época
prehispánica, y una de las deidades que lo seducía era Quetzalcóatl, sobre la que publicó
un libro con ese título, en 1976; otro de sus personajes era el ilustre historiador
veracruzano Francisco Javier Clavijero.
En 1976, cuando el PRI lo destapó como candidato presidencial, gobernaba Veracruz don
Rafael Hernández Ochoa (RHO), quien –lo digo con todo el respeto para sus herederos
políticos que todavía viven, pero así sucedieron los hechos– se le tiró al piso y buscó de
inmediato como agradarlo (lo mismo que siguen haciendo ahora los políticos de Morena).
El político de Santa Gertrudis, municipio de Vega de Alatorre, no encontró mejores
motivos que intentar rebautizar Ciudad Cuauhtémoc, cabecera del municipio de Pueblo
Viejo, fronterizo con Tampico, en la Huasteca Alta, con el nombre de Ciudad Quetzalcóatl,
y el de Paso del Macho con el de Francisco Javier Clavijero.
Como reportero y desde la redacción del Diario de Xalapa viví entonces la rebelión de los
habitantes de ambos municipios, quienes se opusieron y se pararon hasta de manos para
impedirlo, y aquello amenazaba con tomar grandes proporciones ante lo que RHO
desistió de su intento y se batió en retirada.
La lección que nos dejó aquello (lo comentamos muchas veces con ese gran periodista
que fue Froylán Flores Cancela, subdirector entonces del Diario) fue que cuando un
pueblo está decidido a no permitir que nadie trate de hacerle una imposición en contra de
su voluntad, nadie lo va a lograr. Pueblo Viejo y Paso del Macho pudieron haber ardido,
pero jamás hubieran perdido su nombre.
Aquel hecho no cobró mayor relevancia mediática porque entonces el PRI era
prácticamente partido único, ejercía el poder en forma hegemónica y la poca prensa que
había estaba sometida cuando no controlada, de ahí que prácticamente nadie se atrevió a
criticar a Hernández Ochoa. Pero sucedió y quedamos y vivimos testigos de aquello.
Se encontraron “casualmente” en Alvarado
El sábado, Hipólito Deschamps Espino Barro, Polo Deschamps, sorprendió con un video a
los alvaradeños –y a los veracruzanos en general– en el que muy “sorprendido” anuncia:
“Miren nada más a quien me encontré aquí en Alvarado”, y entonces entra a cuadro nada
más y nada menos que la gobernadora Rocío Nahle.
“Holaaa, qué gusto saludarlos, bueno, saludando a Polo, y me da muchísimo gusto
saludar a toda la gente de Alvarado, a toda la gente de Veracruz, y como siempre, saludar
al buen amigo”, responde ella. Revira él: “Muchas gracias gobernadora, una amiga de
Alvarado y vienen cosas buenas para Alvarado, eh”. Al unísono entonces los dos: “¡Sí,
muy buenas! Saludos. Gracias”, mostrando ambos el pulgar hacia arriba y luciendo
amplias sonrisas. Tan pronto como se conoció el video, las críticas se desataron, sobre
todo de los alvaradeños.
Es del dominio público que la candidatura de Deschamps para presidente municipal de
Morena no gustó a los alvaradeños, porque se tomó como una imposición de la
gobernadora, quien de ese modo habría pagado el compromiso que tenía con él luego de
que el exalcalde de Medellín (entonces del PAN) se prestó como candidato a la
gubernatura (ya de Movimiento Ciudadano) a hacerle el juego en contra del candidato del
PRI-PAN-PRD Pepe Yunes, en el pasado proceso electoral.
Pero además, porque ese municipio se consideraba posición del Partido Verde y la
alcaldesa Lizzette Álvarez Vera, verde, por supuesto, ya había perfilado a una sucesora
suya, lo que llevó a un rompimiento entre el PVEM y Morena, además de que 30 de 33 o
35 de 38 fundadores del partido guinda renunciaron a su partido y se espera que se
sumen ahora a quien será el candidato verde, Ángel Alberto Cobos Márquez, Beto Cobos.
La aparición del video en pleno periodo de intercampaña, cuando no se puede hacer
propaganda electoral, se tomó como un claro respaldo de Rocío a Polo y suscitó la
pregunta qué tan complicado ve el escenario la señora en la Generosa (así se le conoce,
además de Ilustre y Heroica ciudad) como para haberse expuesto en forma abierta y
pública y salir a apuntalar a su candidato.
Entre dirigentes del Partido Verde dijeron que por si quedaba alguna duda de quién era (y
es) su verdadero candidato y nadie más, ahora quedó totalmente despejada, lo que les da
la razón de haber roto su coalición en ese municipio y haber optado por un candidato
propio. Aseguran que algunos de sus militantes ya han sido amenazados.
Para la gobernadora y su candidato todo irá bien si logran unir en torno a él y sumar a los
alvaradeños, y será mejor si triunfan dentro de 68 días, entonces dirán que la victoria se
logró gracias a ella, pero caso contrario, una derrota le pesará (él no tiene nada que
perder, pero sí todo que ganar) porque si bien para nadie era un secreto que ella lo
propuso e impuso, haber salido a dar la cara por él a su lado fue haberse expuesto
innecesariamente.
Previo al inicio del proceso, ella vino repitiendo que no se metería, que era cosa de su
partido, lo que nadie le creyó, pero no había forma de probar lo contrario; con su
exposición del sábado ya no puede decir lo mismo.
Así, la elección en Alvarado cobra otra dimensión. Está por verse qué tanto resiste el
pueblo de Alvarado ante la fuerza de la primera autoridad del estado, como hace casi
cincuenta años lo hicieron los habitantes de Ciudad Cuauhtémoc y Paso del Macho, qué
tanto poder tiene y muestra la gobernadora y cuál es el verdadero peso político de Polo
Deschamps que lo lleve a imponerse por encima de todo y de todos.
¿Lanza calambre? Descartado, Pepín presume su media ¡”naranja”!
¡Uf! El sábado, luego de que por fin Morena hizo oficial el nombramiento de la diputada
federal Rosa María Hernández Espejo como “Coordinadora de la Cuarta Transformación”
en el municipio de Veracruz, equivalente al de candidata a la alcaldía, el diputado local
José Ricardo Ruiz Carmona, Pepín Ruiz, quien le disputó la candidatura, publicó una
fotografía donde se ve con su esposa Paola, quien luce un vestido color naranja y él
presume a su “media naranja” (el subrayado es del columnista). El naranja es el color
característico de Movimiento Ciudadano.
Tanto Pepín como Anilú Ingram publicaron encuestas afirmando siempre que iban arriba.
Desde el sábado, cuando se hizo el anuncio oficial del triunfo de Rosa María, no se sabe
algo de ella, aunque trascendió que el jueves pasado fue citada a la Ciudad de México
para hacerle saber cuál había sido el resultado.
Ruiz Carmona apareció en la foto mencionada, a la que acompañó con el siguiente texto:
“Mi Gente Querida hoy nos tocó fiestónnn en bodorrio y aquí ando con mi media
naranja… les mando un saludo a todas y todos”.