Desde el Café
Bernardo Gutiérrez Parra
Xalapa votó este domingo, pero el eco que resonó no fue el de una
victoria contundente, sino el de una ausencia: la de la unidad y sobre
todo, la de un liderazgo con peso, como el que marcó la contienda
federal del año pasado.
Los números no mienten. En la elección municipal de 2025, todos
los partidos sumados —Morena, PRI, PAN, Movimiento Ciudadano,
Verde y PT— apenas alcanzaron la misma cantidad de votos que
logró, en solitario, el candidato de la oposición en 2024 durante la
elección federal. Entonces, con la fuerza de una alianza (PRI-PAN-
PRD) y una estructura sólida, superó los 110 mil sufragios y quedó a
un paso del triunfo tras una elección señalada por irregularidades y
acusaciones de manipulación por parte del oficialismo.
Un año después, con esos mismos partidos divididos y sin una figura
con arrastre al frente, el panorama cambió radicalmente.
Morena, el partido en el poder, retuvo la alcaldía con su candidata
Daniela Griego, pero lo hizo con apenas el 12% del padrón
xalapeño. Un resultado pobre para quien presumía hegemonía en la
capital veracruzana. Comparado con el ejercicio anterior, donde
necesitaban el doble para enfrentar a la oposición aliada; el desgaste
es evidente.
En el PRI, la soberbia sigue siendo la divisa. Horas después de que
se cerraron las casillas, el dirigente estatal de ese partido Adolfo
Ramírez Arana, dijo en conferencia de prensa que pese a las
condiciones adversas, los primeros resultados colocaban al tricolor
con ventaja en el 80 por ciento de los municipios. Y 23 alcaldías
ganadas están a años luz de ser el 80 por ciento de 212 municipios.
El PAN tampoco se salvó. Con una candidata sin perfil ni campaña
visible, apostaron todo a su independencia, convencidos de que con
su marca bastaba. No fue así. Se desplomaron hasta convertirse en la
cuarta fuerza, una posición irrelevante para un partido que alguna
vez aspiró a gobernar la ciudad.
Movimiento Ciudadano, aunque sin obtener la victoria, capitalizó el
caos opositor y avanzó de forma importante. Su candidato Román
Moreno y el contexto favorable, lo colocaron como segunda fuerza,
en una combinación del mérito del contexto y de la propuesta.
Y es que lo que faltó este año fue exactamente lo que sobró en 2024:
dirección, estrategia y un liderazgo capaz de articular a todos. La
fórmula de la alianza encabezada por una figura fuerte no solo fue
competitiva, fue arrolladora. Los datos lo demuestran: la ciudadanía
respondió cuando hubo proyecto. Este 2025, en cambio, cada partido
marchó por su cuenta, y el resultado fue el previsible colapso.
Hoy Xalapa no votó contra nadie. Votó por ausencia. Y la gran
lección es clara: cuando hubo unidad, hubo fuerza. Cuando hubo
rumbo, hubo respuesta. Hoy, lo que más se necesitó fue justo lo que
no estuvo: liderazgo y alianza.
bernardogup@hotmail.com
