AL PIE DE LA LETRA
Raymundo Jiménez
A finales de abril, casi una semana antes de que iniciaran formalmente las campañas de los
212 candidatos a las alcaldías de Veracruz, el Partido del Trabajo (PT) en la Cámara de
Diputados del Congreso de la Unión amagó romper con Morena por “la falta de diálogo y
la soberbia de la dirigencia” del partido guinda, que había impedido una alianza electoral en
esta entidad.
El que respondió no fue la dirigente nacional Luisa María Alcalde sino el coordinador de
Morena en San Lázaro, Ricardo Monreal, al expresar que el PT “es indispensable para el
movimiento y no puede haber fisuras. Sí, creo que hay que buscarlos y replantear la
estrategia de lucha. No hay que asumir actitudes que lesionen más la unidad, y rencontrar
cualquier camino que se haya desviado en esta alianza que ha dado resultados”, indicó el
político zacatecano.
Por su parte, el coordinador del PT en la Cámara baja, Reginaldo Sandoval Flores, reveló
en conferencia de prensa que en ese momento la relación de su partido con Morena estaba
“un poco fría, congelada; no hay diálogo”, porque la cúpula guinda prefirió ir en alianza
con el Partido Verde en Veracruz.
“Nuestra advertencia es a tiempo, porque puede haber un retroceso electoral y perder la
mayoría calificada en 2027. Y Monreal tiene razón, el PT es indispensable para el
movimiento: sin nuestros votos, Andrés Manuel López Obrador no habría ganado la
jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, en 2006”, recordó.
El diputado Sandoval Flores recriminó que en Morena hay “una actitud muy sobrada, se
sienten todopoderosos, prácticamente invencibles y creen que no necesitan a nadie. Como
no hay oposición del lado de la derecha, del conservadurismo, se voltea a ver quién hace
competencia en la izquierda, es decir al PT”.
Anticipó que el conflicto puede “terminar en una ruta equivocada. Ya vimos qué le pasó al
PRD con sus tribus, pero estamos en proceso de transformación, vamos hacia algo
novedoso, y para mantener esta ruta, se requiere mucha consistencia ideológica y política”.
Recordó que Morena se ha negado a ir con el PT o impuso candidatos que estaban por
debajo en las encuestas respecto de aspirantes petistas, como en la sucesión estatal de
Durango en 2022, cuando la actual diputada federal Marina Vitela compitió por la
gubernatura, aunque estaba por debajo en las preferencias del senador petista Alejandro
González.
Este primer domingo de junio, la elección municipal en Veracruz les dio la razón.
De acuerdo con el cómputo final del Programa de Resultados Electorales Preliminares
(PREP) del Órgano Público Local Electoral de Veracruz (Ople-Ver), Morena y el Partido
Verde –tanto en coalición como separados– sumaban triunfos solamente en 84 de los 212
municipios, cifra muy inferior a la que la presidenta del Comité Ejecutivo Nacional había
pregonado en conferencia de prensa convocada la tarde del domingo al cierre de las casillas
de votación, presumiendo que habían ganado más de 140 ayuntamientos.
El dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta no ganó ni Las Choapas, municipio del sur del
estado de donde es nativo. Ahí, su candidato Oscar Reyes Guzmán, obtuvo 8 mil 414 votos,
siendo superado por Jesús Uribe Esquivel, de Movimiento Ciudadano, quien sumó 18 mil
924 sufragios, más del doble del morenista.
Zepeta tampoco pudo cumplirle a Hipólito Deschamps, que le sirvió a Morena de comparsa
como abanderado de Movimiento Ciudadano a la gubernatura en 2024. “¿Quieres ser
candidato o alcalde de Alvarado”, cuentan que le preguntó al ex panista y ex alcalde de
Medellín, quien para esta elección renunció al partido naranja para ser postulado por el
guinda. Pero Alberto Cobos, abanderado del PVEM y apoyado por la alcaldesa alvaradeña
Lizzette Álvarez Vera, del partido del tucán, le ganó por 2 mil 10 votos de ventaja: 7 mil
959 contra 5 mil 949.
CAZARÍN, LA MANCUERNA
En los altos círculos morenistas de poder escudriñan cómo es que en Veracruz se les vino el
mundo encima. Más bien MC, PAN, PT y hasta el PRI, que repuntó. Esta es la hora en que
aún no digieren como es que Morena sufrió una de sus peores derrotas electorales, luego
del aplastante triunfo que logró el año anterior.
Obviamente el que está en la mira es el dirigente estatal Esteban Ramírez Zepeta, quien fue
barrido en su propio municipio de Las Choapas. Una derrota aplastante, pero eso no fue
todo. Su compadre Alejandro Porras se desplomó en Huatusco, por lo que pronto volverá al
Congreso. El actual secretario nacional de jóvenes de Morena perdió también su municipio.
El desastre fue total. Malos resultados. Corrupción. Excesos. Venta de candidaturas.
Cuando no das resultados te vas. Esteban Ramírez, por dignidad, debería renunciar antes
que le pidan se vaya.
Sin embargo, ha trascendido que hubo otro personaje que le hizo segunda a Zepeta.
En el municipio del amor, enclavado en la zona de Huatusco, ese funcionario federal apoyó
al PAN, jugando también las contras a Morena.
En Mecayapan una funcionaria de Bienestar, de nombre Celia, igual traicionó a Morena.
¿A que le jugó Juan Javier Gómez Cazarín? ¿Sólo hizo campaña a favor del PT y PAN?
Los programas sociales no los promocionó, ¡pero qué tal a sus Águilas del América y a su
abejita!
Hay datos de que, en Texistepec, al sur de la entidad veracruzana, a la candidata que
asesinaron la puso el exalcalde. En Chinameca, igual al sur, impusieron al esposo de la
diputada federal Magali Armenta Oliveros, íntima de Gómez Cazarín. En Oteapan, también
al sur, Zepeta registró al candidato del Alcalde. En Zaragoza de igual manera, y ahí les
ganó el único candidato independiente.
En Jáltipan, al sur de nuevo, descartaron a la candidata que era la ex delegada de Bienestar
y les ganó MC.
En Pajapan, igualmente al sur, Cazarín se fue con el PT, con su amigo José Luis González,
y jugó en contra de Morena.
En el municipio sureño de Mecayapan, Zepeta hizo una travesura y puso a un candidato del
alcalde. Se ve que apostaron a ganar, así fuera con el enemigo de enfrente.
En Soteapan, al sur, dividieron a todos los grupos. En el municipio de Tatahuicapan, al sur,
“hicieron su chistecito” que le va costar muy caro. Zepeta y Cazarín le apostaron al PT con
tal de que perdiera el candidato de Morena y así grillar al diputado Esteban Bautista
Hernández, presidente de la Jucopo de la LXVII Legislatura local.
Los únicos responsables de esta catastrófica derrota fueron Zepeta y Cazarín, quienes
estuvieron subastando las candidaturas. Es un secreto a voces. Basta googlearlos.
¿Qué dirá de todo esto Pepe Peña? Según comentan, en los próximos días vendrá una
respuesta silenciosa. Esto, como diría un famoso cronista de béisbol, “no se acaba hasta que
se acaba”.