Sin tacto.
Por Sergio González Levet.
En el proceso electoral de este 2025, está por concluir la etapa de alianzas
posibles y precandidaturas de los seis partidos políticos que contienden, a la vista
de la renovación de los 212 presidentes municipales en todos los ayuntamientos
veracruzanos.
Y en esta primera fase, el ganón ha resultado el dirigente de Movimiento
Ciudadano, Luis Carbonell de la Hoz, frente a los otros líderes estatales: Esteban
Ramírez Zepeta por Morena, Edgar Herrera Lendechy por el Verde, Vicente
Aguilar Aguilar por el Partido del Trabajo, Federico Salomón Molina por el PAN y
Adolfo Ramírez Arana por el PRI.
El coordinador estatal de los naranjas demostró los mejores oficios y supo
aprovechar las circunstancias de su partido y de la entidad para armar una larga
lista de personas competitivas, sin mancha, que se enfilan para ser nombrados
como candidatos sin que se avizore algún problema interno, ni externo.
Luis Carbonell aprovechó el camino adelantado por su antecesor, el ahora
diputado Sergio Gil Rullán, y fue terminando de armar los comités municipales, de
forjar los liderazgos regionales y consolidar la unidad dentro de los sectores y las
asociaciones del comité estatal.
Es evidente que el joven dirigente ha abrevado en la infinita experiencia política
de su mentor, guía moral de MC, Dante Delgado Rannauro, quien repite el impulso
a los jóvenes cuadros de la misma forma en que él recibió el apoyo en los inicios
de su carrera de parte del gobernador Rafael Hernández Ochoa y otros políticos
renombrados.
En Movimiento Ciudadano todo anda muy bien en estos momentos de
definición y no se prevén fracturas cuando la lista de los abanderados quede
definitivamente conformada. Carbonell de la Hoz no se detiene ni se confía, y por
eso recorre arduamente toda la geografía estatal.
Por su parte, en Morena los numerosos suspirantes se hacen trizas entre ellos,
y el pleito sube de tono en la lucha por ganar las encuestas ciudadanas que hará
el comité nacional para definir quién quedará.
El Partido Verde se debate entre sus propios intereses y la costosa alianza que
tiene con el partido oficial; alianza nimbada por la soberbia del liderazgo moreno,
que se sirve con la cuchara grande y no entiende razones a la hora de repartir el
pastel municipal.
El PT prefirió irse al limbo antes que perder el control de las candidaturas que
prácticamente vende. Y ahí se quedará.
El PAN sigue aturdido por el dilema en que lo colocó la dupla senatorial de
Miguel Ángel Yunes Linares y Miguel Ángel Yunes Márquez, y apenas está por
aquilatar la manera en que se resolverán las candidaturas albiazules.
El PRI no puede salir de su marasmo a pesar de los enormes esfuerzos para
levantar al muerto que ha hecho su presidente estatal, Adolfo Ramírez Arana,
mientras Alito y Lorena insisten en echarle paladas a la tumba tricolor.
Luis Carbonell ganó el primer round del proceso. Vienen ahora las
precampañas, las campañas y el día de la elección, pero el astuto dirigente ya
logró asestar el golpe inicial, y el que pega primero…
sglevet@gmail.com
