Desde el Café.
Bernardo Gutiérrez Parra.
Una de las peores Legislaturas que ha tenido Veracruz en toda su historia es la
actual, la tristemente gris LXVI Legislatura local. Acaso se salvan de la
quema los dos diputados del PRI, tres o cuatro del PAN, dos diputadas del
Verde, una de Movimiento Ciudadano y párale de contar, lector.
De los 31 que tiene Morena, ni fundiéndolos a todos se hace un buen
legislador. Así de grave está el asunto en la bancada guinda.
Y es que aparte de ignorantes son soberbios e incompetentes, tanto que la
Suprema Corte de Justicia les ha invalidado al menos doce decretos que
aprobaron sin analizarlos con detenimiento.
Además, son improductivos hasta el pecado ya que han mandado a la
“congeladora” al menos 79 iniciativas de Ley y reformas.
Un caso paradigmático es el de la diputada de Movimiento Ciudadano,
Maribel Ramírez Topete, que desde el 2022 ha presentado 27 iniciativas y
ninguna ha sido dictaminada. Y el grupo legislativo del PAN tiene en la
congeladora 52 iniciativas que seguirán enfriándose quién sabe hasta cuándo.
Con resultados tan de a tiro muy fregados, era para que esa caterva de
zánganos fuera preparando desde ahorita sus chivas para irse a su casa por ahí
de agosto. Pero no; de 31 diputados morenos 20 buscarán reelegirse este 2024.
Ya vi la lista de los suspirantes , lector y …futa. Algunos son tan grises,
anodinos y tan poquita cosa, que ni enterado estaba de que fueran diputados.
Pero ahí están, a la espera de su primera o incluso de su segunda reelección;
sin más merecimiento que el de levantar el dedo cuando se los ordenan de
Palacio de Gobierno y mandar a la congeladora las iniciativas de la oposición.
Ah, casi lo olvido; son tan celosos de su deber que han congelado iniciativas
de sus propios compañeros de bancada.
Varios de los aspirantes a la reelección son conocidos por sus desplantes
autoritarios, por sus escándalos, por broncudos, por peleles y casi todos por
ignorantes. Pero ninguno por su brillantez parlamentaria.
El asunto es que no la van a tener tan fácil porque entre las propuestas de
Cuitláhuac y las de Rocío Nahle (que ya quiere meter su cuchara en un plato
que aún no le pertenece), hay al menos otros diez aspirantes y solo habrá 28
curules como máximo para los morenos.
Difícil el panorama porque como en Morena no conocen eso que en el PRI
llaman disciplina partidista, es muy probable que la lucha por las curules sea
tanto o más encarnizada que un pleito entre furiosos perros callejeros.