Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
La reelección, prorroga o lo que sea que pretende Martín Aguilar
Sánchez para seguir como rector de la Universidad Veracruzana,
provocó un breve intercambio epistolar entre el doctor Salvador
Valencia Carmona, exrector de la UV y la jurista María Mercedes
Sánchez Mathey, exdirectora de la Facultad de Derecho.
En un texto fechado el 10 de junio Valencia Carmona dice: “En el
comunicado de 4 de junio de este año, la Junta de Gobierno expresó
que admitió a trámite la solicitud de prórroga en el cargo del Rector
Martín Aguilar Sánchez, así mismo definió el método para la
evaluación y el mecanismo de consulta para dicha prórroga. Este
extraño comunicado entraña un golpe a la legalidad, equivaldría,
proporción guardada, a lo que sería un golpe de Estado en cualquier
gobierno”.
A lo que la catedrática Sánchez Mathey contestó: “La decisión que
tomó el Rector (Martín Aguilar) de solicitar a la Junta de Gobierno
una prórroga de su nombramiento como lo establecen los artículos
10 de la Ley de Autonomía, 36 de la Ley Orgánica y 25 del Estatuto
General no es contraria al derecho, ni transgrede la autonomía de la
Universidad Veracruzana”.
A ver, el artículo 10 de la Ley de Autonomía de la UV habla sobre la
facultad de la universidad para administrar libremente su patrimonio
y establece que goza de autonomía económica.
El artículo 36 de la Ley Orgánica dice que el rector será designado
por la Junta de Gobierno y durará en su cargo cuatro años, periodo
que podrá prorrogarse por una sola vez.
Y el artículo 25 del Estatuto General establece las funciones y
responsabilidades del rector como la máxima autoridad ejecutiva de
esa casa de estudios, y dice que durará en el cargo cuatro años con
posibilidad de reelección consecutiva por un solo período adicional.
Pero existe el artículo 37 de la Ley Orgánica que en su segundo
apartado especifica que para ser rector, el aspirante debe ser mayor
de 30 años y menor de 65 en el momento de su elección.
Cuando Martín llegó a la rectoría cumplía a cabalidad con este
requisito porque tenía 63 años, pero en la actualidad tiene 66 con
once meses (los 67 los cumplirá el próximo 23 de julio). Y eso le
impide reelegirse, solicitar una prórroga o pedirle a la Junta de
Gobierno que haga una consulta. Entre otras razones, porque ningún
artículo de la ley universitaria habla de prórrogas o consultas.
Lo que podría hacerse para que este señor cumpla su anhelo de
terminar su tarea de “transformar” a la UV, sería modificar el
artículo 37. ¿Cuánto tiempo se llevaría la modificación? En tiempos
pretéritos estaríamos hablando de semanas, pero en estos tiempos de
la 4T se puede modificar en tres patadas.
Sólo que al parecer eso no sucederá; al menos no por ahora.
El doctor Salvador Valencia dice en su texto que durante muchos
años el nombramiento del rector correspondía al gobernador del
estado y fue hasta 1996 cuando comenzó la autonomía de la UV,
pero difiero.
Por muy autónoma que sea nuestra máxima casa de estudios, el
nombramiento del rector o rectora pasa por el escritorio del
gobernador o la gobernadora… lo mismo que la negativa a la
reelección de un rector terco.
Este lunes la gobernadora Rocío Nahle dijo a los reporteros que la
designación del rector debe estar por encima de “intereses políticos
y económicos” y agregó que entre los requisitos para ocupar ese
cargo, el aspirante debe ser mayor de 30 años y menor de 65”.
Con esto le dijo a Aguilar Sánchez “tu no vas, Martín; tu no vas”.
Es evidente que la mandataria estatal sopesó la bronca que se le
vendría encima con los universitarios parando actividades y
protestando coléricos en varios municipios del estado y decidió
cortar por lo sano.
Al parecer, todo indica que el apestoso potaje de una reelección
ilegal que querían servirle a la comunidad universitaria y a los
veracruzanos, se enfriará sobre la estufa y ya no llegará a la mesa.
bernardogup@hotmail.com